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POLÉMICA SOBRE LA PROHICIÓN DE LOS DIÉSEL Y GASOLINA

Las petroleras culpan al Gobierno de la caída de la venta de coches por “asustar” a la gente

Repsol y BP alertan de que el debate sobre la prohibición de vehículos diésel y gasolina en 2040 hace que los conductores no sepan qué comprar y que el parque de automóviles sea en España cada vez más viejo y contaminante.

Un coche reposta en una gasolinera.
Un coche reposta en una gasolinera. | europa press

Las petroleras cargan contra el plan del Gobierno de dejar fuera del mercado los coches de combustión en 2040 en su estrategia contra el cambio climático. Las compañías energéticas, directamente afectadas por la polémica por ser las que producen y comercializan el combustible que consumen los coches que se dejarán de vender en dos décadas, culpan a la polémica que se arrastra desde hace un año de la caída de ventas de automóviles en España.

Las matriculaciones de coches se desplomaron en España el mes pasado un 31%, encadenan cuatro meses consecutivos en negativo, en lo que va de año la caída acumulada es del 9% y llevan ya un año de ralentización. Un parón que las petroleras entienden que es consecuencia directa de la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de incluir en la futura Ley de Cambio Climático que en 2040 todos los coches matriculados sean de emisiones cero.

“A veces se abren debates que son contraproducentes”, se ha quejado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en su intervención en el IV Foro de la Energía organizado por el diario ElEconomista. “Cuando se habla se prohibir algunas tecnologías en 2040 se asusta a la gente y no compra coches. Son debates no realistas y que son contraproducentes”.

Y es que este parón de las ventas, según el principal ejecutivo de Repsol, tiene precisamente el efecto contrario al que se busca con la pretensión de que no haya nuevos coches de combustión en veinte años en España. “El principal problema en España es que tenemos un parque automovilístico muy viejo. Si se demora la decisión de compra de coches nuevos, ese parque envejece más. Y los coches viejos consumen más y tienen mayores emisiones”.

Por su parte, el consejero delegado de BP en España, Luis Aires, ha admitido que el Miniserio para la Transición Ecológica ha ido modificando el proyecto de Ley de Cambio Climático para evitar “prohibir” determinadas tecnologías para pasar a promover otras que no tengan emisiones. Un matiz importante desde el punto legal y que evita problemas de competencia por la preferible neutralidad tecnológica de la legislación.

“Es urgente que se active la tramitación parlamentaria de la Ley de Cambio Climático para evitar la incertidumbre entre el público. Porque la incertidumbre está afectando a las ventas, hace que la gente no sepa qué coche se puede comprar y si van a poder circular con él”, ha apuntado Aires. En este sentido, el ejecutivo de BP ha subrayado que en un año la antigüedad del parque de automóviles español ha pasado de 12,4 a 12,8 años de media en un año.

La efímera “prohibición” del PSOE

Las críticas de las petroleras llegan en la semana en que se ha avivado la polémica sobre el fin de las ventas de coches de combustión, después de que se recogiera la intención de prohibirlas en 2040 en el programa de 370 propuestas del PSOE para una nueva investidura del presidente Pedro Sánchez y se rectificara la redacción del documento al respecto en apenas unas horas.

Hubo una auténtica modificación exprés del documento de propuestas del PSOE para buscar el apoyo de Unidas Podemos a la investidura de Sánchez. En la primera versión del programa de medidas se incluía un plan para “prohibir” la venta de coches de combustión en 2040.

Tras la polémica desatada, con críticas de los diferentes subsectores de la industria del motor, el Partido Socialista suprimió la palabra prohibir y ahora se apunta el objetivo de tomar las medidas necesarias para que “no más tarde” de ese año los turismos y vehículos comerciales tengan cero emisiones de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro.

El Ministerio para la Transición Ecológica trabaja en la elaboración de una Ley de Cambio Climático en la que se recogerá el fin de las matriculaciones de coches de gasolina y gasóleo en 2040. En las últimas versiones del documento ya se retiró el verbo “prohibir” para referirse al adiós de este tipo de coches con emisiones para sortear las advertencias de la Comisión Europea de que una ley en esos términos contravendría la legislación comunitaria.

Fuentes próximas al Partido Socialista achacan el lío provocado el pasado martes por la recuperación del verbo “prohibir” a una mera confusión en la redacción del texto para hacerlo más directo y claro, pero que el objetivo de un futuro Gobierno socialista se mantiene en cuanto a introducir en una futura de Ley de Cambio Climático los matices que exigía Bruselas para no poner pegas a la norma.

Y es que en los últimos borradores de proyecto de Ley de Cambio Climático, para ajustarse a la normativa comunitaria y respetar la debida neutralidad tecnológica, ya establecen que se “tomarán todas las medidas necesarias” para que “no más tarde de 2040” los únicos coches no comerciales que puedan venderse tengan emisiones de CO2 cero.

De manera textual, no se prohibirá la venta de coches diésel y gasolina, sino que sólo se permitirá los que no tengan emisiones, según confirman fuentes gubernamentales. Prohibir, pero sin prohibir. Porque de facto quedarían vetadas la comercialización y matriculación de turismos y comerciales ligeros de gasolina, diésel, de diferentes tipos de gas e incluso híbridos. Y, en principio, sólo estarían permitidos los coches eléctricos puros o los de hidrógeno, o cualquier otra tecnológica sin emisiones que se desarrolle en el futuro.

“Prohibiremos a partir de 2040 la venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono, excluidos los matriculados como vehículos históricos, siempre que se destinen a usos no comerciales”, recogía el documento de propuesta a Podemos antes de ser modificado.

En la nueva versión, corregida apenas unas horas después tras las críticas de las diferentes patronales del sector del motor, se incluyen muchos más matices. “Adoptaremos las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos, no destinados a usos comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0gCO2/km”, se apunta ahora. “A tal efecto, se trabajará con el sector y se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, que incluirán medidas de apoyo a la I+D+i.”

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