Algunas compañías eléctricas han preferido no esperar al último paso legal que prepara el Gobierno y han adelantado a sus clientes a la verdadera revolución que va a conllevar para los hogares el autoconsumo eléctrico. Los consumidores domésticos y las pequeñas empresas que han dado el paso de producir su propia energía podrán rebajar la factura gracias a volcar a la red la electricidad que no consuman.
El Ministerio para la Transición Ecológica aprobará de manera definitiva a principios de 2020 el mecanismo de compensación de esos excedentes que permitirá a los autoconsumidores ahorrar en su factura eléctrica. El largo proceso normativo y técnico ha venido bloqueando durante meses el inicio del sistema de compensaciones de manera generalizada. Pero un puñado de compañías eléctricas lo han puesto en marcha con anticipación.
La que se dio más prisa fue Holaluz. La normativa que abría la puerta a compensar a los autoproductores por la electricidad no consumida a través de su recibo de luz se aprobó en abril. Y en junio la comercializadora independiente ya puso a disposición de sus clientes con autoconsumo los descuentos en su factura de esa energía no aprovechada y volcada a la red eléctrica.
Lo hizo a través de una aplicación en la nube, Holaluz Cloud, en la que se guarda la información sobre la energía producida y la consumida. Hasta que esté en marcha el mecanismo oficial, la compañía comandada por Carlota Pi ofrece a sus clientes un importe mensual fijo personalizado, en función del tipo de instalación que tiene, el historial eléctrico y el histórico de consumo eléctrico. El importe medio que está aplicando a sus clientes en la factura se sitúa en torno a 10 euros al mes, según la estimación del grupo.
El paso de los datos reales
Iberdrola también se adelanta a la ley, y lo hace con dos modalidades de compra de la electricidad a sus clientes. Los que ya han registrado sus instalaciones de autoconsumo en los registros oficiales de su comunidad autónoma (de momento sólo unos 200) recibirán ya este mes la compensación en su factura con los datos reales de producción y de consumo eléctricos, y el descuento se hará con los precios reales del mercado de electricidad.
Los clientes de Iberdrola que ya tienen instalación de autoconsumo en casa, pero no la ha inscrito en el registro autonómico, recibirán una compensación fija de 10 euros al mes hasta que regulación oficial del Ministerio esté en marcha, lo que se prevé, en principio, para el próximo febrero.
Repsol, tradicionalmente petrolera, se convirtió hace poco más de un año también en compañías eléctrica. Y ahora acaba de lanzarse también al negocio del autoconsumo eléctrico vendiendo la instalación de paneles fotovoltaicas para hogares y pequeñas empresas, como adelantó El Independiente. Y su desembarco incluye compensar a los clientes por la energía que producen y no consumen desde el primer día.
Repsol se estrena en el autoconsumo con una oferta promocional, que tendrá una vigencia de un año desde el inicio del contrato, y que supone garantizar una remuneración de 5 céntimos de euro por cada kilovatio hora (kWh) producido y no consumido, en línea con el precio medio que ha registrado este año el mercado mayorista de la electricidad español. Además, la compañía ofrece a los clientes un bono de cinco euros al mes en su aplicación de móvil para hacer pagos Waylet.
EDP también ha empezado este mismo mes a bonificar la energía eléctrica que generan y no consumen con sus instalaciones fotovoltaicas domésticas, de momento sólo en forma de estimación de la propia compañía. Una promoción que la eléctrica mantendrá durante 2020 todo el tiempo que transcurra hasta que el Gobierno apruebe finalmente la nueva norma para regular formalmente estas compensaciones.
En dos meses, la ley del Gobierno
Fue el pasado abril –apenas unos meses después de tumbar el famoso impuesto al sol como primer paso- cuando el Gobierno aprobó un real decreto con el que allanaba la expansión del autoconsumo en España. Lo hacía abriendo la puerta a que hogares y pequeñas empresas pudieran ser compensados en sus facturas por la electricidad que produzcan y no consuman inmediatamente; haciendo posible también que varios vecinos de un bloque, varios edificios colindantes o varias empresas cercanas compartan una misma instalación de autoconsumo; y al tiempo despejando trabas burocráticas y administrativas que entorpecían la expansión de esta fórmula de generación y consumo.
Con la nueva norma, el Gobierno permitía la implantación de un mecanismo simplificado para que las eléctricas compensen a los autoconsumidores por la energía que generen y que no consuman de manera instantánea. Las comercializadoras descontarán de la factura de los usuarios la electricidad que aporten a la red y no consuman en su propio hogar o en su propia empresa.
Una medida que se realizará con condiciones. Sólo es aplicable a los usuarios que tengan instalaciones de menos de 100 kilovatios de potencia y siempre que la energía sea de origen renovable (para autoconsumo lo normal es que utilicen placas fotovoltaicas).
Además, los autoconsumidores que se acojan a este tipo de compensación (facturación neta) no podrán hacer negocio y obtener una remuneración monetaria por la producción, sino sólo descuentos en la factura. Los hogares y las empresas adscritas a este sistema verán rebajado su recibo hasta un máximo del 100% del componente de energía de su factura, que viene a ser un 35% del importe final.
En caso de que vierta más electricidad de la que realmente consuman, no recibirán una compensación mayor a ese descuento y en ningún caso la contraprestación será dineraria. Además, la compensación sólo afecta al componente de energía de la factura, y los peajes y cargos que se pagan como parte del recibo y los impuestos incluidos (en conjunto, aproximadamente un 65% del pago total) se seguirán abonando íntegramente.
Las comercializadoras de las cinco grandes eléctricas -Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y ahora también Repsol- que ofrecen la tarifa regulada de la electricidad, el denominado Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC), están obligadas a ofrecer estas condiciones a sus clientes y llevar el descuento hasta el 100% de la electricidad consumida. Los hogares con tarifa regulada y que sean autoconsumidores podrán ver rebajada en su factura toda la electricidad que aporten.
En cambio, las comercializadoras del mercado liberalizado –unos dos centenares- podrán pactar libremente con sus clientes las condiciones con que se desarrolla esta compensación. Las eléctricas, por ejemplo, podrán imponer a sus usuarios descuentos en la factura inferiores al 100% de la electricidad aportada previsto con carácter general y no tienen obligación de cumplir los requisitos máximos.
Los autoconsumidores que se acojan a esta modalidad simplificada no podrán obtener ingresos monetarios por verter electricidad a la red, sólo descuentos en el recibo. Los usuarios que sí que pretendan tener ingresos más allá de los descuentos en la factura, deberán constituirse jurídicamente como productor de energía, realizando los trámites y las declaraciones fiscales que exige la ley.
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