En el país del ‘sol y playa’ y de los más de 80 millones de turistas internacionales el turismo lleva semanas totalmente parado. El sector es el más perjudicado por la pandemia y las restricciones dentro y fuera del país a la movilidad para frenar los contagios. El Gobierno ha puesto fecha, de momento orientativa, a su relanzamiento.
“Habrá temporada turística este verano”, sentenció el sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una declaración esperadísima por el sector. Los planes del Ejecutivo pasan por reactivar los viajes entre provincias de los turistas españoles a finales de junio y permitir la llegada de turistas extranjeros a principios de julio. Y para apuntalar la demanda exterior ayer mismo el Gobierno anunció que levantará el 1 de julio la cuarentena forzosa de 14 días a todos los viajeros procedentes del extranjero.
La reactivación de los viajes y la reapertura de las fronteras dentro de apenas un mes representa un riesgo de un rebrote de la epidemia y de que vuelvan a crecer los contagios. El reto pasa por dar garantías de seguridad sanitaria no sólo a los viajeros, también a los propios destinos para evitar que la llegada de turistas suponga una amenaza sanitaria para los residentes.
Una solución europea… que no llega
El Gobierno y el sector turístico han elaborado una veintena extensos protocolos de seguridad sanitaria con medidas para prevenir contagios en todos los subsectores de actividad (hoteles, hostelería, turismo rural, playas, museos…) para dar confianza a los clientes. Pero la reactivación del turismo este verano va a tener como elemento clave el establecimiento de una suerte de ‘corredores seguros’ tanto dentro como fuera de España, tanto entre provincias como con otros países.
El Gobierno entiende que el escenario ideal sería que el relanzamiento de la movilidad internacional se articulase a través de un acuerdo de toda la Unión Europea, una sola respuesta coordinada por la Comisión Europea. “Estamos trabajando de forma intensa para establecer reglas comunes para recuperar la movilidad internacional”, ha explicado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
España presiona para que Europa acepte una solución “coordinada y por regiones”, por comunidades autónomas, en las que la incidencia de la epidemia sea similar y esté mejorando. Y es que la apuesta del Gobierno y la que reclama a Bruselas es que la apertura de rutas turísticas seguras "se haga no por países, sino por regiones”.
Una opción que daría alas a la reactivación del turismo en destinos como Baleares y Canarias, especialmente dependientes del negocio turístico y en los que se avanza a un mejor ritmo en la desescalada que otros territorios españoles. En este sentido, España y otros países del Arco Mediterráneo ya apostaron por que Bruselas diera un tratamiento especial a los territorios ultraperiféricos e insulares (Baleares y Canarias en el caso español) especialmente afectados por el parón del turismo.
El objetivo sería pues que Baleares, Canarias y otros destinos especialmente turísticos donde la evolución de la epidemia es positiva no tengan que esperar a que toda España esté en la misma situación epidemiológica, según fuentes del Ejecutivo. De hecho, el Gobierno balear ya ha solicitado al Ministerio de Sanidad que todas las islas pasen el próximo 1 de junio directamente a Fase III y que se permita sin restricciones la movilidad entre todas las islas.
No obstante, ante la dificultad de una solución unitaria con la suficiente rapidez, el propio Ejecutivo reconoció este fin de semana que se mantienen contactos con Francia, Portugal, Alemania y Reino Unido para intentar alcanzar acuerdos bilaterales con el objetivo de que se activen los tránsitos de viajeros entre países en julio.
"Nos gustaría que se estudiase la reapertura de fronteras no sólo por países, sino también por regiones. Apostamos por realizar una apertura gradual, coordinada y no discriminatoria entre territorios con una situación epidemiológica similar que nos permita evitar los riesgos de rebrote", ha indicado Maroto. "El virus no conoce de fronteras y por eso es preferible que las zonas que se hallan en una misma evolución de la pandemia se traten de una misma manera".
Italia se ha manifestado abiertamente en contra de los pactos entre países y apuesta por una solución comunitaria completa. El Gobierno italiano ya ha decidido abrir sus fronteras con los países de la UE a partir del 3 de junio sin necesidad de cuarentenas para tratar de reactivar el turismo y seguirán cerradas para ciudadanos de fuera del espacio Schengen de momento hasta el 15 de junio.
La ministra Maroto también ha subrayado como imprescindible que la Comisión Europea convierta las “recomendaciones muy generales” que ha elaborado sobre la reactivación del turismo y el transporte con seguridad, y que lo convierta en protocolos concretos y comunes para toda Europa para dar garantías sanitarias homogéneas a los turistas y a los destinos. "Queremos garantizar que los turistas no corran ningún riesgo y que tampoco traigan riesgos a nuestro país", ha sentenciado.
Rutas entre provincias... unas sí, otras no
El Gobierno también pretende diseñar corredores seguros dentro de España para finales de junio, uniendo territorios que hayan avanzado hacia el final de la desescalada y ya puedan acceder a los tránsitos interprovinciales.
"Podemos imaginar perfectamente que un ciudadano de Badajoz pueda ir a pasar unos días a Huelva, pero a lo mejor los de Madrid no pueden. Eso es lo que en el espacio europeo llamamos corredores seguros, conectar zonas con un nivel de seguridad y probabilidad estadística de contagio equivalente tanto en el origen como en el destino", apuntaba la vicepresidenta para la Transición Ecológica y encargada en el Gobierno de la desescalada, Teresa Ribera, en una entrevista con El Periódico.
Los planes del Gobierno pasan por tener listos estos corredores el 22 de junio, para cuando la gran mayoría del territorio nacional ya tendría que haber superado la fase 3 y la movilidad entre esas provincias estaría ya permitida en la esperada etapa de 'nueva normalidad'.
El Gobierno se plantea acortar la duración de cada una de las fases, así que la fecha podría adelantarse y con ello también la reactivación del turismo nacional. Pero si algunas provincias o algunas áreas sanitarias concretas siguen en fases previas, quedarían temporalmente fuera de las zonas de paso sin restricciones. De hecho, la propia ministra Maroto ha deslizado en rueda de prensa que “muchos españoles podrán viajar desde finales de junio”. Muchos, pero no todos.
En principio, con la hoja de ruta actual, Madrid, Barcelona y Castilla y León no superarían la fase 3 hasta el 6 de julio, pero el Ministerio de Sanidad se plantea acortar plazos y puede que las zonas más retrasadas acaben accediendo a los viajes interprovinciales antes de esa fecha.
La ministra Maroto ha confirmado que convocará para el próximo viernes la conferencia sectorial del turismo con las comunidades autónomas -que son las que tienen derivadas las competencias de turismo- para trabajar "de forma coordinada en la desescalada en el marco de la cogobernanza".
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