El negocio de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) sigue creciendo en España. Los tribunales siguen concediendo nuevas licencias para coches que dan servicio a plataformas como Uber o Cabify. En el último año, el tamaño del parque de permisos oficiales ha vuelto a crecer, sumando 3.480 nuevos permisos hasta alcanzar los 15.943 en todo el país, un 28% más, según los últimos datos del Ministerio de Fomento correspondientes al cierre de octubre.

Desde que el Gobierno cedió hace justo un año a las comunidades autónomas y ayuntamientos las competencias (o la patata caliente) para gestionar el sector de las VTC, las compañías se están encontrando con algunas regiones y ciudades que imponen nuevas barreras y con otras que están facilitando su expansión. Entre las primeras, las nuevas normativas restrictivas Cataluña, Barcelona o Valencia; entre las segundas, las facilidades que encuentran en Madrid o en Andalucía.

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Madrid está a la cabeza del crecimiento de las nuevas licencias en España. La región ha sumado en el último año 1.987 nuevos permisos, concentrando así el 57% de las nuevas licencias entregadas en toda España en este tiempo. Frente a las nuevas normas restrictivas de otras regionales, la Comunidad de Madrid se ha negado a imponer periodos de contratación previa a las VTC a e incluso ha optado por liberalizar el taxi, con medidas como permitir compartir coche y pactar un precio cerrado antes del viaje.

Andalucía, que ultima una nueva regulación que también pretende dar facilidades a compañías como Uber y Cabify, ha sumado en el último año más de 600 nuevas licencias VTC, hasta alcanzar las 2.464 en toda la comunidad a finales de octubre. Con ello, Andalucía casi empata con Cataluña como segunda mayor región con más licencias.

El centro andaluz del sector de los vehículos con conductor es Málaga, donde se concentra más de la mitad de todos los permisos (con un total de 1.586 vehículos) y la práctica totalidad de las nuevas licencias (con más de 518 nuevas en el último año).

La Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona han capitaneado la puesta en marcha de regulaciones restrictivas al negocio de las VTC. El Govern regional impuso la contratación de los viajes con coches VTC con una antelación de 15 minutos y el Área Metropolitana de Barcelona aprobó un reglamento que eleva esa precontratación hasta 1 hora antes de iniciar el trayecto por el cliente.

Ante la nueva normativa, el gigante Uber suspendió a principios de año sus operaciones en Barcelona y Cabify las mantiene mediante una treta legal (sólo exige la contratación con antelación en el primer viaje de cada usuario, con el que suscribe un contrato de un año para no hacerla necesaria el resto de trayectos). Ambas normas están recurridas en los tribunales por parte de varias compañías de VTC para intentar tumbarlas.

En el último año, en Cataluña el parque de licencias de coches con conductor ha alcanzado las 2.475, tras sumar en el último año apenas 300 nuevas autorizaciones. La práctica totalidad de nuevas licencias se concentra en la provincia de Barcelona, que pasa en un año de los 2.036  a los 2.327 VTC. Cabify presumió en un comunicado este mismo miércoles haber eleva su presencia en Barcelona hasta los 800 vehículos.

El pasado junio la Generalitat Valenciana también aprobó una normativa que fuerza a los clientes a contratar los VTC con 15 minutos de antelación. Uber decidió abandonar Valencia, pero Cabify ha continuado sus operaciones en Valencia y en Alicante adaptando su modelo de negocio como ha hecho en Barcelona. La restricción está casi recién estrenada pues, y el parque de permisos ha seguido creciendo con fuerza. En el último año, las licencias operativas en la Comunidad Valenciana han crecido hasta un total de 647, casi un 50% más.

La ilusión del 1/30

El Gobierno habilitó hace justo un año mediante un decreto a comunidades autónomas y a ayuntamientos a regular las VTC. La normativa establece una especie de tregua, un periodo de transición, de cuatro años para que los ayuntamientos regulen el sector desde un punto de vista operativo (contratación, días de trabajo…). Pasado ese periodo de gracia las administraciones regionales y municipales podrán renovar las licencias, reducirlas o incluso anularlas

Actualmente la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre (LOTT) mantiene como límite para otorgar nuevas licencias VTC la ratio 1/30: una licencia VTC por cada 30 de taxi. Un límite formal, apenas teórica, que hace años que dejó de cumplirse de facto. Los tribunales han sido permitiendo la entrega de nuevas licencias solicitadas con anterioridad a la nueva norma, y a partir de ahora serán las CCAA las que podrán modificar esas proporciones.

La cota de casi 16.000 permisos de vehículos con conductor alcanzada en octubre en toda España está, sin embargo, más cerca de una ratio 1/4. En el mercado español hay un total de 63.184 licencias de taxi en activo, un 4% menos que hace un año, casi 2.600 licencias de taxi menos.

Superada desde hace tiempo con carácter general, sólo 11 de las 50 provincias españolas cumple con la ratio legal del 1/30. La cumplen fundamentalmente los territorios en que la presencia de VTC es inexistente o apenas residuales. Como Soria, que no tiene ninguna autorización VTC y sí 81 taxis; Zamora, con una sola VTC y 155 taxis; Palencia, con 3 VTC y 124 taxis; Jaén, con 4 VTC Y 406 taxis. Y también Albacete, Cáceres, Lugo, Huesca, Lleida y Vizcaya (en cuya capital Bilbao acaba de estrenarse Uber).

En el extremo contrario están Málaga, donde hay 1,7 coches VTC operativos por cada taxi. En La Rioja son 1,8 VTC por taxi. Y en Madrid, líder español en ambos negocios, acumula 15.633 licencias de taxi y 8.239 permisos de VTC: en total 1,9 de coches con conductor por cada taxista.