Economía

Los fabricantes de consumo vuelven a crecer en España pese a la marca blanca

Las ventas de las marcas de fabricante crecieron un 6,2% entre 2014 y 2017, según un estudio de Esade

Productos en un supermercado. | Europa Press

"Son buenas noticias", celebraba este martes Ignacio Larracoeche, presidente de Promarca, tras la presentación del informe el Impacto económico y social de las marcas de fabricante en el sector del Gran Consumo en España. El informe, elaborado por Esadecreapolis, reflejaba que, entre 2014 y 2017, las marcas de fabricante han visto un impulso de sus ventas del 6,2% en el mercado nacional.

Es cierto que este repunte no ha sido suficiente para compensar las pérdidas registradas desde el estallido de la crisis. De hecho, si en 2008 representaban un 5,1% del PIB, en 2017 su impacto en el conjunto de la economía nacional había menguado hasta el 4,6%. Pero el cambio de tendencia en los últimos años ha sido significativo para un sector que ha tenido que sostener durante años su negocio a base de exportaciones, para capear el golpe conjunto de la crisis económica y la competencia de las marcas blancas.

La marcas de fabricante, que hace una década representaban hasta el 67,2% del mercado del Gran Consumo experimentaron una rápida contracción que les llevó, en 2012, a marcar un mínimo histórico, en el entorno del 59%. Hoy, sin embargo, exhiben una modesta recuperación que les lleva a suponer un 61%, según los datos de 2017 (los últimos disponibles), tras aumentar su peso un 0,2% entre 2014 y 2017.

"Las marcas son vitales para España. Es el motor del Gran Consumo", sostiene Larracoeche, que desde Promarca defiende la importancia de las marcas de fabricante, cuyo valor económico añadido (VAE) a la economía es hasta 12 veces superior al de las marcas blancas, según lo referido en el estudio, en el que se señala que las marcas de fabricante representan hasta el 92% del VAE en el sector.

Promarca insiste en la necesidad de proteger la innovación en el sector del consumo, tras caer la inversión un 19% en 2017

Su mayor peso en el PIB, hasta cuatro veces superior; su mayor impacto en empleo, tres veces mayor; su mayor contribución en impuestos, que multiplica por cuatro el de las marcas de distribuidor; y su mayor apuesta por la innovación, hasta 6,7 veces superior a la de sus competidores son algunos de los datos que desde Promarca se exhiben para defender la importancia de proteger el negocio de las marcas de fabricante.

Unas marcas que se han visto muy penalizadas en los últimos años por la creciente tendencia de las cadenas de distribución a apostar por las marcas blancas como forma de atraer a unos clientes muy dependientes de los precios. La pérdida de terreno en los lineales de los supermercados  ha supuesto una barrera adicional contra la que tienen que pelear las grandes marcas y que está afectando, de un modo especial, a su apuesta por las innovaciones.

Larracoeche reconocía que "ha sido un mazazo" el dato que corrobora que en 2017 el número de innovaciones en el Gran Consumo se ha reducido un 19%, acumulando, así, un retroceso del 32% desde 2010. Es cierto que las marcas de fabricante han recuperado el pulso de la inversión en desarrollo entre 2014 y 2016, pero ni mucho menos compensan el recorte de los años precedentes. Y las marcas de distribuidor no parecen interesadas en tomar el relevo. Desde 2008, han recortado su inversión en innovación más de un 50% y solo representan un 13% del total.

El presidente de Promarca denuncia que actualmente las innovaciones en el sector solo llegan a uno de cada cinco supermercados, lo que supone un claro desincentivo para los fabricantes. "No es una cuestión de crisis, sino de modelo de muchas cadenas", advierte al tiempo que propone medidas que protejan a aquellas compañías que sigan apostando por el desarrollo de innovaciones y nuevos productos.

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