Hasta hace apenas tres semanas, era una nave industrial vacía. Ahora en ese local del polígono de Noáin, a apenas 7 kilómetros de Pamplona, una veintena de empresas locales se ha unido para convertirla en una factoría para producir a destajo respiradores artificiales para el tratamiento de pacientes con coronavirus. El objetivo es hacerlo por cientos.
La iniciativa RNC19 (Respiradores de Navarra Covid-19) está liderada por una start-up que nada tiene que ver con la industria sanitaria, que se dedica al desarrollo de sistemas para motorizar cámaras fotográficas y de vídeo. “Los equipos que desarrollamos para el movimiento de las cámaras tienen una base tecnológica similar a la de un respirador. Había que intentarlo”, explica Pablo Goñi, consejero delegado de Noxon.
Una semana para el diseño de la mecánica y la electrónica del nuevo respirador, otra semana para el acopio de material. En la tercera semana, la pasada, en esa nave en Navarra ya se fabricaron 30 respiradores y el plan, a la espera de la homologación definitiva de la Agencia del Medicamento, es superar los 500. Otros proyectos como éste, liderados en muchos casos también con empresas que poco o nada tenían que ver con el sector sanitario, se han multiplicado por España durante esta crisis.
Cuando empezó a descontrolarse la epidemia de coronavirus y los casos se dispararon, España se encontró sin capacidad de producción propia a gran escala de material sanitario básico. Empresas de muy diferentes sectores activaron una suerte de economía de guerra contra la enfermedad. Cientos de iniciativas que implicaban reconvertir líneas de producción o factorías completas para empezar a fabricar mascarillas de todo tipo, gafas y máscaras protectoras, batas desechables, electroválvulas y respiradores.
Reinventarse para frenar la epidemia
Varias de las grandes compañías del automóvil han reconvertido durante las últimas semanas sus plantas en España. Cuando el parón económico y laboral ha hecho que de las factorías no salieran coches, parte de las líneas de producción están sirviendo para fabricar material sanitario. En la planta de Martorell de Seat la línea del modelo superventas León ha servido para producir respiradores que funcionaban con ejes de cajas de cambios, con el motor adaptado de limpiaparabrisas, con elementos electrónicos de los vehículos…
Repsol produce ahora hidroalcohol en el centro del que salen los lubricantes para la moto de Marc Márquez
Hasta 150 empleados de Seat –en colaboración también con HP y Leitat- trabajaron en el diseño y en la puesta en marcha de la fabricación del nuevo modelo de respirador. “La motivación de todas las personas que participamos en este proyecto es ayudar de la manera que nosotros sabemos, que es fabricar en serie un equipo, esta vez para salvar vidas”, explica Nicolás Mora, del área de Producción de Seat Martorell.
Las plantas de Renault en Palencia, Valladolid y Sevilla, la factoría de Volkswagen en Navarra y las fábricas de Iveco en Madrid y Valladolid activaron hace semanas sus impresoras 3D para fabricar especialmente decenas de miles de unidades pantallas y máscaras protectoras, que han distribuido entre el personal sanitario, de residencias y a policías locales y servicios de Protección Civil de manera gratuita.
El Grupo Mondragón ha fabricado de urgencia cinco máquinas en China y las ha instalado en Vizcaya y Burgos, con capacidad para producir 10 millones de mascarillas al mes. Gigantes de la moda y la distribución, como Inditex y El Corte Inglés, y grandes corporaciones industriales como Grupo Antolín han adaptado talleres y factorías en España para activar la producción a gran escala de mascarillas y batas desechables, entre otros productos.
También lo han hecho cientos de pequeñas textiles o moda (Taymori, Discobolo Sport, Tayber, Maypol...) o del sector del mueble (Decoral Casa, Dynamobel, Tecni Nova, Valery Relax...), muchas coordinadas por la Fundación CEOE. Muchas de ellas mantendrán esta producción como nueva línea de negocio después de la crisis.
