Hace tiempo que muchas explotaciones agrarias comenzaron a arrimar el hombro en la lucha contra el cambio climático. Una de ellas es Familia Torres, que ya ha puesto en marcha diversas iniciativas para promover métodos de trabajo sostenibles. Un botón de muestra es el tractor eléctrico que la compañía está probando ya en sus viñedos.

Se trata de un primer vehículo de pequeñas dimensiones apto para trabajar el viñedo, que ha desarrollado el fabricante francés Sabi Agri. Es el único, de momento, en Europa y puede suponer, según el grupo catalán de bodegas, "una revolución para la viticultura". Y "no sólo porque contribuirá a paliar los efectos del cambio climático gracias a la eliminación de los gases de efecto invernadero", aseguran desde la empresa, "sino porque comportará un cambio de mentalidad en la gestión del viñedo".

El ensayo se ha realizado con un tractor eléctrico modelo ALPO 4x4 en un viñedo cercano a la bodega de Familia Torres en Pacs del Penedès. La voluntad de la bodega es incorporar estos tractores en fase de pruebas en algunas fincas de Catalunya, con el objetivo de implementar gradualmente un nuevo modelo de viticultura, que sea más integrada y respetuosa con el viñedo, que preserve la biodiversidad y permita luchar contra el cambio climático.

Según Xavier Sort, director de producción de Familia Torres, “utilizar un tractor de estas características sería como trabajar la tierra con un caballo; es muy respetuoso para el suelo, que no se compacta ya que el tractor es muy ligero, y esto permite proteger la biodiversidad del viñedo”.

Un operario de Familia Torres trabaja en uno de los viñedos del grupo.

Para el director de cambio climático de Familia Torres, Josep Maria Ribas, “una de las principales ventajas del tractor eléctrico es que no emite CO2 y esto nos permitirá alcanzar nuestro objetivo de reducción de emisiones, que es del 30% en 2020 en comparación con 2008 y del 55% en 2030”.

El tractor eléctrico desarrollado por Sabi Agri tiene tracción en las cuatro ruedas y una potencia de 50 caballos eléctricos, que le permite ejecutar buena parte de las operaciones habituales de un tractor de combustión pequeño, pero utilizando diez veces menos de energía. Las baterías tienen una autonomía de hasta ocho horas y se cargan en menos de dos.

El tractor también dispone de unos paneles solares en el techo que ayudan a complementar la carga. Es un vehículo totalmente silencioso, compatible con accesorios estándar para el cultivo del viñedo, y se fabrica a medida de las necesidades de cada cliente, según sus fabricantes.