El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y la Vicepresidencia de Derechos Sociales trabajan en una renta mínima. Un ingreso mínimo vital que tenga en cuenta a los hogares más vulnerables y que valore las realidades familiares diversas, con especial foco en las familias monoparentales.
El ministro José Luis Escrivá ha avanzado que la intención del departamento que dirige es que esa renta alcance el millón de hogares españoles. Esta cifra supondría un aumento de un 47% en el número de hogares que actualmente ya reciben una prestación de este tipo a nivel autonómico. Según los datos del Gobierno, en 2018 -último informe disponible- 679.180 hogares españoles percibieron una renta de inserción coordinada por una administración autonómica.
Estas cifras suponen que el 3,64% de los hogares es beneficiario de una renta mínima. Un porcentaje que podría aumentar hasta el 5,3% si se alcanza el millón, como ha indicado Escrivá. El ministro no ha querido adelantar a cuánto puede ascender esa prestación mientras que la cuantía media de las prestaciones autonómicas está en los 463 euros. Por otra parte, el informe que José Luis Escrivá dirigió cuando era presidente de la Airef, tomaba como referencia el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), actualmente en los 537,84 euros, para cuantificar la renta mínima.
Sin embargo, aunque aumente en casi dos puntos porcentuales el número de hogares que se podría beneficiar del subsidio en el que trabaja la Seguridad Social, queda lejos del número de hogares en riesgo de pobreza, el 24,4%, según datos del Banco de España. La entidad que dirige Pablo Hernández de Cos toma como referencia los criterios del Consejo Europeo a la hora de incluir a un hogar en riesgo de pobreza.
Esto es que se disponga de unos ingresos per cápita, en escala equivalente y después de transferencias, inferiores al 60% de la renta mediana del país; tener trabajando por debajo del 20% de sus horas potenciales al conjunto de los miembros activos del hogar menores de 59 años y/o cumplir al menos cuatro de las siguientes condiciones de carencia material: no poder hacer frente a los gastos de hipoteca, alquiler o suministros; no poder mantener la casa caliente; no poder hacer frente a gastos inesperados; no poder comer carne o proteínas regularmente; no poder ir de vacaciones; no poder comprar un televisor; no poder comprar una lavadora; no poder comprar un coche; no poder comprar un teléfono.
Si se cumple uno de los tres supuestos -renta, trabajo o carencia material-, se incluye al hogar entre la tasa de riesgo de pobreza. En 2018, 4,5 millones de hogares españoles cumplían con al menos uno de los requisitos. Se trata de una cifra que fue todavía más alta en los años de la crisis, pero que no ha vuelto a los registros precrisis, tal como recoge el informe La población en riesgo de pobreza o exclusión social en España, según la definición del Consejo Europeo, publicado por el Banco de España.
La renta mínima permanente tiene como objetivo reducir la tasa de pobreza de los hogares españoles, pero basándonos en la radiografía actual, incluso en un supuesto en el que alcance la cifra estimada por Escrivá, quedaría lejos de dar cobertura total. Pese a todo, en la comparecencia del ministro de este miércoles, insistió en que será una prestación "muy extensa" y que "reducirá la pobreza extrema".
Lo que se conoce de la renta mínima
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha insistido en que la renta mínima va a prestar especial atención a las familias monoparentales y estará diseñada por hogares. Y es que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), “el porcentaje más alto de riesgo de pobreza y/o exclusión social corresponde al tipo de hogar formado por 1 adulto con 1 o más hijos dependientes”, y es del 50%. El ministro cree que este tipo de familias será el 10% del millón de beneficiarios que se calcula.
Escrivá también ha afirmado que esta prestación no va a sustituir a las rentas autonómicas. “Nuestra intención es que añada, no que sustituya ni duplique", afirmó el ministro en una entrevista en El País y repitió en la Comisión de Trabajo. El ministro ha subrayado que el Ingreso Mínimo Vital irá acompañado de incentivos positivos para la entrada en el mercado de trabajo, y ha puesto como ejemplo la renta mínima que ya funciona en el País Vasco.
Escrivá explicó que su departamento tomará "ejemplos de los mejores sistemas europeos" y que estará lista "en semanas". Los planes del Ejecutivo se han acelerado y ahora plantea que esté en marcha a partir del próximo mes.
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