El centro de investigación que Repsol tiene en Móstoles tiene instalaciones destinadas a la fabricación de los lubricantes de competición que utilizan en sus motos Marc y Álex Márquez. En las últimas semanas los equipos se adaptaron para elaborar gel hidroalcohólico y donarlo a hospitales y centros sanitarios. La producción arrancó el 23 de marzo a un ritmo de 3.000 litros semanales, rápidamente se disparó a 10.000 litros por semana. El Grupo Armando Álvarez y Enplast, clientes habituales de Repsol, han donado los envases para el gel y hasta el momento ya se han repartido 30.000 litros de hidrogel en hospitales de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha.
También la industria de la perfumería y la cosmética han adaptado sus instalaciones para producir soluciones hidroalcohólicas, como la fábrica en Burgos de L’Oreal, la factoría de Barcelona de Puig o la fábrica de Madrid de Beiersdorf (Nivea). Y lo mismo sucede en el sector de las bebidas alcohólicas, con grandes grupos como González Byass, Pernod Ricard y Grupo Osborne reconvirtiendo parte de sus líneas de producción en España para fabricar alcohol sanitario e hidrogel, y con la cervecera Damm donando 200.000 litros de solución hidroalcohólica para que llegue a los hospitales.
El plan pactado entre las grandes del Ibex
En el peor momento de la crisis sanitaria, y ante la dificultad del Gobierno y las administraciones autonómicas para dar una respuesta rápida a la necesidad urgente de material sanitario, gigantes del Ibex decidieron coordinarse para activar compras millonarias de material por todo el mundo para donarlo al sistema de salud y para lanzar otras iniciativas para combatir la epidemia y sus efectos.
Inditex, Telefónica, Iberdrola, Endesa, Santander, BBVA y ACS decidieron coordinarse para comprar material sanitario y donarlo
Grandes grupos empresariales como Inditex, Telefónica, Iberdrola, Endesa, Santander, BBVA y ACS unieron sus fuerzas para activar de manera coordinada sus redes de proveedores internacionales, singularmente en Asia, y movilizar fondos de en torno a 25 millones de euros por compañía para compras de material y otras acciones vinculadas al combate de la crisis.
Las compañías compran el material, lo traen y lo donan en coordinación entre ellas y con el Gobierno para conocer las necesidades concretas y para efectuar la distribución del material donde haga falta en cada momento. Una iniciativa que ha tenido la fuerza logística de Inditex como auténtica columna vertebral.
La mayor empresa de España, la dueña de Zara, también se ha movilizado de forma decidida y ha puesto su red logística, una de las más potentes del mundo por su extensión y por la velocidad que puede imprimir a los desplazamientos -dos de las principales claves del éxito del imperio textil-.
Inditex ha estado realizando continuos vuelos desde China con material comprado por el propio grupo y por otros grandes grupos españoles y directamente por el Ministerio de Sanidad, y lo ha hecho de manera desinteresada sin coste cuando la compra es de terceros. En la primera semana de abril, según el último dato proporcionado por Inditex, la compañía había transportado hasta nuestro país 35 millones de unidades de protección sanitaria, entre aportaciones públicas, privadas y propias.
Inditex ha invertido hasta la fecha 25 millones de euros en la compra de material sanitario. Pero la mayor aportación la ha hecho la Fundación Amancio Ortega, del fundador y mayor accionista del grupo textil. Según las cifras aportadas, la fundación ha aportado hasta ahora 63 millones de euros. Esta partida se ha utilizado, fundamentalmente, para comprar respiradores, mascarillas para el personal sanitario, kits de detección del virus y otros equipamientos para hospitales.
Entre España y China se ha establecido un auténtico corredor aéreo sanitario con más de un centenar de vuelos de carga casi exclusivamente con material sanitario. A las decenas de vuelos operados por Inditex, se suman también el corredor establecido por Iberia, en colaboración con la patronal de tecnología sanitaria Fenin y el Grupo Oesía, entre Shanghai y Madrid, que ya ha operado más de una decena de vuelos sin ningún pasajero y con las bodegas llenas con más de 36 toneladas de material sanitario.
