El expresidente de BBVA Francisco González ha decidido abandonar "temporalmente" los cargos en la Fundación y en el banco mientras concluyen las investigaciones en curso sobre el 'caso Villarejo' "y para evitar que se utilice su persona para dañar a la entidad".
En una carta remitida al presidente del banco, Carlos Torres, a la que ha tenido acceso Europa Press, González se muestra convencido de que su decisión "ayudará a entender con qué rigor, falta de interés personal y compromiso hemos trabajado durante tanto tiempo".
González, que pide a su sucesor que traslade la carta al consejo de administración con todo su "afecto y gratitud", señala que desde hace un año "hemos sufrido una larga y continua agresión mediática derivada de las investigaciones policial y judicial, sobre un caso de gran repercusión periodística en torno a un excomisario de policía y su trabajo al frente de una empresa de investigación contratada en su día por el banco".
En la misiva, el expresidente de la entidad relata que impulsó una investigación interna sobre las contrataciones con la compañía Cenyt el pasado verano para averiguar el alcance de estos contratos, su importe y duración.
"Mi intención era de disponer de toda la información sobre estos asuntos, con el fin de asegurar que el banco había actuado de acuerdo con sus principios de legalidad y publicidad", subraya, apuntando a la posterior ampliación por parte de Torres de la investigación, que prevé que se complete de la forma "rigurosa y exhaustiva".
El pasado mes de enero Torres encargó a PwC junto a Garrigues con el apoyo de Uría Menéndez una investigación externa, así como la realización de un informe 'forensic'. Tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Banco de España han urgido a BBVA a concluir cuanto antes la investigación para evitar un mayor daño reputacional.
González también hace referencia a la existencia de una investigación judicial abierta, concretamente por parte del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que considera que es un "elemento adicional muy importante en esta averiguación de lo ocurrido" y que cree que ayudará a conocer la verdad.
"Lo importante es la exigencia de una investigación exhaustiva, hasta el fondo, con todo el rigor, y con toda la urgencia para aclarar cualquier duda sobre el comportamiento ético de la entidad", señalan fuentes jurídicas del expresidente.
En el comienzo de la carta, señala todos los momentos de "tensión, de dificultades y de hostilidades" que ha vivido BBVA desde que se constituyó, admitiendo que no han sido "años fáciles", pero asegurando que ha gobernado con "firmeza y visión".
Algunos de los desafíos a los que se ha remitido el banquero son los relacionados con las cuentas secretas del año 2000, el intento de Sacyr de apropiarse del banco con la colaboración "inexplicable" de parte del Gobierno, que añade, "no salió en defensa del banco, como era su deber", o a la salida a Bolsa de Bankia, en la que se negó a participar a pesar de las "enormes" presiones recibidas.
"He dedicado los últimos 22 años de mi vida a esta institución. He trabajado duro para hacerla crecer, transformarse en una entidad comprometida con los nuevos tiempos, con la modernidad, la rentabilidad y siempre con unos principios de ética y rigor que sigo compartiendo con todos vosotros", precisa.
González cedió la presidencia al banco el 31 de diciembre de 2018 y renunció a cualquier posición ejecutiva y consejos de administración de grupo. Únicamente mantenía la presidencia de honor del banco y de la Fundación BBVA, ambos sin ningún tipo de retribución económica.
La dimisión, horas antes de la junta de accionistas
La carta de González a Carlos Torres se conoce un día antes de la celebración de la junta general de accionistas del banco, que se celebra en Bilbao.
BBVA afronta su cita anual con los accionista en un momento tenso. Y, aunque ningún punto del orden del día recoge dar explicaciones sobre las supuestas escuchas ilegales encargadas por Julio Corrochano, ex responsable de seguridad del banco, con conocimiento de Francisco González, es esperable que accionistas pongan el peliagudo tema sobre la mesa.
En el sector financiero señalan que, aunque Carlos Torres Vila ha tratado de mantener el pulso, las presiones por parte del Banco de España, el BCE y los propios inversores han hecho insostenible mantener a FG -como se conoce a Francisco González en el sector- en sus cargos honoríficos.
Torres Vila defendió la honorabilidad de FG en la presentación de resultados anuales el pasado mes de febrero. “A día de hoy no se ha constatado que sean verdad las noticias que se han publicado. Se están diciendo muchas cosas. Algunas no son verdad y en otros casos son conjeturas sobre conjeturas y se dan por verdad cosas que están lejos de haber sido constatadas”, señaló el ejecutivo. Y aseguró que “González está muy tranquilo, dice que desconocía las irregularidades y yo le creo”.
El propio FG había manifestado su rechazo a dimitir. Tal como había hecho saber a sus allegados, su voluntad era la de resistir y defenderse: “Dimitir ahora sería reconocer que hemos hecho algo mal”, señaló.
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