Economía

El Gobierno alemán recorta a la mitad su previsión de crecimiento para 2019, hasta el 0,5%

La 'locomotora europea' se verá frenada por la incertidumbre del 'Brexit' y las tensiones comerciales

La canciller alemana, Angela Merkel, da un discurso durante un debate en el Bundestag. | EFE

Alemania, la mayor economía europea, crecerá este año al menor ritmo desde 2013, según ha reconocido el Ministerio de Economía del país germano, que ha recortado a la mitad su pronóstico de expansión del PIB en 2019, dejándolo en el 0,5%, frente al 1% anticipado el pasado mes de enero, como consecuencia del impacto negativo de factores externos como la incertidumbre que rodea el 'Brexit' y las tensiones comerciales.

De este modo, Alemania ampliaría a diez años consecutivos su actual fase de crecimiento, la más larga desde 1966, aunque el ritmo de expansión previsto por el Ministerio alemán quedaría por debajo de la media del 1,2% y supondría un punto porcentual menos que en 2018, así como el más débil desde 2013, cuando la economía germana creció un 0,5%, informa Europa Press.

De cara a 2020, el Gobierno germano prevé que la economía alemana recobrará parte del pulso perdido este año y registrará un crecimiento anual del 1,5%, en línea con la expansión del PIB en 2018.

"La desaceleración mundial por los conflictos comerciales y el proceso de 'Brexit' están teniendo un impacto negativo", señaló el ministro de Economía, Peter Altmaier, durante la presentación del nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno, aunque subrayó que "el ímpetu doméstico está intacto".

En este sentido, Altmaier defendió que el desarrollo positivo del mercado laboral, junto con las subidas salariales y las rebajas de impuestos y contribuciones, provoca un aumento notable de la renta disponible de los ciudadanos que sirve de base para el dinamismo de la demanda de los consumidores.

Asimismo, el ministro alemán expresó su confianza en que Alemania superará esta fase de desaceleración, destacando que el Gobierno "está invirtiendo a niveles récord en infraestructuras, educación e investigación", aunque admitió que "la actual fase de debilidad debe ser una llamada de atención".

En este sentido, Altmaier explicó que trabaja para mejorar la competitividad y fiscalidad de las empresas alemanas, así como en mantener el gasto social por debajo del 40% en el largo plazo.

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