El turismo trata de preparar una temporada alta que este año no será tal. Las empresas dan por hecho que se viene un mal verano, pero intentan evitar que se convierta en nefasto. La pandemia de coronavirus y las restricciones de movilidad han obligado al sector a una paralización total del negocio. Y cuando las compañías se encaminaban, aún un poco a ciegas, hacia la reapertura, se han topado con otro mazazo.
El Gobierno ha decretado esta semana que todos los viajeros que entren al país, sean turistas internacionales o españoles que regresan, han de cumplir con una cuarentena forzosa de 14 días sin salir de su casa o del hotel. Sólo pueden desplazarse para comprar alimentos o fármacos, ir al médico o por razones de fuerza mayor.
A todo el sector le pilló la noticia por sorpresa. Y noticia era literalmente, porque empresarios y representantes de la industria turística se enteraron por la prensa una vez ya oficializada, y no daban crédito a que se publicara la normativa en el BOE sin ningún aviso previo; no ya al sector, sino a la ciudadanía.
"No se ha podido hacer en peor momento, cuando las empresas turísticas están intentando preparar la reactivación, cuando íbamos a empezar a abrir, cuando se iba a empezar a vender para el verano", sentencia José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, un lobby que agrupa a una treintena de las mayores empresas turísticas de España, entre ellas Meliá, NH Hotel Group, Iberia, Globalia, Riu o Renfe.
No se ha podido hacer en peor momento, cuando íbamos a empezar a abrir, a empezar a vender", se queja el lobby Exceltur
El Ministerio de Sanidad justifica su orden de imponer las cuarentenas a todos los viajeros por "precaución para evitar que personas que tengan la enfermedad puedan venir a nuestro país". "Intentamos garantizar que todo el esfuerzo realizado en estas ocho semanas no se malogra importando casos [de Covid-19] de otros países", explicaba el ministro Salvador Illa. "El Gobierno no ha tenido para nada en cuenta cómo puede afectar esta medida al turismo", contrapone el vicepresidente de Exceltur. "Es una debacle".
De momento, España se ha encontrado con la respuesta airada de Francia, que ha replicado imponiendo una cuarentena idéntica para los viajeros españoles. Y que se suma a la cuarentena recién aplicada por Reino Unido, el mayor mercado emisor de turistas a los destinos españoles y que este verano se da directamente por perdido.
Las expectativas de reapertura del sector turístico tras meses de parón se han embarcado en las últimas semanas en una suerte de montaña rusa. Con el plan de desescalada por fases planteado por el Gobierno, la industria turística tenía la esperanza de que empezaran a suavizarse las limitaciones a los movimientos domésticos entre provincias y más adelante entre países europeos para recuperar parte de la demanda desaparecida.
De momento, la recuperación del viajero nacional se encuentra con la traba de que, con Madrid y Barcelona aún en Fase 0 (o apenas 0,5), los viajes a otras provincias de los dos grandes núcleos de población y mayores emisores de turistas domésticos se retrasan al menos hasta el 6 de julio. Y puede ser aún más tarde dependiendo de cómo evolucionen sus desescaladas.
El sector confiaba, además, en revivir al menos una mínima parte del contingente de turistas extranjeros sin el que en muchos destinos costeros el verano sería un desastre. La imposición por sorpresa de las cuarentenas para todos los viajeros procedentes de fuera de España puede convertirse en traba clave para los planes de reactivación del negocio en España que manejan aerolíneas, touroperadores y hoteles a expensas de la duración de la medida, sobre todo si llega hasta el verano.
Actualmente, las restricciones de movilidad por el estado de alarma impiden los viajes entre provincias y desde el extranjero, así que las cuarentenas para viajeros del exterior no tienen de facto impacto hoy en una actividad turística totalmente paralizada. Pero el problema es si la medida se alarga.
Para este año se anticipa una debacle económica en España, con una caída histórica del 9,2% según las propias previsiones del Gobierno por la parálisis de la actividad motivada por la epidemia y por las restricciones ligadas al estado de alarma. Y en esa caída tiene una influencia crucial el parón del turismo, auténtica locomotora de la economía nacional, con un peso del 12% del producto interior bruto (PIB) -aunque de manera indirecta del turismo depende cerca del 18% de la riqueza nacional- y de cerca del 13% del empleo.
¿Un verano con cuarentenas?
