Un día después de que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) lanzara un nuevo aviso sobre la preocupante presión que metería la subida de las pensiones con el IPC sobre las ratios de deuda pública, el Banco de España ha confirmado que ya en 2018, año en el que el Tesoro Público ha vuelto a tener que financiar parte del gasto del sistema, la deuda se situó en el 97% del PIB, una décima por encima de la última estimación del Gobierno para ese año (96,9% del PIB).
El Ministerio de Economía explica que para este cálculo se puede utilizar el último PIB nominal, conocido a 31 de diciembre de 2018 y basado en datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, pero precisa que es un avance del posible cierre trimestral del último trimestre del año 2018.
Por ello, matiza que la ratio no se podrá verificar hasta que el INE publique los datos definitivos del PIB de 2018 el próximo 29 de marzo de 2019. Además, señala que hasta el próximo 29 de marzo el Banco de España no publicará los datos oficiales de cierre del año 2018.
Además, el cabe señalar que, el objetivo del 69,9% se trata de una actualización realizada por el Gobierno en los últimos meses, después de que el Plan de Estabilidad recogiera un límite del 97,6%, con lo que tomando la referencia anterior se habría cumplido con el objetivo.
Con esas cautelas, el conjunto de las administraciones públicas incrementaron su endeudamiento el pasado año en 26.536 millones de euros, un 2,3% más que hasta los 1,170 billones, mientras que el PIB terminó el ejercicio con un crecimiento del 2,4%, tras moderar su ritmo de crecimiento, según los datos publicados este viernes por el Banco de España.
De hecho, parte de esta desviación sobre el objetivo se debería a que el PIB finalmente creció una décima menos de los previsto, lo que hizo que el incremento de la deuda en términos absolutos no se diluyera tanto como cabría esperar.
Sea como fuere, la deuda pública alcanzó en 2018 su nivel más alto de la historia, con 1,170 billones de euros, por encima del ejercicio 2017 (1,144 billones de euros), 2016 (1,107 billones de euros) y 2015 (1,073 billones de euros). Y, si bien es cierto que se redujo en relación al PIB respecto a 2017, lo relevante del dato a finales de 2008 es que supera el objetivo fijado para el año tras importantes decisiones de gasto que han de ser financiadas de forma indirecta por el Tesoro Público.
La presión de las pensiones
Esta desviación coincide con la vuelta a la subida de las pensiones con el IPC, consignada en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018. Con este cambio, la presión del gasto en pensiones ha crecido a un ritmo superior al 5%, lo que obligó a introducir en dichas cuentas un nuevo crédito del Tesoro a la Seguridad Social de unos 15.000 millones de euros, que volverá a repetirse en 2019 dado que debe prorrogarse el Presupuesto en ausencia de uno nuevo.
Así pues, la deuda del Estado explica fundamentalmente el aumento de la deuda pública el año pasado, ya que se elevó un 3,7% interanual, con 36.913 millones de euros más, hasta los 1,033 billones de euros. Asimismo, las comunidades autónomas elevaron en menor medida su deuda en tasa interanual, hasta los 292.566 millones de euros, lo que supone un 1,5% más al aumentar en 4.459 millones de euros.
Por su parte, las corporaciones locales redujeron su endeudamiento un 10,5% en 2018, hasta los 26.010 millones, 3.067 millones de euros menos. Finalmente, el mayor aumento se registró en la deuda de las administraciones de la Seguridad Social, que repuntó el año pasado en 13.801 millones de euros, hasta los 41.194 millones de euros, lo que supone un alza del 50,3% en tasa interanual, informa Europa Press.
Apuesta por los valores a largo plazo
Por instrumentos, la mayor parte de la deuda del Estado en el ejercicio 2018 se concentró un año más en valores a largo plazo, con 947.014 millones de euros, el 80,9% del total y un 5,8% más que en diciembre de 2018. Se trata de el resultado de una estrategia adoptada por el Estado.
El alargamiento de la vida de la deuda supone una protección ante el escenario de normalización monetaria en la Eurozona, pues reduce el riesgo de refinanciación y la vulnerabilidad de la carga financiera del Estado ante una posible subida de los tipos de interés.
Del resto del montante, 66.394 millones se registraron en valores a corto plazo, un 12,2% menos interanual, con los que el total de valores representativos de deuda se situó superó los 1,01 billones de euros, un 4,4% más.
Por último, los préstamos a largo plazo se redujeron un 8,2% en el año 2018, hasta los 147.375 millones de euros, al tiempo que los préstamos a corto plazo bajaron a 5.472 millones de euros, un 38% menos. En total, los préstamos alcanzaron los 152.847 millones de euros, un 9,8% menos.
El riesgo latente
Entre tanto, la Autoridad Fiscal (AIReF) avisa de que la presión del gasto en pensiones sobre la deuda pública será colosal y requerirá de mucha disciplina fiscal y reformas adicionales para no alcanzar, en el peor de los escenarios, un nivel del 132% del PIB en un plazo de 30 años, más de 30 puntos porcentuales más que en la actualidad.
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