Adiós al coloso de los cielos: Airbus dejará de fabricar el ‘superjumbo’ A380

Punto y final a la aventura industrial del avión de pasajeros más grande del mundo. Airbus ha decidido poner fecha del fin de fabricación y de las últimas entregas entregas del superjumbo A380. Será en 2021, justo el tiempo necesario para fabricar y entregar los aviones encargados por varias aerolíneas. La sentencia del gigante aéreo llega tras años en que la compañía venía advirtiendo de que, sin más pedidos, tendría que acabar con el programa.

La decisión del consorcio aeronáutico europeo se produce después de que Emirates, con mucho el mayor cliente de este modelo, haya decidido reducir el pedido pendiente de unidades A380. La aerolínea emiratí pasa de las 162 unidades previstas a 123, 39 aparatos menos que serán sustituidos por otros modelos de Airbus en un contrato milmillonario, pero que deja en jaque el programa industrial del superjumbo. Además, la australiana Qantas también anunció pasada semana la cancelación la compra de ocho aviones.

Tras la renegociación del contrato de Emirates (que recibirá sus últimos 14 aviones superjumbo en los dos próximos años),  “no disponemos de una cartera de pedidos del A380 sustancial y, por lo tanto, no hay una base que sustente la producción", ha subrayado el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, que dejará el cargo el próximo 10 de abril y que se despide poniendo fin al antiguo buque insignia de la compañía. El A380 es mayor avión de pasajeros del mundo, con una capacidad máxima de 853 pasajeros si todos los asientos en sus dos plantas fueran de clase turista (aunque las aerolíneas suelen optar por capacidades de entre 490 y 550 viajeros).

La finalización de la producción del modelo, deja en el aire entre 3.000 y 3.500 puestos de trabajo, de los que la compañía no ha precisado de momento cómo afectará a cada país en que tiene plantas implicadas (entre ellos, España). Airbus ya ha adelantado que en las próximas semanas iniciará los contactos con los sindicatos para pactar la reorganización.

El grupo aeronáutico subraya que el aumento de la producción del modelo A320 y el macropedido de Emirates ofrecen “un número importante de oportunidades de movilidad interna” a esos trabajadores afectados. Además, los actuales A380 ya operativos seguirán volando durante décadas, y durante ese tiempo la compañía seguirá dándoles soporte técnico.

De momento, Airbus ya ha asumido un impacto en sus cuentas anuales de 463 millones por la decisión de poner fin al programa del A380 dentro de dos años y de otros 436 millones más por los sobrecostes de otro programa estrella, el avión de transporte militar A400M, que se ensambla en Sevilla.

A pesar de ello, Airbus registró un beneficio neto de 3.054 millones de euros el año pasado, con un fuerte incremento del 29% en relación al ejercicio anterior. El consorcio europeo elevó también un 8% su facturación anual, hasta los 63.707 millones de euros, un alza gracias al récord de entregas de aviones comerciales registrado en 2018.

Airbus cerró el año pasado con un total de 747 pedidos netos adicionales (frente a las 1.109 unidades netas al cierre de 2017), entre los que se incluyen 40 A350 XWB, 27 aviones A330 y 135 A220. Así, la cartera de pedidos se elevó a 7.577 aeronaves comerciales, de las cuales 480 pertenecen a la familia A220. Los pedidos netos de helicópteros ascendieron a 381 unidades, mientras que la cartera neta de pedidos de la división de defensa y espacio se situó en 8.400 millones de euros, incluyendo el Eurofighter para Catar.

El fabricante prevé entregar entre 880 y 890 aviones comerciales en 2019, por lo que estima que el Ebit ajustado se incremente un 15% durante el próximo ejercicio fiscal. Con respecto al ensamblaje, Airbus espera alcanzar una tasa de producción mensual de 60 aviones de la familia A320 a mediados de 2019, así como mejorar las cifras de las aeronaves A350, que alcanzaron una tasa de producción mensual de 10 aparatos en el último trimestre de 2018.

El consejo de administración de Airbus propondrá a la junta general de accionistas elevar el pago del dividendo hasta los 1,65 euros por acción con cargo a beneficios de 2018, a abonar el próximo 17 de abril de 2019. El año anterior, el dividendo propuesto fue de 1,5 euros.