Apple Music y Spotify mantenían hasta hace bien poco una sana competición por conseguir el favor (dinero) de los usuarios. Ambas ofrecen un servicio similar a un precio similar y con unas condiciones similares, los artistas son los mismos y las aplicaciones funcionan de forma casi idéntica. Competencia llevada al extremo, vaya.
La relación entre ambas había sido hasta ahora de cordialidad. Apple es una de las mayores empresas del mundo y cuenta con casi 1.000 millones de dispositivos diseñados en Cupertino -y fabricados en China, como advierten el reverso de todos ellos- repartidos por el mundo, mientras que Spotify es una de las últimas en llegar a Wall Street y tiene cada día más cerca la rentabilidad. Traducción: a ambas les va muy bien en los suyo.
El problema es que Apple tiene una posición dominante sobre su rival: para que esos 1.000 millones de dispositivos tengan Spotify instalado, tienen que pasar por la App Store. Y ahí las reglas las marcan desde California, para bien o para mal, algo que ha provocado las iras de Daniel Ek, fundador y CEO de la app sueca.
Para solucionar esa posición dominante Ek no ha acudido a Twitter, ni ha lanzado un comunicado pidiendo un cambio. Se ha marchado a Bruselas, ha acudido a la ventanilla del departamento de Competencia de la Comisión Europea y ha presentado una queja formal pidiendo el amparo de las autoridades continentales.
Spotify no ha dado puntada sin hilo. Al frente de Competencia está Margrethe Vestager, un nombre que se pronuncia entre susurros en los pasillos de Silicon Valley después de que en los últimos años se haya convertido en el azote de los gigantes estadounidenses de internet repartiendo multas multimillonarias a diestro y siniestro.
"Perjuicio deliberado"
En su protesta ante las autoridades de la Comisión Europea, Spotify acusa a Apple de "perjudicar deliberadamente a otros desarrolladores de aplicaciones" y de "aplicarnos una serie de restricciones técnicas que dificultan, entre otras cosas, nuestra comunicación con los usuarios".
Ek se queja de cómo Apple gestiona su contenedor de aplicaciones, al que debe acudir todo usuario de un dispositivo con iOS para descargar cualquier app. Las reglas del gigante estadounidense pueden ser injustas, pero son las que son y lo llevan siendo mucho tiempo.
Apple cobra a las aplicaciones una tasa de un 30% de todos los pagos que se realicen a través de su sistema. Es decir, si alguien tiene la app de Spotify y decidae empezar a pagar la suscripción premium, un tercio de su dinero irá a parar a Apple en caso de que lo haga mediante su sistema de pagos.
"Si pagáramos esa tasa estaríamos obligados a inflar nuestras tarifas muy por encima de los precios de Apple Music. Si queremos ser competitivos, no podemos hacerlo", explica el comunicado emitido por la compañía sueca. "Durante años incluso hemos estado fuera de las aplicaciones de HomePod o el Apple Watch", se quejaba Ek.
El CEO de la compañía europea considera que Apple es "un proveedor de una plataforma, pero también es un competidor directo. Eso hace que tenga interés en poner en una situación de desventaja a sus rivales".
Spotify no es la primera aplicación que se queja de tener que pagar esa tasa. Otros servicios como Netflix, Epic Games -creador del popular Fortnite- o Valve también han intentado salirse del sistema de pagos de Apple para librarse de tener que pagar esta comisión.
De momento, Spotify ya ha conseguido poner sobre la pista al departamento que lidera Vestager, que ha confirmado que han comenzado las investigaciones para comprobar si efectivamente Apple está perjudicando la competencia con sus política.
"No serían lo que son sin nosotros"
No es habitual que Apple, desde tu torre de marfil, responda a las críticas de sus rivales empresariales, pero esta vez lo ha hecho con un comunicado que tiene algunas partes bastante duras. En esas nota acusan a Spotify de querer "todos los beneficios de una aplicación gratuita, pero sin ser gratis", en referencia a los pagos de los usuarios premium.
También han recordado a Ek que esa tasa del 30% sólo se cobra en el primer año de las suscripciones, y que a partir de ese momento el porcentaje que se queda Apple baja hasta el 15%. "Eso no lo ha mencionado", reza el comunicado.
"Nosotros ponemos en contacto a Spotify con sus usuarios, les damos una plataforma para que se bajen la aplicación y además un ecosistema de pagos seguros en el que confían. No serían lo que son ahora sin ese ecosistema", sentencia Apple, lamentando que su rival "ahora se queje de un entorno digital del que se ha aprovechado".
Apple va incluso más allá, acusando a Spotify de ocultar "sus motivaciones financieras mediante una retórica engañosa acerca de quiénes somos, qué hemos creado y qué hacemos para apoyar a desarrolladores, músicos, compositores y creadores independientes de todos los ámbitos".
"Dejamos esto muy claro. Hemos aprobado y distribuido casi 200 actualizaciones de aplicaciones en nombre de Spotify, lo que ha resultado en más de 300 millones de copias descargadas de su app. Sólo hemos hecho excepciones cuando esas actualizaciones incluyen métodos mediante los cuales Spotify pretende eludir las reglas que siguen las demás apps", se defiende Apple.
Competición ¿apretada?
La competición entre Apple Music y Spotify se ha apretado, pero de momento el servicio del gigante de Cupertino no amenaza todo lo que han construido desde la fría Estocolmo. Spotify sigue manteniendo un ritmo que parece inalcanzable.
La compañía, que está obligada a publicar al menos cuatro veces al año los datos de suscriptores al cotizar en Wall Street, cerró el año 2018 con 96 millones de usuarios que cada mes pagan religiosamente su cuota. En 12 meses han conseguido sumar 25 millones de nuevos clientes, con un servicio gratuito, en el que monetizan con anuncios, que les dispara más allá de los 150 millones de usuarios.
Por su parte, Apple Music continua creciendo y a cierre de noviembre del año 2018 ya contaba con 56 millones de suscriptores, aumentando la cantidad en 26 millones respecto al mismo mes del año anterior. La compañía que dirige Tim Cook no publica habitualmente los datos específicos, por lo que es probable que el número haya crecido considerablemente desde entonces.
Ambos contendientes, además, siguen dando a sus usuarios razones para elegirlos. Spotify ha llegado a un acuerdo con Hulu, una de las plataformas líderes en la emisión de contenidos por streaming, para ofrecer una suscripción conjunta en determinados países sin que el precio aumente.
Ese movimiento viene provocado por los planes de Apple de lanzar su propio servicio de series y películas online, un plan que, previsiblemente, desvelará con detalla en el evento que tendrá lugar en Cupertino el lunes 25 de marzo.
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