Ante el aluvión de nueva legislación puesta en marcha para armar las obligaciones y restricciones incluidas en el estado de alarma, el Gobierno tiene que salir a aclarar algunos de los aspectos regulación improvisada y establecer excepciones para facilitar la aplicación de las medidas y evitar caer en contradicciones o vacíos legales.

El Ministerio de Sanidad publica hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una instrucción con criterios interpretativos sobre cómo pueden aplicar las administraciones públicas ciertas competencias especiales durante la emergencia y aclarar que no chocan con obligaciones impuestas por el Gobierno.

El Ejecutivo aclara que las comunidades autónomas pueden reabrir hoteles y otros alojamientos turísticos, incluidos los establecimientos de red pública de Paradores de Turismo, para reconvertirlos en hospitales o centros médicos de consulta para atender afectados del Covid-19.

Los gobiernos regionales pueden habilitar espacios para uso sanitaria en locales públicos o privados que reúnan condiciones necesarias para prestar atención sanitaria, ya sea en régimen de consulta o de hospitalización. Y a la vez el Gobierno central decretó el cierre de todos los establecimientos hoteleros y turísticos cuando se queden sin clientes o en el plazo máximo de una semana (un plazo que expira este jueves).

Para evitar confusiones, y dado que ya se están utilizando algunos hoteles como hospitales improvisados en algunas regiones, el Gobierno aclara que ambas órdenes no se contradicen y que incluso si los establecimientos hoteleros están cerrados las comunidades autónomas pueden ordenar su reapertura para utilizarlos como hospitales o centros de salud. “Esto permitirá que estos locales, situados en las cercanías de los centros hospitalarios, puedan ser utilizados para uso sanitario”, sin excepción.