De medida estrella de la anterior ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, a cumplir un año con 1.927 actuaciones completadas. Es decir, desde que entrase en vigor el 12 de mayo de 2019, los 800 inspectores de Trabajo han realizado menos de 2.000 inspecciones ante denuncias de empleados y sindicatos.
El objetivo de la cartera que ocupaba Valerio y que ahora ocupa Yolanda Díaz era la de acabar con las horas extraordinarias no abonadas, que en el 2019 eran cerca de la mitad, el 41,9% del total en el último trimestre del año. Sin embargo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de enero a marzo de 2020, las horas extraordinarias no pagadas fueron el 46,9%.
La medida entró en vigor mediante un real decreto ley que concedía dos meses de margen a las empresas para implementar ese registro. La norma daba manga ancha para aplicarse de múltiples formas. Sin embargo, esa falta de concreción provocó un cierto caos y avalancha de consultas a los expertos por parte de las compañías. La ministra llegó a afirmar que no se había “tomado en serio”. Tras las negociaciones de convenios, las empresas no empezaron a poner en marcha estos registros hasta pasado el verano, en la mayoría de los casos.
Los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo apuntan a que tras un año en vigor, la Inspección del Trabajo ha realizado 585 requerimientos y ha puesto de manifiesto 426 infracciones. “La Inspección de Trabajo, cuando detecta un incumplimiento de la norma, puede proponer una sanción o hacer un requerimiento; o puede hacer las dos cosas. Una sanción es una multa de ‘x’ cantidad de dinero y el requerimiento es un escrito en el que te obligan a adoptar una medida”, explica Jorge Travesedo Dasí, Socio de Sagardoy Abogados a este periódico.
“Lo normal es que las infracciones terminen en sanción”, apunta Isabel Esteban, asociada senior del Departamento Laboral de Garrigues.
Cifra baja
Con todo, ambos expertos coinciden en que el número de actuaciones no es muy elevada. “Son datos que no cuadran mucho con ser una prioridad”, afirma Travesedo. Este tipo de actuaciones, explica el socio de Sagardoy Abogados, suele producirse por una denuncia porque “es difícil que la Inspección sepa donde existe un incumplimiento”.
“Ha habido dificultades en su implantación y se ha dejado margen a las empresas”
Además, otro motivo que puede justificar la cifra relativamente baja de actuaciones es que “ha habido dificultades en su implantación y se ha dejado margen a las empresas”, explica Esteban.
Teletrabajo
El coronavirus ha modificado la forma en la que trabajan muchos españoles, de hecho, una encuesta de Funcas apunta a que alrededor del 30% ha optado por el teletrabajo. Sin embargo, las actuaciones de la Inspección del Trabajo han seguido la misma línea que en los meses anteriores.
Según los datos del Ministerio, entre el 1 de marzo y el 12 de mayo se han producido 326 actuaciones, 74 infracciones y 101 requerimientos. Son cifras en la línea de las que se han venido produciendo en los últimos meses en materia de registro horario.
Con todo, aunque el número de horas extraordinarias no pagadas siga siendo casi la mitad, según la Encuesta de Población Activa (EPA), la abogada de Garrigues considera que esta medida ha servido para “concienciar a las empresas” que buscaron soluciones desde el primer momento de su implantación.
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