Economía | Pensiones

El Pacto de Toledo estalla y los grupos culpan a Podemos de la fractura

Creen que la convocatoria de elecciones ha desencadenado el bloqueo de la comisión

La presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo, Celía Villalobos. | EP

El Pacto de Toledo ha estallado por los aires cuando tenía un borrador con más de una veintena de recomendaciones para hacer ajustes en el sistema de pensiones prácticamente cerrado. En una reunión discreta, el grupo Unidos Podemos se ha plantado con votos particulares a todas las recomendaciones del texto salvo a la dos, relativa a la revalorización de las pensiones con el IPC. De facto, se trata de una enmienda a la totalidad, lo que ha precipitado que el Grupo Popular haya roto también la baraja.

El resultado final es que el acuerdo no podrá ser y el Gobierno se ve ahora más forzado si cabe a usar la vía del decreto para poder sacar adelante antes de que acabe la legislatura medidas en materia de pensiones, en aras de reequilibrar las finanzas del sistema y garantizar la suficiencia de las prestaciones, entre ellas la vinculación de la subida de las pensiones con el IPC, uno de sus principales compromisos.

No obstante, esta posibilidad no está exenta de riesgos. Si bien, supondría una muestra del compromiso de Pedro Sánchez con su política social, también implicaría acabar de dinamitar el diálogo en el Pacto de Toledo.  Además, fuentes Ejecutivo admiten que es preciso calibrar bien los movimientos para no llevar a los plenos que quedan decretos que puedan ser claramente rechazados en el trámite de convalidación.

¿Ha tenido que ver la convocatoria de elecciones anticipadas? Los grupos reparten la culpa entre Unidos Podemos --atribuyen la negativa al ala más cercana a Pablo Iglesias-- y el hecho de que se hayan convocado elecciones anticipadas para el 28 de abril. Una cosa lleva a la otra. Aseguran que la formación morada ha dado el primer paso y ha dejado vía libre al PP para dar por rotas las negociaciones. Ciudadanos tampoco veía concreción en el texto y a estas horas también da por sentenciado el Pacto de Toledo.

¿Qué pasa con Podemos?

Según fuentes presentes en la reunión, pese a que el borrador se había incluso hecho público en los medios y estaba muy avanzado, dentro de la confluencia de Unidos Podemos, la representación de En Marea había puesto objeciones a casi todas las recomendaciones, lo que en la práctica suponía una enmienda a la totalidad.

De una parte, Podemos lleva amenazando con levantarse del Pacto de Toledo desde mayo del pasado año, como adelantó entonces El IndependienteDesde el primer momento se opuso a secundar el acuerdo del Gobierno de Mariano Rajoy y el PNV para subir las pensiones un 1,6% en 2018 y 2018. La portavoz de En Marea, Yolanda Díaz, insistía entonces en que eso no significaba que las pensiones se fueran a vincular con carácter estructural a la inflación.

Después, cuando en el Pacto de Toledo se había abierto de par en par a recuperar el IPC como elemento medular de la revalorización de las pensiones, la formación morada volvió a amenazar con levantarse. Quería que el Gobierno aprobará una indexación de las pensiones sin ambages, sin pasar por el diálogos social. El climax llegó en el otoño de 2018, cuando el líder de Podemos pidió a Pedro Sánchez, en el marco del acuerdo presupuestario alcanzado entre ambos, que aprobara unilateralmente esta medida y amenazó con abandonar la comisión.

Sin embargo, el PSOE siempre se ha resistido a dar un paso así sin contar con el respaldo de los agentes sociales y el Pacto de Toledo, y en los últimos tiempos ha sido más partidario de buscar consensos amplios. De ahí que aceptara un acuerdo para revalorizar las pensiones en base al IPC real que habría la puerta a que no todos los años fuera así.

Unidos Podemos también suscribió ese acuerdo, pero finalmente ha decidido tumbar todas las recomendaciones para exigir minutos después a Sánchez, otra vez, que apruebe por Ley la ligazón de las pensiones con el IPC, el único apunto acordado por Podemos. Para el resto de las cuestiones, ha pedido dar más tiempo a las negociaciones.

