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El parón del turismo ya se nota en el empleo

La creación de empleo en el sector de la hostelería creció el año pasado menos que la media del conjunto de la economía española por primera vez en una década.

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El turismo se ha confirmado como el gran motor de la economía española tanto durante la crisis como en la recuperación. Ha sido el sector que más ha aportado tanto en actividad como en empleo. Y aunque el turismo sigue creciendo, el año pasado empezó a frenar… tanto en actividad como en empleo.

Tras cinco años de boom y de récords continuos, el sector siguió creciendo en 2018, pero menos. El PIB turístico creció el año pasado un 2% -frente a la previsión del 3,3% que manejaba a principios del ejercicio-, frente al 2,5% que se apuntó el PIB nacional, según los datos de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur). Y el frenazo del turismo ya ha empezado a notarse también en el empleo.

En el último año ya se han observado también señales de desaceleración en el sector de la hostelería, y la afiliación en el sector creció un 3%, frente al 3,1% que aumentaron el número total de afiliados del conjunto de la economía española.

Con ello, 2018 se convierte en el primer año de la última década en que la afiliación a la Seguridad Social ligada al turismo ha crecido a una tasa inferior a la del conjunto de España, según destaca en un informe BBVA Research.

El año pasado, de la agrupación de afiliados en los once mayores sector económicos del país, la hostelería fue el séptimo con mayor crecimiento, tras haber sido de manera constante el primero o el segundo en todos los años anteriores desde 2010. “La hostelería es el sector que más ha contribuido a la creración de empleo en el periodo 2013-2018”, destaca el servicio de estudios de BBVA.

“Desde comienzos de 2013, los puestos de trabajo en hostelería han crecido a tasas anuales de unos dos puntos porcentuales por encima del conjunto de los afiliados”, con 320.000 empleos netos más en los últimos seis años. “La recuperación del empleo en España en la reciente fase expansiva ha venido marcada por el comportamiento positivo de la hostelería y, más recientemente, de la construcción”, que ha sumado 196.000 empleos.

Dado su papel crucial como salvavidas de la economía y el empleo, el frenazo en el turismo y la hostelería hace saltar las alarmas. Y es que, “hacia delante, el turismo puede seguir perdiendo parte del vigor que en los últimos años le ha permitido ser uno de los principales apoyos del crecimiento del empleo”.

BBVA Research vincula este posible “menor dinamismo en la creación de empleo” a partir de ahora con las causas que ha provocado un parón en la actividad turística, como la devolución de turistas prestados tras las tensiones geopolíticas en destinos rivales del Mediterráneo, el menor crecimiento del gasto de los hogares esperados en los principales países emisores (y también en España), con el precio del petróleo y los costes de transporte con poco recorrido a la baja, al tiempo que se producen los episodios de turismofobia en algunos destinos y algunos cambios regulatorios en marcha (desde la imposición de tasas turísticas a las restricciones a los pisos turísticos).

El previsible menor impulso de la hostelería tendrá consecuencias diferentes en distintas zonas de España, dada la concentración geográfica de la actividad por el gran peso del turismo de sol y playa (el empleo en hostelería concentra un 20% del empleo total en Baleares y un 18% en Canarias, mientras que en otras regiones como Castilla y León o Castilla-La Mancha se queda en el entorno del 6%).

“La hostelería ha jugado un papel clave en la creación de empleo en buena parte de las provincias españolas”, explica BBVA Research. “En algunas de ellas esto se debe a una composición de partida sesgada hacia el sector (como el caso de Baleares y Canarias), mientras en otras se debe a que el empleo en el sector ha tenido un crecimiento muy superior al resto (Comunitat Valenciana y la costa mediterránea de Andalucía)”, lo que ha provocado en este último grupo de destinos un aumento sustancial de la dependencia de la hostelería como motor de la actividad.

Según alerta el servicio de estudios del banco,  la fuerte creación de empleo en hostelería no ha implicado el desarrollo en paralelo de otros sectores económicos Es decir, “no se ha producido un efecto desbordamiento: las provincias con un comportamiento sectorial particularmente positivo en hostelería no han tenido esa misma dinámica en los otros sectores”.

No obstante, ha habido diferentes comportamientos. En Canarias, la Comunidad Valenciana y gran parte de la costa mediterránea de Andalucía el dinamismo de la hostelería ha sido muy superior al del resto de sectores, lo que ha aumentado su exposición al impacto de una desaceleración del sector.

Sin embargo, en Baleares, donde el incremento de la afiliación en hostelería ha sido levemente superior a la media nacional, otros sectores han tenido un comportamiento positivo. En otras provincias, con Málaga como principal ejemplo, se ha observado en los últimos trimestres una desaceleración de la hostelería que se ha visto compensada con un mayor dinamismo de la construcción, pero probablemente insuficiente para compensar el frenazo del turismo.

Con estos mimbres, la entidad alerta de que en el “futuro la creación de empleo de las provincias de la Comunitat Valenciana, Canarias, y parte de la costa mediterránea de Andalucía será sustancialmente menor de lo observado hasta la fecha”.

“La falta de dinamismo de otros sectores sugiere que mantener las tasas de creación vistas hasta la fecha será más difícil” en pleno parón del turismo. “Este fenómeno es particularmente visible en las demarcaciones de Alicante, Málaga, Cádiz y Almería, en las que la composición sectorial está hoy mucho más sesgada hacia la hostelería” que cuando arrancó la recuperación.

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