El colapso que sufrió este lunes la moneda argentina ha vuelto a confrontar a los mercados con sus peores pesadillas. El viraje político que se avecina en el gigante del Cono Sur ha encendido las alarmas de unos inversores que empiezan a valorar la posibilidad de que el país acabe incurriendo en un impago de sus obligaciones internacionales, que firmas como Bank of America consideran ya bastante probable.
Este escenario representa, obviamente, un varapalo para las empresas españolas con más presencia en la región. Firmas como Prosegur y Prosegur Cash, Codere, BBVA o Telefónica encajaron la situación con sonoras caídas en bolsa, que evidencian la inquietud de los inversores por una situación que podría hacer mella en sus cuentas. El temido deterioro de la economía argentina supondría, sin duda, una rémora para sus respectivos negocios en el país. Pero antes que eso, el mero hundimiento de la moneda amenaza con hacer un roto a sus cifras en el país, que ya vienen padeciendo el efecto de una moneda en caída libre desde hace varios trimestres.
Pero no sólo es la moneda argentina la que pone en vigilancia a las cotizadas españolas. Junto al peso argentino, este lunes divisas como el real brasileño, el peso mexicano o el peso colombiano sufrieron caídas contundentes ante la huida por parte de los inversores de los activos considerados de mayor riesgo.
Las monedas latinoamericanas pierden más del 7,5% de su valor en cuatro semanas y más de un 40% en un lustro
Este descalabro de las monedas latinoamericanas no supone, ni mucho menos, un resbalón puntual sino que viene a agudizar una marcha descendente que se ha hecho particularmente evidente en las últimas cuatro semanas. Las preocupaciones sobre la salud de la economía global, las incertidumbres desatadas por la guerra comercial entre China y Estados Unidos, amén de los problemas particulares de países como Brasil o México -además de Argentina- han sometido a una intensa presión bajista a las monedas de estos países.
El índice JP Morgan Latin America Currency Index, que mide el desempeño de las monedas de la región acumula un retroceso en las últimas cuatro semanas superior al 7,5%, rozando sus niveles más bajos en los últimos cinco años, según los datos de Bloomberg, y frustrando así los amagos de recuperación protagonizados durante la primera mitad de 2019.
La devaluación de las monedas latinoamericanas es un factor de enorme repercusión para las cotizadas españolas. Las firmas del Ibex obtuvieron en la región en 2018 algo más de 82.000 millones de euros en ingresos, a los que se suman más de 9.500 millones registrados por otras compañías del mercado español. Estos números suponen más del 15% de su cifra de negocio total, lo que pone de relieve la importancia que tiene el mercado latinoamericano para las empresas españolas.
Sólo el retroceso experimentado por las monedas latinoamericanos en estas últimas cuatro semanas supondrían una pérdida de más de 6.400 millones de euros en ingresos para las firmas del Ibex sobre la facturación de 2018. Y la situación torna mucho más dramática si se tiene en cuenta que estas divisas han cedido de media más del 40% de su valor en el último lustro.
Es cierto que muchas de las empresas con negocio internacional mitigan estos riesgos con coberturas sobre las monedas internacionales con las que operan. Y también que, en ocasiones, el impacto negativo sobre sus ingresos se ve hasta cierto punto compensada por un efecto paralelo sobre sus costes. Pero no puede obviarse que el efecto de las divisas sobre sus cuentas se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los principales quebraderos de cabeza para las cotizadas españolas con mayor presencia en Latinoamérica, que dibujan un escenario mucho más benigno cuando presentan sus resultados a tipos de cambio constante que cuando asumen el efecto de la devaluación de estas monedas.
No es casualidad que alguna de las empresas más presentes en Latinoamérica se encuentren entre las más penalizadas sobre el parqué. Es el caso de Telefónica, que en 2018 ingresó en sus mercados latinoamericanos alrededor de 21.000 millones de euros, un 43% del total. Mercados como el brasileño o los que el grupo engloba en Hispan Sur (Argentina, Chile, Perú y Uruguay) cerraron el ejercicio con recortes de facturación superiores al 15%, en gran medida a causa de la depreciación de las monedas, que sólo en el último trimestre del año le restaron más de siete puntos porcentuales de crecimiento, según reconoció la propia compañía.
Los problemas económicos de México y Brasil impactan de lleno en las perspectivas de Banco Santander y BBVA
Otros grandes grupos del Ibex, como los grandes bancos, Santander y BBVA, también sufren con contundencia el desplome de las monedas latinoamericanas. Si la primera registró en la región más de 13.000 millones de euros de margen neto, con Brasil como su principal mercado, BBVA tuvo en en México la principal fuente de los cerca de 10.900 millones que obtuvo en Latinoamérica en 2018. Ambos países, las dos principales economías de la América Latina encaran problemas de calado. Brasil amenaza con caer en situación de recesión técnica si se confirman los indicios que apuntan a una contracción de la actividad en el segundo trimestre, mientras que México ha experimentado un evidente frenazo ante las incertidumbres generadas por las políticas de su nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador.
Resulta muy difícil ver sobre el parqué español compañías a las que no les afecte de lleno la coyuntura latinoamericana. Iberdrola, por ejemplo, facturó en 2018 unos 8.224,5 millones de euros en la región, con Brasil y México como la base de su negocio, mientras que Inditex, aunque no desglosa por países, obtuvo en el continente americano algo más de 4.000 millones de ingresos, de los que una parte no menor debió proceder de la América Latina. Mapfre, con más de 6.800 millones en primas o Naturgy, con unos 6.320 millones en ventas, son otras de las compañías del Ibex más impactadas por el declive de las monedas latinoamericanas.
Fuera del Ibex, compañías como Prosegur y Prosegur Cash, que sumaron el año pasado 2.042 y 1.360 millones de ingresos, respectivamente, en Latinoamérica; Codere, que rozó los 920 millones; Prisa, con casi 400 millones; o Dia, que publicó unas ventas brutas bajo enseña de 3.434 millones entre Argentina y Brasil, también se encuentran especialmente condicionados por esta situación. En sólo dos días, las acciones de Prosegur sufrieron un descalabro del 16,5%, mientras que las de Prosegur Cash fulminaron más del 20% de su valor.
La presencia en Latinoamérica ha sido durante años un valioso activo para muchas compañías españolas, que encontraron en la región una vía de escape y una fuente de crecimiento, ante las dificultades económicas registradas por España y, en general, por Europa, en los años posteriores al estallido de la crisis financiera. Sin embargo, en los últimos años, una serie de turbulencias económicas han impactado de lleno en varios de los principales países de la región, dejando su claro reflejo en la evolución de sus respectivas monedas, y convirtiendo la exposición a Latinoamérica en algunos casos en un lastre para el negocio y las cotizaciones.
No es casualidad que en los últimos tiempos compañías como Telefónica (Centroamérica), BBVA (Chile) u OHL (México) hayan abordado importantes desinversiones en la región.
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