El fin del 'superjumbo' de Airbus es solo una mancha en un expediente que no deja de acumular méritos en los últimos tiempos. De hecho, el anuncio de la que es en gran medida la crónica de una muerte anunciada apenas impidió este jueves que Airbus viviera otra jornada de exaltación sobre el parqué, al calor de los resultados de 2018.
Las acciones del grupo registraron este jueves un avance del 2,68%, tras anunciar un beneficio de 3.054 millones de euros, un 29% más que el año anterior, y un volumen de entregas récord de 800 aviones comerciales, frente a las 719 registradas en 2017.
Y si estos números ya lograban superar las estimaciones del mercado, resultaban aún más favorables las perspectivas lanzadas para el ejercicio ya en curso. La compañía cuenta con elevar las entregas hasta una cifra de entorno a 880 y 890 aviones comerciales y los flujos de caja libre hasta los 4.000 millones, frente a los 2.912 millones de euros de 2018.
"Valoramos muy positivamente estos resultados, que han estado muy por encima de lo que esperábamos en EBIT ajustado, y sobre todo por las buenas perspectivas que transmiten de cara a 2019 (particularmente en la aceleración de caja)", observan los analistas de Banco Sabadell.
Las acciones de Airbus se han revalorizado más de un 114% en los últimos cuatro años, ante la mejora de sus ventas
Estas buenas expectativas han supuesto un respaldo adicional en bolsa para la compañía. Y, por ende, una alegría para el Estado español, dueño a través de la SEPI de un 4,17% del capital del grupo aeroespacial. Los títulos de la compañía acumulan un alza próxima al 28% desde el inicio de 2019, hasta situarse al filo de sus máximos históricos, registrados en agosto del año pasado.
Pero esta escalada viene de mucho más lejos. En los últimos cuatro años, Airbus ha encadenado una revalorización superior al 114%, que le ha permitido alcanzar una capitalización de 83.211 millones de euros. Esto implica que la participación de la SEPI en Airbus -que se ha mantenido por encima del 4,1% desde que en 2013 vendió un 1,15% del capital del grupo- alcanza hoy un valor de 3.469 millones de euros, frente a los 1.617 millones a los que ascendía a inicios de 2015.
Estas ganancias contables van acompañadas, también, de un rédito más material, plasmado en los alrededor de 173 millones de euros cobrados en este periodo por el pago de dividendos del grupo aeroespacial. Y esta cifra se engrosará previsiblemente este año, ya que Airbus ha propuesto elevar su dividendo anual hasta los 1,65 euros por acción, un 10% más que el año anterior, lo que se traducirá en otros 53 millones para las arcas públicas.
Si este periodo ya ha sido beneficioso para la inversión del Estado en Airbus, todo parece indiciar que las perspectivas a futuro son igualmente positivas. El 85% de las firmas de análisis que cubren el valor tienen una recomendación de comprar sus acciones mientras que ninguna aconseja vender y el precio objetivo medio que le dan ofrece un potencial superior al 11% desde sus niveles actuales, aunque firmas más optimistas, como Goldman Sachs, le dan un recorrido superior al 30%.
La mejora del dividendo anunciada por Airbus reportará otros 53 millones al Gobierno en 2019
"Airbus es un caso raro de un duopolio mundial en un mercado en fuerte crecimiento. El fenomenal libro de pedidos trae una visibilidad industrial única", señalan en Divacons-Alphavalue, donde se declaran impresionados por el rendimiento financiero de la compañía en 2018 y se muestran optimistas sobre sus perspectivas de futuro. "El pronóstico confirma la clara trayectoria de crecimiento de la empresa, impulsada por un impresionante libro de pedidos (7.577 aviones comerciales a finales de 2018) que representa nueve años de actividad".
Con todo, las ganancias derivadas para España del buen tono bursátil de Airbus pueden parecer menores si se comparan con las obtenidas por los gobiernos de Francia y Alemania, que controlan, cada uno, en torno al 11% del capital de la compañía.
A este respecto, el Tribunal de Cuentas aconsejaba a la SEPI en 2017, en su Informe de fiscalización de las operaciones de compraventa de títulos representativos del capital social de empresas de capital mayoritariamente privado realizadas por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), durante el ejercicio 2013, aconsejaba al organismo dependiente del Ministerio de Hacienda elevar, en la medida de lo posible, su participación en Airbus, para aproximarla a la de Francia y Alemania.
Precisamente, las ventas realizadas en el año 2013, en las que el Estado se desprendió de algo más del 1,3% del capital del gigante aeroespacial son suficientemente elocuentes sobre lo 'perdido' por España al no contar con una presencia mayor en el accionariado de Airbus. Y es que aquellos títulos, que entonces se vendieron por unos 508 millones de euros, contarían hoy con un valor de mercado superior a los 1.080 millones de euros.
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