"Confiamos en que la cuarentena sólo se aplique durante el estado de alarma. La medida no ayuda a reactivar la conectividad, ahora que las compañías empiezan a hacer planes para recuperarla", apuntan fuentes de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), la patronal que agrupa a ochenta aerolíneas que operan en el mercado español. "Si se mantiene durante mucho tiempo va a desalentar a los viajeros extranjeros, va a restringir la demanda en lugar de animarla".
La cuarentena "estará en vigor todo el tiempo necesario. Probablemente toda la desescalada", avisa el ministro Salvador Illa
"Ningún turista va a venir para quedarse quince días encerrado", alerta Zoreda. "El ritmo de desescalada nos marcaba finales de junio o principios de julio como el inicio de la temporada de verano. Esperemos que para entonces la obligación de hacer cuarentena no esté vigente. Pero para salvar la temporada hace falta conocer con mucha antelación cuando va a suavizarse esta obligación, porque preparar la temporada requiere de una logística a las empresas y de la confianza de los clientes".
Los grandes touroperadores internacionales como TUI o Jet2.com están diseñando la recuperación de los viajes hacia destinos españoles de cara al verano, como también lo están haciendo las aerolíneas de toda Europa, como el gigante Lufthansa, Ryanair o IAG –que integra a Iberia y Vueling- que ya habían empezado a desvelar sus planes. De momento, los bosquejos de programas de reactivación se mantienen, pero la intensidad de la recuperación de la oferta de viajes en España va a depender de cuánto tiempo se mantenga la medida y, sobre todo, si llega al verano.
"Esperamos que se trate de una medida puramente coyuntural y que se aplique sólo mientras dure el estado de alarma, o mejor sólo durante la Fase 1 de la desescalada y no en la Fase 2", explica Ramón Estalella, secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat). "Los hoteleros necesitamos dos cosas: una, que desaparezcan los riesgos de contagio y que haya un entorno seguro para el turismo; y dos, que haya movilidad. La cuarentena puede que esté justificada desde el punto de vista sanitario, pero desde luego perjudica a la movilidad, y eso es muy dañino para el turismo".
La cuarentena forzosa arrancó este viernes y seguirá en vigor, en principio, hasta que dure el estado de alarma. La postura del Gobierno español, de momento, es de firmeza. El ministro de Sanidad ya ha apuntado que "estará en vigor todo el tiempo que sea necesario, muy probablemente durante toda la desescalada y el camino hasta la nueva normalidad". Sin embargo, en el sector turístico ha empezado a prender el optimismo de que las cuarentenas se retirarán rápidamente tras, según entienden varias fuentes de la industria de los viajes, el "rapapolvo" que ha llegado de Bruselas.
Agarrarse a Bruselas
Los tempos del Gobierno también han desconcertado al sector turístico. Otros países europeos han establecido cuarentenas forzosas –de diferentes intensidades y tiempos- a los viajeros procedentes del extranjero, pero Madrid la publicó en el BOE justo un día antes de la esperada publicación por parte de la Comisión Europea de un amplio paquete de propuestas para reactivar el turismo y el transporte y hacerlo de manera homogénea en toda la UE, con el objetivo declarado de salvar la temporada de verano.
"No será un verano normal, pero tampoco tiene por qué ser un verano encerrados en casa o perdido para el turismo", dice la Comisión Europea
Sobre todo, porque el pronunciamiento de Bruselas fue en sentido contrario y renegó de la imposición de "restricciones generales" a la libre circulación, como las cuarentenas a todos los viajeros, y apostó por "reemplazarlas por medidas específicas". Si se retoma el tránsito entre regiones o países con controles estrechos de la situación epidemiológica, con niveles similares de contagio y con la capacidad reforzada de sus sistemas sanitarios, como recomienda la comisión europea, entonces "no sería necesario tener cuarentenas", apuntó la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, este miércoles.
"Éste no va a ser un verano normal, pero si trabajamos juntos, tampoco será un verano encerrados en casa o un verano perdido para la industria turística", sentenció la vicepresidenta y comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager. Justo lo que reclaman las empresas turísticas.
