Iberia y Vueling preparan ajustes laborales para hacer frente al desplome de actividad provocado por el coronavirus y para ajustarse a una crisis larga, que las compañías auguran que se alargará para el sector aéreo hasta 2023. IAG, el holding que agrupa a ambas, ya había desvelado la intención de ejecutar 12.000 despidos en British Airways y ahora los recortes de plantilla se ciernen también sobre las aerolíneas españoles del grupo.

“La reestructuración será una necesidad a nivel de grupo de forma transversal. Todos tenemos que reestructurarnos, reducir nuestros costes fijos. Necesitamos disminuir los costes desde el punto de vista laboral también”, ha advertido Luis Gallego, presidente de Iberia, pero que a partir de septiembre se pondrá al frente de todo IAG como nuevo consejero delegado.

Actualmente, Iberia ha puesto en marcha un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para unos 14.000 empleados y Vueling también se vale de un recorte laboral temporal para 3.800 empleados. El objetivo es alargar los ERTE todo lo que sea posible legalmente, a la espera de los cambios normativos que prepara el Gobierno sobre las causas de fuerza mayor que justifican las suspensiones de empleo o reducciones de empleo por la epidemia de coronavirus.

“Después de los ERTE habrá que ver cómo ajustamos la plantilla a la capacidad con negociaciones con los distintos sindicatos con la compañía”, ha apuntado Gallego. Ahora mismo tiene las aerolíneas de IAG tienen la gran mayoría de su flota en tierra y sólo opera vuelos de carga, de repatriación y algunos de servicio público. La oferta de vuelos actualmente se ha hundido un 94%, y la previsión de la compañía es empezar a recuperar parte de la actividad en julio.

Las perspectivas de IAG pasan por una crisis para el sector aéreo larga y no espera recuperar los niveles precrisis hasta 2023, en el mejor de los casos. Ante esta perspectiva, “lógicamente vamos a tener un exceso de plantilla”, ha sentenciado el presidente de Iberia.

Iberia alcanzó un acuerdo con Globalia para comprar su rival Air Europa por 1.000 millones de euros. Una operación que parecía complicarse en la actual situación de parón de actividad y con perspectivas de una crisis larga. Sin embargo, desde IAG que el interés por absorber Air Europa persiste, pero plantea la posibilidad de revisar a la baja el precio.

“El sentido estratégico del acuerdo sigue estando en vigor, seguimos pensando que es una operación buena para el hub de Madrid”, ha apuntado Luis Gallego, que ha subrayado que el “acuerdo de venta tiene una cláusula de ajuste del precio” en caso de circunstancias excepcionales que afectaran al negocio.