Bankia se desmarca del debate de los depósitos. Después de que Banco Sabadell agitara la semana pasada la polémica con su defensa de que el cobro por el pasivo de los clientes es "casi inevitable", la entidad participada por el Estado ha rechazado adherirse a esa visión, mostrando su renuncia a cobrar a los clientes particulares: "Lo razonable, con estos tipos niveles de tipos de interés, es no traspasar el coste al cliente", ha asegurado el consejero delegado de Bankia, José Sevilla.

No obstante, Bankia ha reconocido que viene aplicando estos cobros desde hace varios trimestres a clientes institucionales y que el listón para cobrar a estos se ha ido reduciendo, en línea con la decisión adoptada por el Banco Central Europeo (BCE) de rebajar aún más los tipos de interés, medida que fue aprobada el pasado septiembre. En opinión de Sevilla, sin nuevas bajadas, lo normal sería que no se aplicaran estos cobros a más clientes.

Los responsables de la entidad nacionalizada han expresado estas valoraciones durante la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados del tercer trimestre de 2019. Bankia ha registrado en los primeros nueve meses del año un beneficio de 575 millones de euros, un 22,4% por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior y ha reiterado que no cumplirá sus objetivos de beneficio del plan estratégico hasta 2020.

El impacto del escenario de tipos negativos sigue penalizando la rentabilidad del banco

Aunque la entidad ha exhibido un crecimiento del margen de intereses y, con éste, del resultado puramente bancario, el impacto de los tipos de interés negativos volvió a hacer mella en algunos parámetros como la rentabilidad del negocio, que volvió a situarse muy por debajo del coste del capital, con el ROE en el entorno del 6%. "Es una realidad con la que tenemos que convivir y que nos debe llevar a repensar nuestro modelo de negocio para conseguir rentabilidad", observaba Sevilla, al tiempo que las acciones de Bankia sufrían un retroceso del 3%.

En este sentido, Bankia ha mantenido el foco en el crecimiento de áreas de negocio con mejores rendimientos. Así, el banco ha reforzado durante su liderazgo en captación de fondos de inversión -con cerca de 1.000 millones de euros en los últimos doce meses- y ha elevado en un 2,1% el volumen gestionado de planes de pensiones. Otras áreas como las de seguros o el negocio de tarjetas también han mostrado una evolución favorable durante los nueve primeros meses del año anterior.

Mientras tanto, el banco también ha mantenido el foco en la contención de gastos, favorecida por las sinergias obtenidas tras su fusión con BMN, de las que el banco ha vuelto a reiterar su previsión de que superarán lo estimado inicialmente. "Preveíamos que se situaría en torno a los 190 millones de euros y ahora esperamos que se acerque a los 210 millones", comentó Leopoldo Alvear, director financiero de Bankia.

Sin ocasión para la privatización

En estas condiciones, Sevilla ha vuelto a expresar su convencimiento de que el entorno actual de tipos de interés negativos "no es el mejor entorno de valoración para la privatización de Bankia. Estoy convencido que encontraremos un escenario mejor en el futuro".

Actualmente el Estado mantiene alrededor del 62% de Bankia y no está previsto que vaya a reducir esta participación en el corto plazo, menos en el entorno de inestabilidad política actual. Una situación que desde el banco consideran que no les afecta especialmente, aunque han admitido que "lo mejor para todos es que haya un gobierno cuanto antes, que empiece a gobernar y despeje un poco esta incertidumbre que se está instalando en la sociedad".

Bankia cree que los datos no respaldan el pesimismo creciente sobre la economía española

En cualquier caso, Sevilla ha defendido que los datos con los que cuentan sobre evolución de la actividad no justifican el clima de pesimismo en torno a la economía española que parece estar abriéndose paso. "No vemos una desaceleración mayor de la que era razonable", indicó.

El directivo tampoco ha querido entrar a valorar posibles fusiones, ya sea con Sabadell o BBVA o, como se ha planteado recientemente, con un banco internacional como ING.

Por último, el banquero también se ha referido a la próxima sentencia en el juicio por la salida a bolsa de Bankia mostrando su convencimiento de que, pase lo que pase, no tendrá un impacto sobre la reputación del banco. "Creo que la opinión pública ya ha pasado página", apuntó.