Por fin ha dado el golpe en la mesa, y lo ha hecho antes de unas elecciones anticipadas que meten mucha más presión a Sánchez. Ahora habrá que ver si el PSOE da por agotado el diálogo y se lanza al ruedo para sacar adelante sus compromisos electorales.

El PP se siente cómodo

Del lado del PP, fuentes parlamentarias aseguran que se siente cómodo con la situación generada, puesto que de esa manera evitan que Sánchez acabe la legislatura con un flamante acuerdo en el Pacto de Toledo. Preguntado por esta cuestión, el portavoz 'popular' en la comisión, Gerardo Camps, aseguraba que su grupo no veía claro el texto que se estaba elaborando y que ahora no tiene sentido volver a convocar el Pacto de Toledo para que se escenifiquen de nuevo las diferencias existentes. Y si ha admitido que el 28-A ha desencadenado los acontecimientos, ha asegurado que ha sido la convocatoria la que ha hecho que Unidos Podemos "se quite la careta".

A la vista de los hechos, la mayoría de los grupos ven claros intereses partidistas de fondo, de uno y otro lado. De hecho, tal y como ha señalado el portavoz de PDeCAT, Carles Campuzano,  si las elecciones se hubieran convocado para otoño, habría habido tiempo para encauzar la situación en el Pacto de Toledo. Ahora, con la vista puesta en la disolución de las cámaras el próximo 5 de marzo, prácticamente se agota el tiempo.

Una última bala

De todos modos, aún queda una última bala para lograr el consenso. La Mesa del Pacto de Toledo debe decidir mañana si se convoca una nueva comisión. En esa junta Podemos y PP podrían conformar una mayoría para evitar una nueva convocatoria. Y, en cualquier caso, todas las formaciones tendrán oportunidad retratarse y mostrar su voluntad política para seguir intentando el acuerdo.

No obstante, el portavoz del PP ha insistido en que "corresponderá a otro Congreso acabar el buen trabajo que se ha hecho". Y en la misma línea, Campuzano ha acusado a Unidos Podemos de "irresponsabilidad" y ha dejado claro que "hay tiempo, pero no posibilidad de acuerdo".

Desde Unidos Podemos también se da por hecho que no habrá más convocatorias de la comisión y consideran que el acuerdo tendrá que seguir madurando en la próxima legislatura. "Hasta aquí hemos llegado", ha dicho su portavoz en el Pacto de Toledo, Aina Vidal.

Indignación en el PSOE

La portavoz del PSOE, Mercé Perea, ha cargado con dureza, como la mayoría de los grupos, contra el bloqueo planteado por Unidos Podemos. Más aún cuando la portavoz de la formación morada ha exigido a la salida de la comisión que el Gobierno apruebe la vinculación de las pensiones con el IPC real (en los términos que ya estaban pactados en el seno del Pacto de Toledo), por decreto.

Según Perea, los socialistas han intentado buscar la "unanimidad" y, al menos, había un "consenso generalizado" en el seno de la comisión, que, en su opinión, debe darse una última oportunidad. No obstante, asume que hay "falta de voluntad" política por parte del PP y de Unidos Podemos.

Así es que, será esa convocatoria o no de una nueva reunión del Pacto de Toledo la que decida si el Gobierno mueve ficha y legisla, tras haber agotado las posibilidades de consenso.

Futuro incierto

La comisión permanente del Pacto de Toledo estaba cerca de cerrar por fin (después de más de dos años de negociaciones) una acuerdo de recomendaciones en materia de pensiones. Este debería ser la guía para los próximos ajustes del sistema público o, lo que es lo mismo, la hoja de ruta para lograr unas pensiones suficientes mientras se endereza el déficit de la Seguridad Social.

Tras las elecciones del 28-A, una vez disueltas las cámaras y vueltas a poner en marcha en una nueva legislatura, la correlación de fuerzas puede haber cambiado mucho, abriendo un nuevo paréntesis en las deliberaciones de la comisión permanente.

Esa es la cuestión que ha puesto sobre la mesa el portavoz del PNV, Íñigo Barandarian, quien ha asegurado que "frustrar ahora el acuerdo puede suponer que se frustre en el futuro".

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