“Hay quien se queja de que las iniciativas de las grandes compañías buscan ser autopromoción, puro marketing. Pues bendito marketing porque está siendo de muchísima ayuda en esta crisis”, subrayan fuentes de uno de los grandes grupos empresariales del país. "Las compañías están dando la talla por pura responsabilidad".
Cientos de pequeñas empresas están ahora produciendo material sanitario. Algunas lo mantendrán como línea de negocio tras la crisis
Telefónica ha dedicado a tiempo completo un equipo de 50 personas de varias áreas de la compañía para conseguir adquirir traer material. El resultado es la adquisición de 150 toneladas de equipamiento sanitario (del que ya ha llegado una primera remesa de 52 respiradores invasivos, los dispositivos más críticos en este momento en la lucha contra el Covid-19). Además del material importado, Telefónica ha comprado ya a proveedores locales más de 200.000 pantallas faciales, que se están repartiendo en hospitales de todas las comunidades autónomas.
Telefónica también instaló la red de datos tanto del hospital temporal de Ifema como de los hoteles medicalizados en Madrid y junto al resto de grandes telecos se comprometieron a garantizar los servicios de telecomunicaciones sin problemas, en un momento en que el consumo de teléfono y de internet se ha disparado por el confinamiento y el teletrabajo, y a proporcionar gratis sus capacidades de big data y datos de geolocalización para los estudios de movilidad realizados por varios ministerios.
Las otras grandes operadoras también han arrimado el hombro. “Desde que empezó la pandemia empezamos a pensar cómo desde Orange podíamos contribuir a paliar los efectos de esta difícil situación para los enfermos y sus familias. Tuvimos muy claro desde el primer momento que queríamos contribuir haciendo lo que mejor sabemos hacer: llevando la tecnología a las personas”, apuntan fuentes de Orange España.
La operadora naranja, entre otras iniciativas solidarias, detectó la necesidad pacientes que estaban en aislamiento y no podían contactar con sus seres queridos y eso era un problema para su recuperación, y ya ha distribuido 10.000 dispositivos en hospitales y residencias de toda España para que las familias puedan hablar con sus abuelos y sus padres.
Vodafone, entre una batería de proyectos en plena crisis, se lanzó a reforzar la cobertura de la red en infraestructuras críticas, para las fuerzas y seguridad del estado, en hospitales tanto para pacientes como para el personal sanitario, en organismos oficiales… y también ha repartido de manera gratuita 30.000 sims para conexión móvil a hospitales, centros de mayores y a ONG.
Entre otras iniciativas, MásMóvil ha donado un millón de mascarillas sanitarias al Gobierno, ha repartido en hospitales 2.000 terminales móviles y 400 routers inalámbricos conectados con voz y datos para pacientes y personal puedan comunicarse, también ha cedido equipos para residencias de mayores, y ha distribuido teléfonos y tarjetas de recarga para que los servicios asistenciales puedan atender a personas sin hogar de manera telemática si es necesario por el confinamiento, además de participar en programas de donación de alimentos a ONG.
Energía contra el virus
Las compañías energéticas, en su calidad de gestores de servicios esenciales y de infraestructuras críticas, se volcaron desde el primer momento en blindar con protocolos especiales de seguridad sus redes eléctricas, de gas y de combustible, y garantizar suministros básicos para la sociedad. Y también han puesto en marcha proyectos para proteger a sus clientes con pagos aplazados de las facturas a la que se han acogido decenas de miles de usuarios.
Endesa destinará un presupuesto de 25 millones de euros, del que ya ha ejecutado o comprometido más de la mitad en compras masivas de mascarillas, respiradores, equipos portátiles de rayos X o de TAC, ofrecer el suministro de luz y gas de manera gratuita a hospitales de campaña y hoteles medicalizados, y donaciones directas a administraciones, proyectos de investigación sobre el virus y ONG.
