Dos años y setenta reuniones después, Endesa y los sindicatos de la compañía siguen sin sellar un acuerdo para un nuevo convenio colectivo. Las organizaciones sindicales, que ya convocaron en abril una huelga general coincidiendo con la junta de accionistas, no ocultan que estudiarán más movilizaciones si la eléctrica sigue “proponiendo sólo recortes” de las condiciones laborales de la plantilla.
Y aunque la amenaza de más protestas está presente, los sindicatos UGT, CCOO y SIE han presentado a la dirección de Endesa esta semana una propuesta común para avanzar hacia un acuerdo un nuevo convenio colectivo (el anterior expiró en diciembre de 2017). La propuesta llega cuando quedan apenas tres semanas para que Endesa adopte una medida que puede dificultar, y mucho, la consecución de un acuerdo.
Y es que hay un aspecto de las negociaciones crucial para la compañía que condiciona todos los demás y que se ha convertido en el gran escollo para un pacto. El gran choque entre dirección y sindicatos es la decisión de Endesa de suspender el consumo eléctrico gratuito del que se benefician unos 26.000 ex trabajadores del grupo ya jubilados y sus viudos o viudas. La compañía pondrá fin a la bonificación en el recibo de los jubilados el 30 de septiembre.
Endesa entiende que con la expiración del convenio también lo hace la vigencia de estos beneficios sociales para los jubilados, y dejará de pagar la electricidad de las casas de los ex. La electricidad gratuita está considerada una parte del salario en especie, así que con la expiración del convenio la plantilla actual (integrada por cerca de 9.000 empleados) ha consolidado esa parte en sus contratos, pero los 26.000 ex empleados se quedarán sin bonificación alguna en noviembre.
Hasta ahora, tanto los trabajadores como los ex empleados sólo se hacen cargo en su recibo de luz de los peajes regulados de la factura y de los impuestos, mientras que la parte del consumo eléctrico (entre un 35 y un 40% del recibo final) es gratuita. Para todos los jubilados ese enorme descuento se acabará en unas semanas si no se consigue in extremis un acuerdo para el nuevo convenio o la compañía no se pliega a un nuevo aplazamiento de la medida.
Cuatro veces más consumo gratis
Endesa ha propuesto a los sindicatos para alcanzar un acuerdo y cerrar el conflicto la posibilidad de rebajar el máximo de consumo eléctrico gratis del que se beneficia la plantilla y los jubilados, pasando y dejarlo en un máximo de 3.500 kilovatios hora (kWh) al año para todos. Actualmente algunos disfrutan de consumo gratuito ilimitado, otros de 30.000 kWh, otros de 20.000 kWh y otros de 15.000.
La propuesta común presentada por UGT, CCOO y SIE, a la que ha tenido acceso El Independiente, reclama que la plantilla actual como para los jubilados con un consumo gratuito de 15.000 kWh al año, así como una compensación para los empleados y ex empleados que tienen límites de consumo superiores a esa cota.
Esto es, los sindicatos reclaman cuatro veces más consumo eléctrico gratuito que el que hasta ahora ofrece la compañía. Además, las tres organizaciones sindicales han pedido a la dirección de Endesa que vuelva a aplazar la suspensión de la bonificación en especie a los jubilados y que no quite el descuento de luz mientras se siga negociando el nuevo convenio. De momento, la compañía sólo se ha comprometido a estudiar las demandas y la fecha del 31 de octubre como fin de la tarifa bonificada se mantiene.
Un ‘tesoro’ de 700 millones
Endesa recoge en sus cuentas unas provisiones de 711 millones de euros para hacer frente a los pagos futuros de los recibos de parte de los recibos de de los 26.000 jubilados. Si no hay acuerdo global para un nuevo convenio colectivo y para una solución al pago de la electricidad a los retirados, la eléctrica revertirá las provisiones millonarias y realizará una inyección en sus cuentas de esos más de 700 millones que irán a parar directamente a su resultado bruto de explotación (ebitda).
Según fuentes financieras, la oferta diseñada por la empresa sobre la electricidad gratuita (esos 3.500 kWh de consumo anual gratuito) serviría para rebajar esas provisiones desde los más de 700 millones actuales a sólo entre 100 y 150 millones. Pero si no hay acuerdo antes del fin de octubre, la eléctrica podrá revertir las provisiones en su totalidad.
Desde la compañía se esgrime que para negociar mejoras laborales y económicas en el nuevo convenio para los trabajadores en activo hace falta quitarse ese lastre millonario que suponen los beneficios sociales de los ex empleados. Desde los sindicatos se apunta que la oferta actual de la empresa contempla sólo una subida salarial del 1% al año durante la vigencia del convenio.
La propuesta común presentada por UGT, CCOO y SIE reclama, en este ámbito, una subida salarial del 3% retroactiva para 2018 y para cada uno del resto de años del convenio, hasta 2023, un incremento de las tablas salariales del 1,5%, una paga extra lineal para toda la plantilla del 1,3% de la masa salarial, un pago adicional y una paga de eficiencia en función de la rentabilidad de la compañía y una cláusula de revisión de los salarios si la inflación supera el 2% algún año.
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