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Francisco González gana 5,4 millones por su último año en BBVA pendiente del caso Villarejo

La entidad reconoce que las polémicas judiciales que le rodean por el escándalo de espionaje pueden suponer un daño para su propia reputación

El expresidente de BBVA, Francisco González. | EFE

BBVA ha hecho públicas este miércoles las cifras de remuneración de sus consejeros y entre ellas resaltan los 5,4 millones de euros que la entidad tiene previsto abonar a su expresidente, Francisco González, por su último año al frente de la entidad.

El banco ahora presidido por Carlos Torres Vila detalla en su informe de remuneración del consejo que Francisco González se hizo acreedor como número uno del banco en 2018 -puesto que ocupó hasta el pasado 21 de diciembre- de un sueldo de 2,47 millones de euros, que se vieron complementados con un pago de 528.000 euros en concepto de retribución variable a corto plazo y de 1,03 millones por la retribución variable a largo plazo, más 20.000 euros por otros conceptos.

A estas magnitudes, que suman 4,05 millones de euros, casi un 3% más que el año anterior, se añadirían otros importes devengados en años anteriores, hasta sumar un total de 5,47 millones, unas cifras que superan con mucho los 4,23 millones que se embolsaría su sucesor y, anteriormente, consejero delegado, Torres Vila, cuya remuneración total ascendería a 4,21 millones de euros.

El pago variable correspondiente a 2018 permanecerá retenido por el banco durante los próximos cinco años

El nuevo consejero delegado de la entidad, Onur Genç no recibió remuneración alguna por este puesto, para el que fue elegido el pasado 20 de diciembre, por lo que su salario se limitó a los 2,24 millones que le correspondían por su labor como presidente y consejero delegado de la filial del grupo en Estados Unidos, BBVA Compass.

El informe remitido por BBVA señala las distintas remuneraciones variables determinadas para González por su desempeño en el año 2018 y también a lo largo de ejercicios anteriores, pero precisando que estas cantidades serán satisfechas "de darse las condiciones para ello, con arreglo al mismo sistema de liquidación y pago aplicable a los consejeros ejecutivos, que incluye reglas de diferimiento, cláusulas malus clawback y periodos de retención de las acciones".

Esta fórmula, que atañe a todos los consejeros ejecutivos del banco cobra especial relevancia en el momento actual en el que el banco se ha visto situado en el foco de la polémica por la presunta contratación de los servicios del comisario José Manuel Villarejo para realizar trabajos de espionaje durante la presidencia de González. Esta misma semana se han publicado informaciones que relacionan el incendio del edificio Windsor de Madrid con las relaciones entre el banquero y el comisario.

El banco mantiene abierta una investigación interna y, llegado el caso, podría retener o, incluso, solicitar la devolución de los importes que considere que el expresidente ha cobrado de forma ilegítima.

BBVA señala que durante el primer tercio de 2019 tiene previsto abonar el 40% de la retribución variable anual correspondiente al ejercicio 2018, mientras que el 60% quedaría diferido por un periodo de cinco años: el 60% de esta cantidad se pagaría al tercer año de diferimiento; el 20% transcurrido el cuarto año; y el restante 20%, durante el quinto. Siempre sujeto a que se den "las condiciones para ello".

Queda, por lo tanto, por determinar si la dirección del banco encuentra razones para negar a González parte de los derechos acumulados como presidente del banco.

Pendientes de la investigación interna

En relación con el caso Villarejo, BBVA también reconoce en su Informe Anual de Gobierno Corporativo remitido este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) los riesgos reputacionales que podrían derivarse del mismo.

"El grupo podría estar igualmente inmerso en investigaciones por las autoridades judiciales sin que, hasta el momento, se haya recibido ninguna notificación formal al efecto, en relación con la contratación de actividades presuntamente irregulares que, de confirmarse, podrían tener un impacto reputacional negativo para el banco", señala.

BBVA señala que no es posible predecir el resultado de las investigaciones que está llevando a cabo

La entidad se aferra, en cualquier caso, a las pesquisas que está llevando de modo interno para determinar las posibles responsabilidades. "El banco está llevando a cabo una investigación interna, no siendo posible predecir en este momento el ámbito o duración de dichas investigaciones ni su posible resultado o implicaciones para el grupo", se indica.

Y asimismo se añade que "el Grupo realiza una gestión y seguimiento constante de dichos procedimientos para la defensa de sus intereses, dotando (en razón del número de litigios de los pronunciamientos judiciales y el estado del procedimiento) las correspondientes provisiones para su cobertura. Sin embargo, el resultado de las referidas acciones y procedimientos, tanto en los que el banco ya es parte, como aquellos que puedan surgir en el futuro o en los pronunciamientos en los que sean parte otras entidades bancarias, es difícil de predecir, por lo que en el caso de modificación de criterios jurisprudenciales o resultados inesperados de algunos de estos litigios, puede que las provisiones dotadas resultasen insuficientes".

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