Economía

España pierde 164.000 turistas británicos en pleno verano a las puertas del Brexit

El Gobierno revisa de urgencia los planes para frenar el impacto de una salida sin acuerdo de Reino Unido de la UE y dice que hay que “prepararse para lo peor”.

España pierde 164.000 turistas británicos en pleno verano a las puertas del Brexit
efe

El Reino Unido es el mayor mercado emisor de viajeros hacia los destinos turísticos españoles. Lo es ahora y lo ha sido desde que nuestro turismo tiene memoria. Y es que los turistas británicos llevan concentrando el mayor número de llegadas desde hace 60 años.

Tradicionalmente, y año tras año, cerca de una cuarta parte del total de turistas extranjeros que vienen a España proceden de Reino Unido. Así que el sector turístico al completo tiembla si las llegadas de viajeros británicos se resienten. Y desde el año pasado, en efecto, se resienten.

Reino Unido siguió siendo en 2018, con mucho, el principal mercado emisor, con más de 18,5 millones de viajeros, pero la cifra registró una caída del 1,6% en relación al récord de año precedente. Esto es, 300.000 viajeros menos. Y este año la historia continúa.

En plena temporada alta, en los meses de junio y julio, dos de los de mayor actividad en el sol y playa español, han venido 163.900 turistas menos procedentes de Reino Unido. En junio se registró un descenso del 5,3% y en julio de otro 2,2%. En lo que va de año, en los siete primeros meses de 2019, las llegadas de viajeros británicos han sido un total de 10,47 millones, un 1,6% menos que en el mismo periodo del año pasado.

El frenazo en las llegadas se produce a las puertas del Brexit, en plena crisis política en país después de la llegada a Downing Street del inefable Boris Johnson y con el temor de que la salida de la Unión Europea se produzca finalmente de manera abrupta

El turismo español tiembla ante la posibilidad de que, si la salida de la UE por parte del Reino Unido se produce finalmente sin acuerdo, se desencadene un batacazo de los viajes de los británicos, ante un eventual parón de la economía, una posible devaluación de la libra y –en el peor de los casos- que les se acabe exigiendo visado de entrada en los países de la Unión.

Los descensos de las llegadas de británicos se produce, además, en un contexto de recuperación de destinos turísticos rivales del Mediterráneo. Egipto, Túnez o Turquía están volviendo a captar grandes flujos de viajeros internacionales después de años de inestabilidad.

El pasado fue el sexto año consecutivo de España con récord de llegadas de turistas internacionales, con esos 82,77 millones de viajeros. Una cota –no sólo, pero también- alimentada durante años por el desvío de millones de turistas por la inestabilidad en algunos destinos rivales del Mediterráneo. En lo que va de 2019, España ha recibido algo más de 48 millones de viajeros internacionales, un 1,9% más en siete meses.

El Gobierno se “prepara para lo peor”

Con la posibilidad de un Brexit sin acuerdo en el horizonte, el Gobierno español maniobra para revisar de urgencia los planes de contingencia para frenar el impacto de la salida del antiguo socio de la UE. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ya diseñó un plan de respuesta para paliar el efecto económico de la marcha de Reino Unido, pero ahora puede que toque revisarlo.

El presidente Pedro Sánchez ha convocado esta semana a varios de los Ministerios más directamente implicados en minorar las consecuencias del Brexit a una reunión extraordinaria, según ha confirmado la ministra de Economía, Nadia Calviño, en declaraciones a la prensa tras inaugurar el congreso anual de la patronal tecnológica Ametic en Santander.

“Tenemos que estar preparados para lo peor. El presidente del Gobierno ha convocado una reunión extraoridinario para que los ministros más directamente relacionados con el tema pongamos al día la información, actualicemos nuestro análisis de cómo está evolucionando la situación y, si es necesario, prever mecanismos adicionales a los que habíamos previsto”, apuntó Calviño.

El Gobierno subraya que “ya tenía todos los deberes hechos” para prevenir el impacto del Brexit y tenía “toda la legislación necesaria para poder responder en una situación de necesidad o de emergencia”. Pero en plena crisis política en Reino Unido, el Ejecutivo español se prepara para revisar todos los planes por si ya no son suficientes.

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