La cúpula de Endesa ha realizado en los últimos días una intensa gira por centros financieros de Europa y Estados Unidos para explicar los detalles de la última actualización del plan estratégico de la compañía para los próximos años. Las reuniones con grandes inversores y analistas se han sucedido en Londres, París, Fráncfort, Milán, Nueva York, Chicago y Boston, y en todas han preguntado sobre el impacto en su negocio de un futuro Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos.

La delegación de Endesa, comandada por el propio consejero delegado, José Bogas, ha tranquilizado a los inversores sobre la entrada en el futuro Ejecutivo de miembros de Unidas Podemos y ha garantizado de manera insistente la estabilidad de la futura regulación del sector y subrayado que no hay riesgos para la seguridad jurídica.

Los máximos ejecutivos de la eléctrica, controlada por la italiana Enel, se han topado con las dudas de los inversores sobre las intenciones regulatorias de Unidas Podemos. E incluso en uno de los encuentros en Estados Unidos la compañía tuvo que aclarar a preguntas de los inversores que no hay ningún riesgo de expropiación. “Podemos no nos va a expropiar”, zanjó la cúpula de Endesa, tras un requerimiento directo de información al respecto de un inversor en Chicago.

“El mensaje principal trasladado por la alta dirección de Endesa para tranquilizar a los inversores ha sido, no obstante, que el núcleo de los ministerios económicos va a seguir en manos del PSOE”, explican fuentes conocedoras del contenido de los encuentros. “La compañía ha estado subrayando la ortodoxia de Nadia Calviño y que escalará a vicepresidenta, y que está confirmado que seguirá Teresa Ribera al frente del ministerio que más directamente afecta al sector energético”.

Durante los últimos años, Podemos ha sido de largo el partido con un discurso más beligerante contra las compañías eléctricas. Los líderes podemistas han denunciado permanentemente los privilegios del “oligopolio” (las grandes eléctricas, entre ellas la propia Endesa), les ha señalado como responsables de las subidas del recibo de luz, ha cargado contra una regulación laxa con ellas por las “puertas giratorias” que encuentran políticos para ocupar cargos en las empresas…

Y en los programas electorales de Podemos se han incluido medidas que desde el sector energético se han venido calificando de agresivas, como la insistencia en crear una gran empresa pública de energía, imponer nuevas tasas a las empresas para penalizarlas por sus grandes beneficios con instalaciones ya amortizadas…

Pero ante la inquietud que muestran inversores internacionales sobre el posible impacto en el negocio de Endesa, la eléctrica no ha dejado de mandar un mensaje de tranquilidad y garantizar que el camino para los próximos años en política energética ya está marcado con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) diseñado por el Gobierno de Pedro Sánchez y que la ortodoxia económica está garantizada con Nadia Calviño y con las exigencias que vienen de la Comisión Europea.

La propia eléctrica italiana Enel, la dueña de Endesa con un 70% del capital, ya había mostrado abiertamente su tranquilidad al respecto hace unas semanas. Su consejero delegado, Francesco Starace, ya sentenció que “no preocupaba particularmente” la formación de un gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos en España.

Y, de hecho, el máximo ejecutivo de Enel incluso apuntó su deseo de que PSOE y Podemos “formen Gobierno”, de que “España tenga pronto nuevo Gobierno” y que los españoles “ojalá no tengan que volver a votar”. Incluso se mostró “contento” de que finalmente haya un acuerdo para desbloquear la situación política del país.