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El negocio de la final de la Champions: los pisos turísticos doblaron sus precios

La tarifa media de las viviendas que se reservaron esa noche alcanzó los 250 euros. Cuatro de cada cinco pisos anunciados consiguieron alquilarse el día del partido.

El Liverpool celebra su victoria en la final de Champions de Madrid. | europa press

La celebración de la final de la Champions League en Madrid fue una oportunidad de oro de hacer negocio. Negocio para las aerolíneas que trajeron a decenas de miles de aficionados del Liverpool y del Tottenham; negocio para bares y restaurantes de varias zonas de la capital,  negocio para los hoteles… Y negocio también para los pisos turísticos, que dispararon sus tarifas y aun así cuatro de cada cinco estaban alquilados aquella noche.

Airbnb, el gigante del alquiler turístico online y que controla en torno al 90% del negocio en la capital española, comercializó una oferta para la noche del 1 de junio de algo más de 10.500 pisos turísticos en Madrid (un dato que se refiere a casas completas, no a anuncios de habitaciones en pisos compartidos).

De toda la oferta comercializada, un total de 8.540 pisos fueron reservados para esa noche de la final de Champions, el 81% del total, según los datos para esa noche del portal Airdna –que analiza la oferta de Airbnb en ciudades de todo el mundo- a los que ha tenido acceso El Independiente.

Los dueños de los pisos turísticos elevaron sus tarifas aprovechando la alta demanda. El precio medio al que se alquilaron las viviendas fue de 250 euros la noche, casi exactamente el doble que los 124 euros de tarifa media durante el mes previo a la celebración de la final Liverpool-Tottenham.

Esos 250 euros fue la tarifa media de los más de 8.500 pisos que efectivamente se alquilaron aquella noche a través del gigante Airbnb. Pero el precio del total de la oferta en Madrid (incluyendo los 2.000 alojamientos que no se ocuparon) alcanzó los 302 euros, lo que implica que los pisos que quedaron libres contaban con precios aún mayores.

“Estos datos sugieren que los anfitriones de Airbnb de Madrid intentaron aprovecharla demanda provocada por los aficionados al fútbol, pero muchos sobreestimaron el varlo de sus propiedades e intentaron cobrar demasiado la noche del partido para conseguir una reserva”, explican fuentes de Airdna. “Si hubieran bajado el precio, podrían haber alquilado su piso con éxito”.

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