Orange quiere entrar de lleno en la batalla por el bajo coste que está sacudiendo el sector en España. Las tarifas low cost convergentes (que incluyen al menos móvil y fijo, y en algunos casos también televisión) son las que están captando casi la mitad de los nuevos clientes y de los cambios de compañías en los últimos meses.
Orange España ya había desvelado su intención de lanzarse al negocio de bajo coste, en el que ahora no había puesto el foco, y su intención de hacerlo con el lanzamiento de tarifas convergentes en sus marcas más baratas, Simyo y República Móvil, que hasta ahora sólo ofrece tarifas de móvil. El grupo ya tiene oferta convergente en su otra enseña de bajo coste, Amena, pero ahora quiere extenderla a todas a todas sus marcas más baratas.
“El mercado en España está yendo al low cost, y es ahí donde tenemos dificultades porque no estamos presentes”, ha explicado Laurent Pallaissot, consejero delegado de Orange España, en un encuentro digital con la prensa por la presentación de sus resultados financieros trimestrales.
Orange ya había confirmado su intención de entrar de lleno en el bajo coste. Lo hizo el pasado febrero, y entonces apuntó que el lanzamiento de las tarifas convergentes de República Móvil y Simyo era cuestión de semanas y que, en cualquier caso, se produciría en el segundo trimestre del año. El nuevo cronograma que maneja la compañía pospone su entrada en el negocio de la fibra de bajo coste hasta el final de la desescalada, a las puertas de esa nueva normalidad que plantea el Gobierno tras el estado de alarma por el coronavirus.
“En la fase actual tiene poco sentido empezar”, apuntaba Diego Martínez, director del Negocio Residencial de Orange España. Así que los plazos que maneja ahora el grupo pasan por lanzar las tarifas convergentes de República Móvil a finales de junio –justo cuando el Gobierno prevé que se llegue en la mayor parte de España a la fase final de la desescalada- y esperar hasta septiembre en el caso de Simyo.
Orange España insiste en que está volcada en la rentabilidad, y en defender sus clientes de más valor a través de sus marca premium Orange y la del segmento medio Jazztel. Pero no puede perder la batalla del volumen y del bajo coste, en un momento en que sufre una sangría de pérdida de clientes que se marchan a otros rivales al calor de la batalla del low cost.
Orange está sufriendo ya en sus cuentas la guerra de precios que domina el mercado español y el cada vez mayor peso de los operadores de bajo coste. La compañía redujo un 2,4% sus ingresos en el mercado español en el primer trimestre del año, hasta los 1.287 millones de euros. Una caída que la compañía achaca al golpe que supone que el mercado se vuelque hacia productos de bajo coste, aunque presume de su “éxito comercial” en el trimestre con sus propuestas de alto valor.
Orange subraya que el buen comportamiento del segmento de tarifas más caras, gracias al crecimiento en los paquetes con televisión y de las tarifas con datos ilimitados, pasando de 48.000 usuarios en enero a 83.000 en marzo. Una buena marcha que ha permitido elevar a la compañía el arpu (ingreso medio por cliente) de la marca Orange en un euro en un año, hasta los 64,6 euros al mes.
En concreto, los ingresos por servicios minoristas alcanzaron los 910 millones de euros entre enero y marzo, un 4,6% más que el año anterior (aunque los ingresos de servicios convergentes cayeron un 2,4%, hasta 517 millones), mientras que los de servicios mayoristas aumentaron un 4,8%, hasta los 220 millones, y los procedentes de venta de equipos se redujeron un 6,3%, hasta 145 millones de euros.
Unos resultados en los que, según ha destacado el consejero delegado del grupo, no se ha notado apenas el golpe de la epidemia de coronavirus y el parón económico, ya que sólo se refleja en las dos últimas semanas de marzo. No obstante, Pallaissot augura que en las cuentas del segundo trimestre “seguro que sí que tiene impacto”, en las que se reflejarán previsiblemente “impagos, un distinto comportamiento de los clientes, la destrucción del tejido empresarial pyme…”.
Actualmente, el Gobierno ha prohibido las portabilidades (cambios de compañía manteniendo el teléfono) de las tarifas de fijo y las convergentes para evitar que un técnico tengo que ir al domicilio del cliente y evitar el riesgo de contagios, pero permite los cambios de empresa para tarifas sólo móvil. Orange apoya que este bloqueo se mantenga hasta que se levante el estado de alarma. “No vemos útil cambiar nada durante el estado de alarma. El día después, se vuelve a la normalidad. Nos parece lo más lógico, dado que esa normalidad está cada vez más cerca”, ha apuntado Pallaissot.
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