Una de las zonas más calientes de Madrid y de España a nivel inmobiliario se llama Barrio de Imperial, al suroeste de la capital pegando al Río Manzanares y a la M-30. Se trata de los terrenos sobre los que se asienta el Vicente Calderón, estadio del Atlético de Madrid hasta la temporada 2016-2017 que será demolido en los próximos meses, y la antigua fábrica de Mahou, derribada en 2011. Está casi todo listo: el pasado 4 de abril la Junta de Gobierno del ayuntamiento madrileño aprobó el último paso administrativo, la reparcelación del ámbito Nuevo Mahou-Calderón, así como un calendario de obras. Solo falta una cosa para nada baladí: un comprador para los terrenos.
"El Atlético podía haber cerrado un acuerdo con un comprador hace meses", señala un interesado. "Pero si no lo ha hecho es porque nadie ha querido ofertar lo que pide". El club rojiblanco de hecho ha cambiado de parecer a lo largo del proceso: de pedir casi 200 millones de euros (196 millones) por sus terrenos ha pasado a dividirlos en lotes de tres para su posterior venta. "Ningún inversor está interesado en vender luego a 6.000 euros el metro cuadrado con una situación económica incierta".
Lo cierto es que la prensa más especializada ha reflejado en los últimos meses el baile de aspirantes: la promotora Stoneweg, Solvia, Oaktree, las cooperativas Adue (afiliada a la confederación de cooperativas Concovi) e Ibosa... El resultado se dirimirá por concurso vía subasta, pero lo normal es que el equipo de fútbol llegue a un acuerdo verbal con alguno de los compradores que como mínimo iguale lo que solicita el club. Los problemas judiciales del Atlético de Madrid con la titularidad del flamante nuevo estadio, el Wanda Metropolitano, y la abultada deuda del club -reestructurada hace un año con su acreedor Carlos Slim, con pagos que van hasta 2027- convencieron al equipo que preside Enrique Cerezo para no vender todo en bloque y apresurarse con la operación, dicen los conocedores de los entresijos.
Al principio hubo hasta casi una veintena de interesados. "Los precios que marca el Atlético ahuyentan a los fondos de capital riesgo que persiguen unos márgenes de rentabilidad del 25%", señalan las fuentes. Para alejar todavía más a los aspirantes, el trozo de la autopista M-30 que el Atlético de Madrid tenía que soterrar irá finalmente cubierto, lo que no ha sido óbice para que el club pida 200 millones. Con todo, el equipo colchonero quiere cerrar la operación en los próximos meses, véase semanas.
El metro cuadrado vale en esa zona más bien 4.500 euros
La parte destinada a uso residencial asciende a 132.345 metros cuadrados, de los que tanto la empresa cervecera como el Atlético tienen una parte prácticamente idéntica. "Ahora mismo para la parálisis urbanística que vive Madrid, se trata de mucho suelo", confiesa otro agente inmobiliario. "Pero los interesados no creen que el metro cuadrado en el mercado valga 6.000 euros sino más bien 4.500".
Pero los inversores no las tienen todas consigo. Los signos de desaceleración planean sobre la economía española, de la que la capital madrileña es un perfecto escaparate. Los fondos recelan de que los precios de la vivienda se mantengan tan altos dentro de tres o cuatro años. El club está comercializando el suelo a través de la consultora CBRE. Un encargo que se produjo en septiembre de 2017 y del que no se conocen todavía avances.
El pasado 8 de abril -lunes- se abrió el plazo de incorporación de ofertas. Siempre según las fuentes, dos de los actores en liza se presentan como los más potentes: Stoneweg, con sede en Suiza y del que dicen que viene "pujando fuerte", y la cooperativa Ibosa, que en las primeras horas ha atraído a un centenar de cooperativistas, quienes han adelantado cada uno de ellos 10.000 euros por entrar en el negocio. Las cooperativas esperan cerrar con el Atlético un acuerdo para la compra de parcelas. Ibosa se llevó recientemente un residencial en un terreno al lado del selecto Parque del Retiro una muestra de la capacidad de compra de las cooperativas.
"El urbanismo fluye"
Cuestión distinta son los terrenos de la cervecera Mahou. Aún no hay un precio de salida, pero si todo va según lo previsto éste no tardará en aparecer. Los inversores esperan que Mahou San Miguel presente en un futuro próximo un "formato de concurso" más "atractivo". La primera parte que será urbanizada hacia el próximo mes de mayo o junio es el solar aledaño a la Plaza de Francisco Morano, un cruce de caminos importante en el barrio. Dicho solar lleva tiempo sin edificar, a la vista de los transeúntes.
La superficie total de los terrenos afectados es de 193.804,42 metros cuadrados de suelo. Se suman otros 14.705 metros cuadrados edificables para uso terciario (empresas, oficinas). Finalmente, 163.874 metros cuadrados serán redes públicas, entre dotaciones y zonas verdes. "Ahora Madrid fluye, el urbanismo de Madrid fluye", celebró la semana pasada el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, José Manuel Calvo.
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