La inestabilidad política española sigue sumiendo de inquietud el panorama empresarial. A pesar del sólido crecimiento que sigue registrando la economía nacional, los directivos de las grandes empresas se muestran preocupados por el riesgo de que la parálisis política acabe desbaratando el positivo escenario actual.
En este escenario, han sido varios los llamamientos a los partidos políticos para que sean capaz de desbloquear la situación. Y a este coro de voces se ha unido este viernes el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, quien ha instado a los líderes políticos a "trabajar para poner remedio a esta situación".
El directivo de la entidad de origen catalán ha afirmado, durante la presentación de resultados del banco en el primer semestre del año, que "la falta de gobierno no es una buena noticia", pero se ha mostrado esperanzado en que tras el fallido intento esta semana de Pedro Sánchez para resultar investido presidente se pueda alcanzar un acuerdo en las próximas semanas que evite una nueva llamada a elecciones.
Gortázar confía en que los políticos puedan alcanzar un acuerdo antes de acudir a nuevas elecciones
"Se ha perdido una primera oportunidad, pero tenemos unos representantes políticos elegidos por la ciudadanía y creo que es su obligación trabajar para formar un gobierno. Tienen por delante dos meses y yo espero y confío en que se pueda llegar a un acuerdo", ha apuntado.
Gortázar ha evitado pronunciarse sobre sus preferencias para conformar un Ejecutivo, porque, señala, "nuestra obligación es centrarnos en nuestro trabajo y ponernos a disposición de un futuro gobierno o del gobierno actual en funciones para aquello en lo que podamos ayudar".
Las preocupaciones del principal ejecutivo de CaixaBank no se centraron, únicamente, en la situación política española, sino también en el desafiante escenario de tipos de interés en la Eurozona, que somete a una elevada presión los resultados de la banca.
El coste del ERE
La entidad española anunció este viernes que cerró el primer semestre de 2019 con un beneficio de 622 millones de euros, un 52,1% menos que en el mismo periodo del año anterior. Este brusco descenso estuvo motivado por la asunción de un coste neto de 685 millones de euros relacionado con el ERE recientemente aprobado por la entidad y que supondrá la salida de 2.023 empleados, que está previsto que abandonen el grupo ya en el mes de agosto.
Sin este impacto, el resultado habría mejorado un 0,7%, apoyado, según las palabras de Gortázar, en un "muy buen rendimiento comercial". Sin embargo, la primera respuesta del mercado a estas cuestas ha sido bastante negativa, con la acción de CaixaBank restando alrededor de un 6,5%.
El consejero delegado del banco se aferra a la volatilidad de los mercados y achaca buena parte de la reacción de los inversores al difícil entorno para la banca europea confirmado este jueves por el BCE, aunque entre los expertos se han alegado cuestiones como la debilidad de los ingresos de seguros o el deterioro del margen de la clientela para justificar la mala acogida a las cuentas.
Los resultados de CaixaBank descendieron un 52% a causa de los costes derivados del ERE
En cualquier caso, desde el banco defienden que su buen trabajo en el área comercial, plasmado en un crecimiento del 6,2% de los recursos de los clientes y un 2,7% del crédito (con fuerte impulso del crédito a empresas), "no tiene un impacto positivo en las cuentas a corto plazo sino al contrario, por la situación de los tipos, pero estamos convencidos de que dará sus resultados a medio y largo plazo".
El margen de intereses, que refleja la evolución del negocio típicamente bancario, aumentó en el primer semestre un 1,9% en comparación a los primeros seis meses de 2018, hasta alcanzar los 2.478 millones de euros, gracias al incremento de los ingresos del crédito y a los menores costes de financiación retail e institucional.
En cuanto al margen bruto, que mide la relación entre ingresos y costes financieros, sumó 4.445 millones al cierre de junio, un 4,5% menos, aunque aislando el efecto producido por diversos cambios de perímetro habría crecido un 1,3%, aclara el banco.
Los ingresos por comisiones se situaron en 1.248 millones, un 3,5% menos en la comparativa interanual, y en particular las comisiones bancarias, de valores y otros alcanzaron los 719 millones, un 3 % menos, impactadas por menores operaciones singulares en banca de inversión.
Asimismo, los resultados de las entidades valoradas por el método de la participación disminuyeron 294 millones de euros (un recorte del 58,4%) respecto al primer semestre de 2018, principalmente por la no atribución en 2019 del resultado de BFA y Repsol, que supuso 312 millones en 2018, aunque el banco añade que, excluyendo este efecto, la evolución de este epígrafe sería positiva (un 9,4%)
En esta línea, CaixaBank precisa que culminó la venta de su participación en Repsol en el segundo trimestre de 2019.
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