Bruselas presentó una propuesta para que los Veintisiete emprendan una reapertura gradual de sus fronteras al turismo este verano. Un plan en tres fases: en la fase 0, la actual, los países imponen restricciones a la llegada de viajeros del exterior si no son viajes esenciales; en la fase 1 las restricciones se van levantando y se permiten desplazamientos por motivos profesionales, personales o por turismo en los países con una evolución positiva en su situación epidemiológica; y en la fase 2, se eliminarían todas las restricciones y controles en las fronteras internas, aunque se mantengan medidas especiales de seguridad sanitaria. Un levantamiento gradual de las limitaciones que, según sentencia la Comisión, debería emprenderse "lo antes posible".
"La propuesta de la Comisión Europea es un soplo de aire fresco para el sector. Es una señal contundente de la importancia estratégica que le da la Unión Europea al turismo y abre la posibilidad de que haya tráficos internacionales de turistas este verano", apunta Zoreda, de Exceltur. "Tras el plan de Bruselas el turismo español puede empezar a ver el vaso medio lleno, y plantearnos cómo lo terminamos de llenar. Con el anuncio del Gobierno de aplicar cuarentenas, estábamos con el vaso medio vacío y saliéndose el agua por las grietas".
De momento, Exceltur mantiene su estimación de golpe millonario para el sector este año. Los cálculos de la asociación empresarial anticipan que el golpe para el sector del frenazo de actividad será de 92.556 millones de euros, lo que supone destruir el 60,7% del PIB turístico alcanzado el año pasado. Una previsión que contempla el escenario de desescalada del Gobierno y, al menos de momento, implicaba que la recuperación de las ventas arrancaría en el mejor de los casos con la temporada estival ya comenzada y la normalidad no se recuperaría hasta el otoño.
Mientras otros países en Europa lanzan su reapertura y planes millonarios para el turismo, el sector nacional se queja de que España va en sentido contrario
Tras el varapalo de la cuarentena aprobada por el Gobierno y el espaldarazo de las propuestas de apertura de Bruselas, el lobby sectorial prevé modificar esas estimaciones. A la espera de que se concreten los planes de aerolíneas y touroperadores de oferta de vuelos a España este verano, en principio esas estimaciones se revisarán para mejorarlas, previendo un golpe menor. Sobre todo, porque con el revulsivo del plan de la Comisión Europea empieza a la imposición de las cuarentenas en España tendrá una vigencia breve.
"Nos están volviendo locos y también a los turistas. Pero tras el espaldarazo de Bruselas al sector hay más optimismo", reconoce un ejecutivo de una de la grandes hoteleras españolas. "La Comisión Europea no puede obligar a los países a levantar cuarentenas, pero les ha dado un verdadero rapapolvo, sobre todo a España que la anunció sólo un día antes. La cuarentena no va a durar".
Otros países europeos arrancan su apertura tímidamente con el objetivo de salvar el verano y con planes millonarios de apoyo: con Francia impulsando un paquete de 18.000 millones específico de impulso del sector, con Italia con un plan de 4.000 millones y bonos a familias de rentas modestas de entre 150 y 500 euros para ir de vacaciones en el país, con Portugal y Grecia levantando ya restricciones.... Mientras, la queja del sector nacional es que en España parece que se va en sentido contrario y reclaman acelerar la apertura y también medidas fiscales y de apoyo financiero (alargar ERTE a fin de año, reservar un 20% del plan de 200.000 millones del Ejecutivo al Gobierno, aplazamientos de impuestos y de pago de cotizaciones...)
Desde el Gobierno, con las cuarentenas forzosas a todos los viajeros recién implantadas, se defiende la necesidad de la medida y no se da plazos de duración. De momento, el plan oficial es que se apliquen desde este viernes y mientras dure el estado de alarma. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, subrayó que "estará en vigor todo el tiempo que sea necesario, muy probablemente durante toda la desescalada y el camino hasta la nueva normalidad".
Entre las empresas del sector turístico se quiere dar por hecho que las cuarentenas se mantendrán sólo con el actual estado de alarma (que se extiende hasta el 24 de mayo) y que, incluso si se prorroga la situación con un nuevo estado de alarma, se dejará caer la medida. "Que se exijan cuarentenas ahora no tiene demasiada importancia, porque en las próximas dos semanas no iba a venir ningún turista", apunta Zoreda. "Pero si se alarga, el mensaje que se da a los clientes potenciales es el de ‘Cuidado, España está cerrada a los turistas’. Y eso sería un desastre".
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