Economía

ACS se lanza a vender luz para competir con las grandes eléctricas

ACS eleva su beneficio un 7,4% gracias al tirón del negocio de construcción.
Sede corporativa de ACS.

ACS ha entrado en el mercado de comercialización de electricidad con el lanzamiento de Eleia, su propia compañía eléctrica, con la que venderá la energía verde que genere su también recién constituida filial de instalaciones renovables Zero-E.

Eleia comercializará electricidad limpia tanto a particulares como a pequeñas y grandes empresas y, de esta forma, plantará cara tanto a las compañías eléctricas tradicionales como a los nuevos comercializadores de energía limpia.

El grupo que preside Florentino Pérez lanza su eléctrica con el objetivo de que se cuele en el 'top ten' de los comercializadores de energía en el horizonte de 2025.

En esa fecha, ACS prevé que Eleia cuente con 100.000 clientes residenciales, además de 50.000 pymes y cien "grandes cuentas", a los que venderá 6.400 MW, lo que le reportará una facturación anual de 1.200 millones de euros.

La firma con la que el grupo de construcción y servicios irrumpe en el mercado eléctrico venderá la electricidad que genere la también recién constituida Zero-E, su nueva filial de construcción y explotación de instalaciones de energías limpias.

En este caso, ACS prevé que Zero-E cuente con una cartera de instalaciones de 4.500 megavatios (MW) de potencia, fundamentalmente en España, pero también en el exterior, en el horizonte de 2022.

Ello será resultado de sumar a los 1.481 MW que el grupo tiene ya en explotación y construcción el paulatino desarrollo de su cartera de proyectos de 8.200 MW (entre ellos los 1.550 MW logrados en las últimas subastas celebras en España) y las nuevas oportunidades de negocio que surjan, que estima en 2.600 MW adicionales.

No obstante, la firma rozará los 10.000 MW de potencia en una segunda fase, una vez se aborde la construcción de toda la cartera de proyectos y el 'pipeline' con que cuenta en perspectiva.

La nueva filial de renovables de ACS, que el grupo además está sopesando sacar a Bolsa, abarca todo tipo de instalaciones renovables, desde parques eólicos y plantas fotovoltaicas, hasta plantas hidroeléctricas y termosolares.

Zero-E contará además con una diversificada presencia geográfica, dado que tendrá activos repartidos en todos los continentes, si bien España copará el 43% del total, por delante de Norteamérica (29%) y Latinoamérica (26%).

ACS enmarca el lanzamiento de estas dos nuevas compañías en la nueva apuesta que realiza por las renovables ante el auge que registra el sector por la reactivación en varios países, entre ellos España, de planes y proyectos de promoción de energías limpias.

Así, el grupo, que ya figura como uno de los primeros de infraestructuras de transporte del mundo, busca erigirse también en "referente global en el desarrollo de infraestructuras sostenibles".

ACS prevé que en 2025 estos dos negocios le reporten 5.100 millones de euros, 3.900 millones por la construcción y explotación de instalaciones y los 1.200 restantes por la venta de electricidad.

Ello a su vez impulsará las ganancias de Cobra, la división industrial en la que se enmarcará el negocio y que, de esta forma, alcanzará entonces los 10.000 millones de facturación, un 51% más respecto a los 6.600 millones previstos para 2019.

En una presentación a analistas, el grupo destaca las sinergias que generarán estas dos nuevas empresas filiales, que además apostarán por la digitalización.

En el caso de Eleia, prevé que sea una comercializadora "diferente" y suponga una "evolución" en el sector, dado que aprovechará la digitalización para ajustar la generación a la demanda a partir de la monitorización de los activos de generación y las instalaciones de consumo.

Negocio eléctrico

El grupo de construcción y servicios lanza su propia eléctrica después de que la pasada década, antes de la crisis, no prosperaran sus planes de integrar las entonces Iberdrola y Unión Fenosa mediante la toma de participaciones en ambas compañías.

ACS regresa a así al sector energético recuperando su apuesta por las renovables cinco años después de que en 2014 constituyera Saeta, firma con la que entonces agrupó y sacó a Bolsa la cartera de activos de generación de energía limpia que tenía y que finalmente vendió el pasado año.

Además, el grupo lanza estas nuevas firmas en paralelo al impulso que pretende dar a su negocio de construcción y explotación de infraestructuras de transporte, tras comprar Abertis en alianza con la italiana Atlantia también el pasado año.

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