Un gigante del aceite se tambalea. Deoleo, propietaria de marcas emblemáticas como Carbonell, Koipe u Hojiblanca se encuentra sumida en una profunda crisis que le ha llevado a una situación "insostenible", según defienden los analistas de la agencia de calificación Moody's, que este lunes han anunciad un recorte del rating que le otorgan a niveles de Ca, que reflejan su opinión de que el grupo que dirige Ignacio Silva esconde un elevado riesgo de quiebra.
"Moody's cree que la estructura de capital de Deoleo es insostenible y las perspectivas de recuperación del ebitda lentas e inciertas sugieren una probabilidad muy alta de una reestructuración del balance en los próximos 12 a 18 meses que podría ser perjudicial para algunos de los acreedores financieros de la compañía", advierten en la firma de calificación.
En cualquier caso, la decisión de Moody's pilla a pocos por sorpresa. La debilidad de Deoleo se ha convertido desde hace tiempo en un problema crónico que no da visos de mejorar y que ha llevado al mercado a dar la espalda al grupo: solo en el último año acumula pérdidas en bolsa superiores al 67%, que se elevan al 97% en la última década. Su valor de mercado se sitúa ya por debajo de los 80 millones de euros.
Tras perder un 67% en bolsa en el último año su valor se ha reducido por debajo de los 80 millones
Y los últimos resultados del grupo no han servido para recuperar el optimismo. Al contrario: la compañía aceitera ha experimentado un descenso de sus ventas del 18% en el primer trimestre, hasta los 132 millones de euros, mientras que su ebitda sufrió un recorte superior al 29%. Esta débil evolución del negocio queda magnificada en el resultado final, los tres primeros meses de 2019 han dejado un saldo negativo de 7,5 millones de euros, un 410% superiores a las sufridas en el mismo periodo del año anterior. Deoleo ha cerrado en números rojos todos los ejercicios desde 2013.
La compañía controlada por el fondo CVC se ha visto penalizada en los últimos tiempos por el descenso del consumo de aceite en algunos de sus mercados principales, como España o Italia, ante el paulatino abandono de la dieta mediterránea. Solo entre 2008 y 2017 el consumo doméstico en España se redujo cerca de un 20%, según un estudio realizado por la escuela de negocios EAE.
Los distribuidores de aceite han tratado de combatir esta situación impulsando su negocio internacional, pero en un entorno de fuerte crecimiento de la producción -en las últimas tres décadas la producción de aceite a nivel mundial ha crecido un 50%- la guerra de precios ha tornado en una dura realidad en el sector, afectando de forma destacada a mercados clave como Estadfos Unidos. Solo en el último año los precios en origen del aceite de oliva se han reducido en un 25%, afectando a todas sus variedades. El auge del consumo de aceites de marca blanca no hace sino agudizar este difícil entorno.
Ante esta situación, Deoleo se ha esforzado en los últimos años en trasladar al consumidor la importancia del consumo de aceites de máxima calidad y no fomentar la guerra de precios. "En opinión de Moody's, la estrategia de la compañía para centrarse en la publicidad, el marketing y la I+D para favorecer un cambio en la competencia desde el precio a la calidad requerirá tiempo para dar frutos", advierten en la agencia de calificación.
Deoleo debe hacer frente a una deuda que supera los 552 millones de euros, 38,9 veces superior a su resultado operativo
Tan complejo escenario se ve agravado en el caso de Deoleo por la pesada losa que supone su inmensa deuda, que supera los 552 millones de euros -unas 38,9 veces superior a su resultado de explotación del último ejercicio- y una delicada situación patrimonial, que la tiene hoy en día en posición de quiebra técnica y le obligará a llevar a cabo una reducción de su capital para reestablecer su equilibrio patrimonial.
En cualquier caso, los expertos consideran que esto representa poco más que parches en una carrera por asegurar una viabilidad cada vez más comprometida. "Según las estimaciones de Moody's, el flujo de caja generado internamente por la compañía durante los próximos 12 a 18 meses no será suficiente para cubrir los gastos por intereses, las inversiones publicitarias planificadas, los requisitos de capital de trabajo de temporada y los gastos de capital de mantenimiento", advierten en Moody's.
En medio de esta profunda crisis, Deoleo tendrá que hacer frente a importantes vencimientos de deuda a partir de junio de 2020 y el riesgo de reestructuración parece ir creciendo por momentos. En esta tesitura, los acreedores del grupo aceitero han contratado ya los servicios de Houlihan Lokey para estudiar posibles soluciones que, probablemente, pasarían por un canje de deuda por acciones, según publicaba recientemente el diario El Confidencial.
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