Las dudas vuelven a golpear al sector de automoción europeo. La advertencia de Renault de que sus ingresos caerán este año entre un 3 y un 4% por las débiles condiciones de mercado ha vuelto a poner de relieve las dificultades de un sector esencial para la industria de la región.
Los títulos del fabricante francés retroceden este viernes algo más del 12%, borrando toda su remontada de los últimos tres meses. La rebaja de las expectativas de rentabilidad ha azuzado el temor entre los inversores sobre la situación a la que se enfrentará la compañía el próximo ejercicio, cuando se espera que la ralentización económica siga haciendo mella sobre las ventas y las normativas europeas de emisiones obligarán a los fabricantes a incrementar sus inversiones para adaptar sus modelos.
De hecho, la propia Renault se ha referido a la necesidad de incurrir en importantes costes para ajustarse a las nuevas exigencias regulatorias como una de las claves de su decepcionante desempeño. "La regulación nos obliga a mejorar nuestros automóviles para cumplir con las nuevas normas de emisiones", explicó Clotilde Delbos, directora ejecutiva interina del grupo galo.
Ante estas dificultades, en el mercado vuelve a ponerse sobre la mesa la posibilidad de que Renault vuelva a explorar una nueva alianza como la que se planteó el pasado mayo con Fiat Chrysler.
Las inversiones que el sector debe asumir para adaptarse a la nueva normativa de emisiones agudiza sus dificultades
Es cierto que Renault ha padecido a lo largo del ejercicio dificultades particulares derivadas de las tiranteces en su alianza con Nissan, tras la detención del que fuera su máximo directivo, Carlos Goshn. Pero sus débiles perspectivas hablan aún más de una coyuntura general difícil, como señalaban recientemente los analistas de Banco Santander en un informe titulado "Más invierno que verano", en el que advertían de que los indicadores económicos apuntan a un deterioro de los principales mercados para la industria automotriz.
El sector de automoción se ha mostrado como uno de los más golpeados por las incertidumbres generadas por la guerra comercial, que, además, amenaza con afectarle directamente si, finalmente, Estados Unidos decide aprobar aranceles contra la importación de vehículos europeos.
"El sector está bajo la presión de tantos problemas que en realidad es bastante sorprendente cuando se observa su capacidad para ajustar la oferta y adaptarse. Como mencionamos en una nota anterior, el sector se está asomando a un ROCE (retorno del capital empleado) del aproximadamente 8%. Dicho ROCE está un poco por debajo de un WACC (coste medio ponderado del capital) de aproximadamente el 8,5%, aunque meritorio para una industria que se aleja de la tecnología de hace un siglo y se acerca al futuro con los coches eléctricos", comentan en Divacons-Alphavalue.
Por esta razón, el descalabro de Renault este viernes se veía acompañado por caída generalizadas -aunque mucho menos agudas- del resto del sector. Entre éstos destacaban los grupos españoles de componentes Gestamp, que cedía alrededor de un 2,3%, y sobre todo, Cie Automotive, que recortaba algo más del 5% y lideraba los recortes del Ibex.
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