La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ultima una gran reforma energética que amenaza con remover los cimientos del sector. El supervisor trabaja en 13 circulares para reformar la regulación que incluyen una fuerte rebaja de la retribución de lo que cobran las compañías por sus redes de transporte y de distribución tanto de electricidad como de gas natural.
Las grandes eléctricas y compañías gasistas se preparan para un verdadero hachazo de más de 1.000 millones al año a lo que ingresan por sus redes y que pagan todos los clientes con sus recibos de luz y de gas. Los grupos vienen redoblando en las últimas semanas la presión sobre la cúpula de la CNMC para intentar rebajar la intensidad de los recortes, advirtiendo de las consecuencias para la sostenibilidad de todo el sector, para sus cuentas y también para la propia calidad del servicio.
El presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, y su vicepresidenta, María Fernández, han mantenido quince reuniones en menos de un mes con algunas de las grandes compañías energéticas del país para abordar la reforma que viene.
Desde mediados de septiembre, presidente o vicepresidenta (y en algunos casos, ambos) se han reunido con Endesa, con Naturgy, con Enagás, con Redexis, con la patronal eléctrica Aelec, con Gas Industrial o con las pequeñas distribuidoras y productoras de Cide, entre otras entidades, según se recoge en la agenda oficial del organismo.
Unos encuentros que se suman a la veintena de reuniones que directivos de la CNMC ya tuvieron con los gigantes energéticos y con fondos de inversión entre junio y julio con los recortes como tema central.
La CNMC avisa: los plazos se cumplirán
Fuentes próximas a la CNMC apuntan en que esos encuentros los mensajes que el supervisor traslada son siempre los mismos: que los plazos previstos se van a cumplir, por lo que las reformas se aprobarán antes del próximo 31 de diciembre; y que los recortes de la retribución “ni serán excesivos ni serán insuficientes” para combinar los intereses de los consumidores, de los inversores y de las propias compañías.
Unos mensajes que el propio Marín Quemada refrendó ayer en un encuentro con la cúpula del Club Español de la Energía (Enerclub), el lobby en el que están representados todos los subsectores energéticos a través de las grandes compañías y de asociaciones empresariales. El presidente de la CNMC se encontró con altos ejecutivos de eléctricas, gasistas y patronales en la propia sede de Enerclub.
La CNMC lleva semanas haciendo una demostración de firmeza e insiste en que mantendrá su plan de recortes al sector -con pequeñas matizaciones fruto de la ola de alegaciones presentadas por las compañías interesadas- frente a las quejas de las compañías energéticas y las advertencias del Ministerio para la Transición Ecológica, ahora en funciones, que ha convocado la comisión de cooperación para abordar los puntos que considera que invaden sus competencias o incumplen sus directrices de política energética.
La CNMC debe aprobar todas las circulares antes del 31 de diciembre de 2019. Si incumpliera ese plazo, la ley establece que los recortes que el organismo prepara a la retribución que cobran las compañías por sus redes no podrían aplicarse y se renovaría la actual remuneración tanto en electricidad como en gas durante seis años. Los mandatos del presidente de la CNMC y de la mitad de la cúpula expiraron hace un mes. Su relevo no se podrá acometer hasta que no se forme nuevo Gobierno, pero todos los integrantes del supervisor mantienen todas sus funciones.
Los tiempos para cumplir los plazos legales son ajustados: actualmente todas las circulares están en proceso de consulta pública, la CNMC ha de estudiar las alegaciones de las empresas y los informes del Gobierno, aún debe pasar la normativa por el Consejo de Estado, y sólo después el consejo de la CNMC podrá aprobar definitivamente la nueva regulación. Cualquier dilación pondría en peligro las reformas.
Red Eléctrica, el grupo que gestiona las líneas de alta tensión y el sistema eléctrico en España, ha remitido una carta al presidente de la CNMC en la que reclama oficialmente el aplazamiento de las reformas y que inicie los trámites pertinentes para extender el plazo para aprobar las circulares. La ley establece que las circulares de la CNMC han de estar listas antes de fin de año, pero también establece que han de aprobarse con “suficiente antelación respecto de su entrada en vigor”. Y eso es lo que Red Eléctrica considera que el supervisor no va a cumplir ya que el organismo por los trámites que aún quedan por formalizar.
La CNMC propone unos recortes de la remuneración de las compañías energéticas por sus redes que pueden superar los 1.000 millones de euros al año y también apuesta por una rebaja de los peajes que se incluyen en la factura eléctrica de otros 730 millones cada año. Un hachazo para las empresas energéticas; pero cuanto mayor sea el recorte a lo que cobran estas compañías, en principio, mayor será la rebaja potencial de las facturas de luz y gas.
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