La caída en las ventas del otrora omnipotente iPhone ha provocado que Apple haya decidido pegar un importante cambio de rumbo, desde la fabricación de dispositivos a la venta de servicios. Pese a todo, ese giro, decisivo sin duda, no va a significar en que se vayan a olvidar del smartphone que le ha dado a la compañía un puesto entre los gigantes bursátiles más importantes del mundo.
Apple quiere (necesita) seguir vendiendo iPhones, muchos iPhones. Y eso, con todos sus mercados de referencia casi agotados, les deja una dirección evidente: explotar aquellos en los que todavía hay un importante margen para crecer. De todos ellos, el más atractivo es India.
El subcontinente indio es lo que fue China antes de que el gigante asiático fuera trillado definitivamente. Una población ingente, una economía en continuo crecimiento y muchas oportunidades para entrar en un mercado, el de la venta de smartphones, con un potencial que en Cupertino no van a dejar escapar.
Por eso han encargado al principal proveedor y fabricante del iPhone, la taiwanesa Foxconn, la apertura de una planta de producción al sur de Chennai con todo lo necesario para producir en cadena el teléfono.
Según explica Bloomberg, Foxconn ha destinado 300 millones de dólares, casi 270 millones de euros, para adecuar las instalaciones y sumar así la producción de los últimos modelos del iPhone, el Xs y el Xs Max, a la fabricación de los otros dispositivos de la marca que ya se ensamblaban en India, la mayoría de ellos de generaciones pasadas como el 6s o el 7.
Trasladar la producción a India responde a un razonamiento ante el que hay poco que objetar. Fabricar allí permite a Apple ahorrarse la tasa del 20% que impone el Ejecutivo local a las importaciones y, de paso, beneficiarse del 30% de exención fiscal por instalarse en el país.
Poco peso
Rebajar los costes es la única vía de Apple para conseguir una mayor relevancia en India. El año pasado se vendieron en el país 140 millones de smartphones, pero apenas 1,7 millones de ellos tenían una manzanita en el reverso.
Apple tiene una pírrica cuota de mercado del 1% en India, y la culpa la tienen sus altos precios. El incontestable dominio de Xiaomi demuestra que la fórmula del fabricante chino, con tecnología potente a precios muy bajos, es la correcta. Por comparar, un iPhone X cuesta 10 veces más que un Redmi Note 7.
Según los datos de Counterpoint Research, en los primeros meses del año 2019 Apple ha vendido apenas 150.000 iPhones en India, y las previsiones apuntan a que las cifras del segundo trimestre del ejercicio fiscal de la compañía, que se cerró en marzo, serán un 50% peores que hace 12 meses.
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