El sector turístico está sufriendo muy directamente el golpe de la epidemia del coronavirus, con un frenazo total de las ventas desde hace semanas y con un impacto directo obvio por las restricciones a los movimientos. Los hoteleros advierten ahora, además, de que la particularidad de su negocio obliga al Gobierno de tomar medidas particulares.

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) pide al Gobierno, tras la declaración del estado de alarma, que apruebe por decreto el cierre de “forma ordenada y escalonada” de los establecimientos turísticos mientras estos se vacían de clientes, a la espera de que puedan regresar a sus países de origen.

La Confederación agradece al Gobierno que no se recogiera en el decreto en que se establece el estado de alarma el cierre inmediato de los alojamientos turísticos, con el fin único de no verse obligados a echar a la calle a miles de turistas que aún permanecen en los establecimientos hoteleros, algunos incluso con residencia habitual en ellos.

La patronal del alojamiento turístico español (que agrupa a hoteles, apartamentos turísticos, campings y balnearios) subraya que los establecimientos hoteleros son responsables y darán un “servicio digno” a la espera de que los huéspedes puedan regresar sus lugares de residencia.

“¿Qué pasaría si los hoteles se hubieran incluido en el grupo de los establecimientos de cierre obligado por decreto?, ¿qué habríamos hecho con esos clientes?, ¿dejarlos en la calle y mandarlos a los aeropuertos incrementando el riesgo sin la garantía de un regreso seguro?, ¿cómo volverían a sus países sin una organización previa?”, apunta el presidente de Cehat, Jorge Marichal, quien insiste en que la actuación de los hoteleros españoles se rige por un ejercicio de responsabilidad.