Francisco González, expresidente de BBVA, se ha mostrado muy crítico con la salida a Bolsa de Bankia y ha reconocido que recomendó a Rodrigo Rato que dimitiese.
"Rato creía que con 7.000 millones solucionaba la credibilidad de Bankia y los problemas de confianza en los mercados. Yo estimaba que entre 15.000 y 20.000 millones, en línea con Botín. Fainé habló menos pero tácitamente pensaba lo mismo", recordó González, en referencia a varios encuentros que los primeros espada de la banca llevaron a cabo el 4 y 6 de mayo de 2012, con el entonces ministro de Economía Luis de Guindos, horas antes de que Rodrigo Rato, al frente de Bankia, dimitiese.
Quisimos parar la salida a Bolsa de Bankia pero desgraciadamente no nos hicieron caso"
"Lo mejor era que dimitiera. Le dije que no iba a conseguir ese capital y que diera paso a una solución viable que pasaba por poner mucho dinero por parte del Estado. El ministro asintió y Fainé estuvo más dubitativo. Para mí fue una sorpresa que la dimisión fuera tan rápida", el lunes posterior al encuentro, el lunes 7 de mayo, ha recordado.
FG -como se conoce a González en el sector financiero- ha indicado que intuye que el Banco de España estaba al tanto de los planes de Rato, pese a que los grandes bancos mostraron sus dudas. En cualquier caso, sí ha subrayado que "en esas reuniones no estaba el Banco de España porque su posición era distinta, era ganar tiempo, buscar soluciones que no fueran dramáticas y que las cosas que fueran arreglando, pero los mercados actúan de forma rápida".
González se ha mostrado muy duro con el proceso de salida a Bolsa de Bankia. "Fue una mala decisión que ha hecho mucho daño a España. Y no sólo de los administradores", ha indicado en alusión a las instituciones públicas.
En su opinión, Bankia "valía nada o poco, pero no creo que hubiese dolo", por lo que rechazado considerar que hubiese engaño.
"Bankia valía nada o poco, pero no creo que hubiese dolo"
González ha asegurado que con su negativa a participar en la salida a Bolsa esperaba que se hubiese frenado. "Quisimos pararla pero desgraciadamente, no nos hicieron caso", ha lamentado.
El exdirectivo ha subrayado que "era una operación para salvar España, pero creo problemas mayores". Y ha recordado que "se nos invitó a ir a la ampliación de capital" pero que fueron "implacables" con su negativa.
"Nuestro técnicos veían precios muy por debajo de lo que calculaba la banca internacional. Y dijimos que no íbamos a ir a esa salida a Bolsa. Vimos que los inversores internacionales no habían puesto ni una sola orden. Si no estaban en una salida a Bolsa de tal magnitud, estaba claro que eso no valía nada y, por tanto, dijimos que no, y fuimos implacables.", ha manifestado.
Recibimos llamadas de todas las instituciones públicas y privadas pero fuimos implacables"
"Sabíamos que era complicado [decir que no] porque íbamos en contra de intereses de grupos económicos y políticos. Lo hicimos por defender intereses de los clientes, pero también porque pensaba que con nuestra posición podíamos parar la salida a Bolsa, pero desgraciadamente no nos hicieron caso", ha añadido.
"Recibimos llamadas de todas las instituciones públicas y privadas. Pero fuimos implacables. Que no estuviera BBVA era una señal muy negativa. El Banco de España mostró su interés y habló con altos responsables", ha indicado.
Comparecencia esperada
La comparecencia de González, ahora cuestionado por su supuesta relación con el excomisario encarcelado José Manuel Villarejo, es una de las más esperadas de entre los testigos, ya que fue acusado en varias ocasiones por parte del expresidente de Bankia Rodrigo Rato de haber forzado su salida del banco junto al exministro de Economía Luis de Guindos.
En su paso por el banquillo, Rato, actualmente en la prisión de Soto del Real por el caso las 'tarjetas black', reiteró que González habría sido el centro de una "conspiración" orquestada por el Gobierno para forzar su dimisión como presidente de Bankia. "El presidente de BBVA fue el primero en pedir que dimitiera y Guindos ratificó que tenía la misma opinión", declaró ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal.
Según relató el exministro de Economía Luis de Guindos, el 4 de mayo citó a Emilio Botín, de Santander; Francisco González, de BBVA; Isidro Fainé, de Caixa, y Rodrigo Rato, de Bankia para exponerles el nuevo real decreto por el que pediría más provisiones a los bancos. Rato pidió entonces una nueva reunión para explicar el plan de recapitalización que había preparado para Bankia, que De Guindos no tuvo tiempo de analizar, pero hacia el que González y Botín mostraron su "desconfianza".
De este modo, el actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) negó en su declaración que pidiese la salida de Rato en ducha reunión, ni que se analizara en profundidad el plan de recapitalización presentado, porque al día siguiente, el 7 de mayo de 2012, el entonces presidente de Bankia presentó su dimisión, y un día después le llamó para comunicarle su intención de no hacer efectiva la misma hasta la próxima junta de accionistas.
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