Orange se ha embarcado en una estrategia de diversificación para entrar en nuevos negocios. La teleco ya desembarcó en España en la actividad de la teleasistencia junto a Ilunión (el grupo empresarial de la ONCE) y también ofrece alarmas para el hogar de la mano de Tyco. En apenas un mes, a finales de noviembre, la compañía por fin estrenará su nuevo banco totalmente digital, totalmente móvil, Orange Bank.

El nuevo banco es el puntal de la estrategia de diversificación de Orange en el mercado español, un nuevo negocio crucial con el que quiere fidelizar a sus clientes de telecomunicaciones con servicios adicionales. Desde el próximo mes los clientes de Orange podrán contratar en la red de tiendas de la compañía cuentas corrientes, de ahorro o tarjetas bancarias con Orange Bank. Y en 2020 podrán hacerlo los clientes de otras operadoras de telecomunicaciones también.

Pero Orange pretende dar el próximo año un nuevo impulso a su estrategia para convertirse en una compañía multiservicio y se adentrará en negocios que no tienen nada que ver con sus actividades actuales. La compañía, comandada en nuestro país por Laurent Pallaissot, busca socios para estrenarse en el negocio de la energía y en el de los seguros para particulares y el hogar.

Orange busca ya activamente socios para empezar a comercializar servicios de electricidad y gas y también para desembarcar en la venta de seguros en España. Los planes pasan por entrar en la venta de productos energéticos y de seguros en 2020 y hacerlo a través de alianzas con una comercializadora energética y de una aseguradora, según confirman a El Independiente fuentes de la compañía. En ambos casos Orange utilizará su propia marca para vender los nuevos servicios.

Orange España ya ha activado de manera paralela ambos proyectos y se ha embarcado a realizar pruebas de concepto para asentar su estreno en los dos negocios en unos meses. Su intención es reforzar la fidelización de sus actuales clientes ofreciéndoles también en energía y seguros ventajas exclusivas sólo para ellos. La teleco cuenta actualmente con una base de unos 15 millones de clientes en España.

La caída de ingresos se agrava en España

Orange España sigue sufriendo caídas de sus ingresos en España y, de hecho, se agravan. La filial española de la teleco registró una facturación de 3.934 millones de euros hasta septiembre, con una caída del 1,2% en términos comparables y del 1% en términos reportados.

Pero los descensos se han intensificado durante los meses de verano, en plena batalla comercial por el fútbol en televisión. En el tercer trimestre del año los ingresos de Orange España se situaron en los 1.310 millones, con caídas del 2,2% en términos comparables y del 2,5% en términos reportados.

Desde la compañía se justifica la pérdida de ingresos en la dura competencia desatada en el sector de las telecomunicaciones en España, al calor del boom de las nuevas marcas de bajo coste. “Las marcas low cost han tenido una actividad muy fuerte gracias a sus promociones, lo que ha provocado un impacto en los ingresos de todo el sector. El valor total del mercado está bajando”, explicaba este martes Pallaissot en un encuentro con la prensa.

El 'low cost' destruye valor para todo el sector

Para el consejero delegado de Orange España, la revolución en el sector es que las operadoras de bajo coste se hayan lanzado a ofrecer tarifas convergentes (con teléfono e internet tanto móvil como fijo). “Marcas como Lowi [del Grupo Vodafone] o Digi han captado muchos clientes pero lo hacen con poco valor, a base de precio. Orange lo que quiere es crecer en valor. Los clientes que captamos y los que se quedan son los de más valor”.

Orange cerró el trimestre con más de 20.478.000 clientes, de los cuales 16.379.000 son de telefonía móvil (+0,5%) y 4.100.000 de banda ancha fija (-0,9%). En este sentido, la operadora destaca que más del 84% de los clientes de este último segmento tienen contratados servicios convergentes. La compañía destaca que ha finalizado septiembre con 3.147.000 clientes de fibra, un 15,6% más que en el mismo periodo de 2018, tras conseguir 79.000 altas netas en el tercer trimestre y 425.000 en un año. Un 77% de los clientes de banda ancha de la compañía están conectados ya a esta tecnología.

Orange TV, por su parte, ha alcanzado los 711.000 abonados, lo que supone un crecimiento de la base de clientes del 3,9% respecto al año anterior, tras lograr 47.000 clientes más en el tercer trimestre del año. El 17,3% de la base de clientes de Orange disfruta ya de sus servicios televisivos. La compañía subraya que la evolución de su negocio de televisión refleja "el buen comportamiento de las ofertas con fútbol de Orange, que tienen contratado entre 550.000 y 600.000 clientes, sumado a la calidad y variedad de su oferta de contenidos de televisión".

La operadora detalla que esta subida ha llevado un incremento de casi dos puntos del 'churn' (tasa de bajas) entre el segundo y el tercer trimestre, pero al mismo tiempo ha permitido un crecimiento secuencia de los ingresos medios por usuario (ARPU, por sus siglas en inglés) del 0,7%, hasta los 57,9 euros al mes.