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LO RETRASA UNA SEMANA HASTA TENER EL ‘OK’ DE SU CONSEJO

Endesa frena el pacto de las eléctricas y el Gobierno para cerrar todas las nucleares

La compañía exige que el acuerdo de todas las eléctricas y la pública Enresa sólo establezca fechas orientativas y no fijas para la clausura de las centrales. Aplaza la firma y da por hecho que el pacto se sellará la próxima semana.

La central nuclear de Ascó (Tarragona). | Flickr | Javier Leiva.

Los máximos ejecutivos de las grandes eléctricas alcanzaron un acuerdo verbal con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para concentrar los cierres de todas las centrales nucleares españolas entre 2025 y 2035. De aquella reunión cara a cara entre presidentes, consejeros delegados y ministra salió sólo esa horquilla temporal, pero a partir de ahí quedaba por acordar el calendario concreto de cierre de cada uno de los reactores operativos.

Un calendario que debían acordar las empresas con participaciones accionariales en centrales nucleares –Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP- y la sociedad pública Enresa, encargada de diseñar el plan de gestión de los residuos radiactivos y de desmantelamiento de las plantas, así como responsable de calcular la cuantía de la tasa que pagan las nucleares para financiar todos esos trabajos.

Las compañías eléctricas y Enresa tenían una cita este miércoles para firmar un protocolo en el que se incluye un calendario concreto de cierres que permita a la empresa pública establecer la tasa que cobra a las centrales, según ha adelantado Cinco Días. Un calendario que contempla que Almaraz I cerraría en 2027, Almaraz II en 2028, Ascó I en 2029, Cofrentes en 2030, Ascó II en 2033, Vandellós II en 2034 y Trillo en 2035.

La cita es a las 10.00 horas, en la sede de Enresa en Madrid. La mayoría de los convocados daban por hecho que la cita era para suscribir un acuerdo con las fechas de cierre, con un cálculo primigenio de hasta dónde puede llegar la tasa que abonan las centrales, con compromisos de inversión en las plantas en función del tiempo que funcionen… Desde diferentes ámbitos del sector nuclear se anticipaba que el acuerdo estaba hecho. Pero la firma se va a hacer esperar.

Endesa ha frenado el acuerdo previsto para este miércoles y ha aplazado la firma al menos hasta la semana próxima, según confirman fuentes conocedoras de la situación a El Independiente. Endesa exigía que el calendario de cierre se considere sólo orientativo y que en ningún caso sirva para establecer la fecha límite para la clausura definitiva de las plantas.

Una exigencia que, pese a sus dudas iniciales ya considera garantizada, y da por hecho que se acahará sumando al acuerdo. Pero la firma de Endesa, en cualquier caso, no será hasta la próxima semana. La eléctrica tiene que aprobar la firma por su consejo de administración, y éste no se reunirá hasta el próximo martes.

Endesa sostiene que el propio Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) -elaborado por el Gobierno como hoja de ruta energética durante la próxima década- establece que se irá prescindiendo de unas tecnologías u otras en función de la coyuntura y condicionándolo, entre otros factores, a la seguridad de suministro.

“Endesa sólo quiere aceptar que se trata de un protocolo con fechas orientativas, ligado al PNIEC vigente y que, como mínimo, las plantas funcionarán hasta entonces. Como mínimo, no como máximo”. Con los cierres previstos la vida media del parque nuclear español se situaría en los 46 años.

Para la compañía comandada por José Bogas el calendario fijado debe servir sólo para que Enresa calcule la tasa y diseñe el nuevo plan de residuos radiactivos, pero no para marcar de manera definitiva cuándo cerrará cada planta. “Endesa no está dispuesta a aceptar un calendario definitivo de cierres”, sentencian fuentes del sector. La compañía controlada por el grupo italiano Enel da por hecho que se sumará al acuerdo porque en el protocolo se vinculará al PNIEC y no se establecerán fechas fijas de cierre.

Endesa se juega 50 millones al año

Endesa se juega mucho con el negocio nuclear. Endesa, que tiene participación accionarial en seis de los siete reactores operativos en el país, concentra cerca en las nucleares el 15% del total de la potencia instalada del grupo y en torno a un tercio de toda su producción eléctrica. Pero una razón fundamental para que la eléctrica lleve tiempo defendiendo la prolongación de la vida de las nucleares es de naturaleza estrictamente financiera.

Endesa elabora su cuenta de resultados desde el último trimestre de 2014 dando por hecho que sus centrales nucleares acabarán funcionando 50 años (hasta ese momento lo hacía con 40 años). Sus cuentas están calculadas desde entonces en base a un periodo de depreciación y amortización de sus activos nucleares de cinco décadas, lo que le ha permitido a la eléctrica reducir los fondos que destina cada año a amortizar sus activos y, con ello, la compañía ha mejorado sus beneficios.

Si las centrales nucleares españoles funcionan de media 46 años, como está previsto en la hoja de ruta del Gobierno, a Endesa le puede costar en el peor de los casos entre 50 y 60 millones de euros al año en amortizaciones, según reconoció la compañía en la conferencia de analistas de presentación de sus resultados anuales.

Un apagón nuclear en España cuando todas las centrales españolas cumplieran 40 años habría tenido consecuencias catastróficas inmediatas para los resultados de la compañía. En concreto, esa medida le habría costado 200 millones al año al tener que elevar el dinero destinado a amortizar sus centrales nucleares, según fuentes conocedoras de los estados financieros del grupo.

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