Iberdrola ha realizado una compra de material sanitario por 25 millones de euros (450 equipos de respiración, 4,6 millones de mascarillas, 120.000 buzos de protección y 20.000 gafas de protección) en coordinación con las administraciones sanitarias y ha coordinado donaciones con diversas ONG en plena crisis. Y también ha reforzado el suministro a más de 350 hospitales de toda España, proporcionando incluso equipos electrógenos adicionales para garantizarlo. Además, para impulsar la reactivación económica desde ya, la compañía ha acelerado encargos a proveedores por 2.900 millones sólo en marzo y adelantará inversiones previstas hasta elevarlas hasta un récord de 10.000 millones este año.
Naturgy también se ha movilizado para hacer frente a la epidemia, suministrando electricidad y gas gratuitamente a los hoteles y residencias que cedan sus instalaciones para ser utilizadas por la Sanidad y ha reforzado la garantía de suministro en infraestructuras esenciales. Asimismo, ha puesto a disposiciones de todos sus clientes un servicio de atención médica por videollamada para evitar saturar los teléfonos públicos y ofrece reparaciones eléctricas y de gas gratis durante un año a todo el personal sanitario, de cuerpos y fuerzas de seguridad, el Ejército y bomberos. En paralelo, la eléctrica está adelantado pagos a proveedores que sean pymes y autónomos y efectúa el pago al contado para mitigar el impacto económico de la crisis.
Fondos millonarios de banca y seguros
Los dos grandes bancos han constituidos sendos fondos millonarios para la compra de material sanitario por todo el mundo y para financiar otros programas. Santander ha lanzado un fondo de al menos 25 millones -financiado en parte por el recorte de la remuneración de la alta dirección del banco y del consejo de administración- para traer material y para donaciones directas a administraciones y programas científicos para combatir el virus. La entidad, en paralelo, se ha abierto a aplazar pagos de hipotecas y préstamos, también alquileres de viviendas de su propiedad, ha anticipado abonos a sus proveedores…
BBVA, por su parte, ha elevado las donaciones para combatir el Covid-19, que se dedicarán fundamentalmente a la adquisición y entrega de equipamiento médico y a las ayudas a programas e iniciativas de organizaciones sociales locales. Varios aviones con material sanitario procedente de China ya han aterrizado en España, utilizando la fuerza logística de Inditex.
El gigante español de los seguros también ha arrimado el hombro contra la pandemia por varias vías. A la cabeza está la donación de cinco millones de euros que Mapfre realizó al principio de la crisis sanitaria para promover la investigación, para cubrir este otro frente que también exigía liquidez urgente
Por eso aprobó la donación de esos cinco millones al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El objetivo: acelerar los trabajos para combatir el virus desde los laboratorios. Más tarde, la multinacional que preside Antonio Huertas aportó 5,7 millones de euros al fondo sectorial constituido por más de un centenar de compañías del sector. En esa caja común para financiar la lucha contra la pandemia ya hay acumulados 37 millones.
A ese fondo común, otro de los grandes, Mutua Madrileña ha aportado 4 millones, pero ha puesto en marcha otras iniciativas hasta movilizar 50 millones de euros en total. El grupo destinará 25 millones para pagar parte de las primas de los asegurados de coche y moto que pierdan su empleo y a los autónomos que se vean obligados a parar su actividad, y otros 20 millones a iniciativas de apoyo a su red de proveedores con menos recursos, como anticipar a pymes hasta dos meses de la facturación que tuvieron con la aseguradora el año pasado. Asimismo, la Fundación Mutua Madrileña ha repartido material sanitario por importe de un millón de euros.
