Distinta suerte para dos de las grandes figuras del equipo económico de los gobiernos de Mariano Rajoy y del Partido Popular. Los hermanos Nadal habían decidido volver a sus carreras de funcionarios y habían solicitado sendos destinos en el exterior como técnicos comerciales y economistas del Estado. Cara para uno, cruz para el otro.
El ex ministro de Energía Álvaro Nadal –integrado en las filas del sorayismo- había pedido plaza como consejero económico y comercial jefe en Londres. Su hermano Alberto, dos veces secretario de Estado (de Energía y de Presupuestos) y responsable del área de economía del PP con Pablo Casado hasta su renuncia en enero, había solicitado destino en Washington. Los hermanos, gemelos, no han tenido la misma suerte.
Álvaro Nadal, que también fue el máximo responsable de la Oficina Económica de Moncloa con Rajoy, ha logrado la plaza en la Oficina Económica y Comercial española en Reino Unido, según se recoge en la resolución del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con las propuestas de nombramientos a la que ha tenido acceso El Independiente.
No ha conseguido su objetivo Alberto Nadal. El ex secretario de Estado, que segundo fuentes populares había pedido destino para poder trasladarse a Estados Unidos a continuar con su carrera de funcionario, se ha quedado sin esa plaza. Para el puesto al que optaba Alberto ha sido designado José Luis Káiser, ex director general de Comercio del Ministerio entre 2016 y 2018.
Las carreras de ambos hermanos son también casi gemelas. Empollones al clásico modo, ambos fueron siempre los primeros de la clase desde pequeños, se licenciaron ambos cum laude en la doble licenciatura de Derecho y Empresariales, y se sacaron ambos al tiempo la oposición de técnico comercial del Estado. Álvaro fue el número uno de esa promoción, Alberto el número dos.
En 2016, cuando Rajoy diseñaba su segundo Gobierno, era un secreto a voces que Álvaro y Alberto Nadal querían ser ministros en el nuevo Ejecutivo. Ambos estaban más que bien posicionados en todas las quinielas. Y en las quinielas de entonces no se descartaba que acabaran los dos gemelos –los dos- sentados en el Consejo de Ministros.
Rajoy decidió entonces premiar sólo a uno de los gemelos con un ministerio, y dio el caramelo sólo al más cercano de los dos. Álvaro se quedo al frente del nuevo Ministerio de Energía, tras años de ardua labor de rasputín económico del presidente al frente de la Oficina Económica de Moncloa, lidiando con la amenaza del rescate, leyendo las claves de los deseos/amenazas de Bruselas, orquestando y encajando la política económica del Ejecutivo fragmentada en varios ministerios de peso… Alberto se tuvo que conformar con la Secretaría de Estado de Presupuestos.
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