Grandes grupos de construcción y servicios también se han movilizado para lanzar iniciativas, en algunos casos millonarias, contra la pandemia. Ferrovial ha promovido un fondo al que la compañía aportará hasta 10 millones de euros y al que se sumarán también las donaciones de empleados, consejeros, accionistas y proveedores. Un fondo que destinará a donaciones de material y dinerarias al sistema de salud (ya ha repartido 320.000 mascarillas y 800 pantallas, entre otros equipos), centros de investigación, universidades y ONG. Y, entre otros proyectos, ha participado de manera altruista en la instalación del hospital temporal de Ifema, ha colaborado en la creación de la app de autodiagnóstico que utiliza el Gobierno y ha construido centros para realizar test rápidos sin salir del vehículo
Sacyr, además de hacer donaciones de material sanitario y también de una tonelada de comida a asociaciones de asistencia social, ha cedido equipos de limpieza para que los utilice la Unidad Militar de Emergencia (UME). Y también ha ampliado los equipos, las camas y la plantilla de los hospitales que gestiona como concesionaria en Madrid y Canarias.
ACS participa en la acción coordinada de grandes compañías del Ibex para comprar material sanitario para traerlo a España. El grupo también ha puesto en marcha en España acciones directas contra el coronavirus, como por ejemplo la labor de su filial Cobra de instalar la canalización de oxígeno y el suministro de gases medicinales en el hospital de emergencia montado en Ifema, en Madrid.
En paralelo, entidades deportivas también colaboran en la lucha contra la epidemia, como el Real Madrid cediendo el estado Santiago Bernabéu para convertirlo en centro de almacenamiento y distribución de insumos sanitarios procedentes de donaciones; o el Atlético de Madrid cediendo las cocinas del Wanda Metropolitano y su personal para elaborar comidas para los servicios sociales de la Comunidad de Madrid, o el FC Barcelona que ha puesto todas sus instalaciones y parte de su equipo médico a disposición de las autoridades sanitarias.
La primera línea del súper
Mercadona ha centrado su campaña contra el coronavirus en el reparto de productos de primera necesidad. A diferencia de otras grandes empresas españolas, el gigante de los supermercados no se ha volcado en destinar fondos a la compra de material sanitario.
Desde el inicio, Juan Roig apostó por el terreno que más controla y que le permite actuar con más rapidez. La compañía valenciana ha realizado numerosas donaciones a organizaciones con canales eficientes de distribución como Cruz Roja o los Banco de Alimentos de distintas ciudades. En algunas zonas, también se ha apoyado en entidades locales para garantizar el reparto. Los lotes entregados se componen fundamentalmente de alimentos de primera necesidad y productos de higiene y limpieza.
La cadena con más supermercados de España también es uno de los principales suministradores del hospital de emergencia instalado en Ifema (Madrid). Mercadona se ha encargado de suministrar artículos como champú, maquinillas o gel de afeitado o pasta de dientes.
De puertas adentro, la empresa ha ido tomando medidas desde que se decretó el estado de alarma para garantizar el abastecimiento de sus tiendas e intentar proteger a la plantilla y a los clientes. Y también ha decidido recompensar el sobreesfuerzo de sus empleados de estas semanas con el pago de una prima mensual del 20% del sueldo de cada trabajador.
Las subidas salariales para reconocer la sobrecarga de trabajo asumida por las plantillas ha sido una medida que se ha extendido en el sector de los supermercados y en el de los fabricantes de productos de alimentación. Auchan -la dueña de Alcampo- también dio un bonus del 20% a toda la plantilla en marzo, Carrefour aplicó una subida de 200 euros netos a todos los empleados, el grupo Dia, Lidl y Sánchez Romero repartieron un plus de 250 euros… Subidas que también han aplicado grupos de alimentación como Nestlé, Danone, la embotelladora Coca-Cola, el grupo chocolatero Valor…
Son miles las iniciativas empresariales volcadas en combatir y en hacer más fácil la crisis en España. Los gigantes corporativos desarrollan proyectos similares en el resto de países en que están presentes. Algunos de las pequeñas empresas también lo hacen. Las empresas que ahora producen respiradores en Noáin, en aquel polígono navarro, se mueven para ayudar también fuera. "Nuestro objetivo original era donar respiradores a los hospitales de Navarra y a otras zonas de España. Ahora tenemos la mirada puesta fuera de España", explica Goñi, de Noxon. "Hemos tenido contactos con Médicos Sin Fronteras para poder llevar los respiradores a países de África. Hay que ayudar donde haga falta".
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