La Seguridad Social gestionará el Ingreso Mínimo Vital que ha aprobado este viernes el Consejo de Ministros. Para ello, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones habilitará su solicitud a través de su página web, aunque también podrá pedirse enviando la documentación por correo ordinario.
Para agilizar la gestión, la administración externalizará parte de las solicitudes con la contratación de personal a través de Tragsa. Se trata de una compañía de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que ya ha publicado algunas ofertas de empleo para incorporar trabajadores a tareas del Instituto Nacional de la Seguridad Social, como por ejemplo la tramitación de solicitudes y prestaciones, según ha podido comprobar este periódico.
Los sindicatos llevan años quejándose de la falta de personal de la Seguridad Social. Según datos de Comisiones Obreras, la plantilla ha perdido a más de 5.000 trabajadores en ocho años. "Hay una merma en la plantilla por las jubilaciones no cubiertas y que no solo tienen que realizar su trabajo habitual, sino que se prevé un aumento sustancial de las cargas de trabajo con la gestión del Ingreso Mínimo Vital", apuntan desde el sindicato de funcionarios, Csif.
Para intentar frenar un eventual colapso ante un aluvión de solicitudes de esta nueva prestación que está previsto que tenga cerca de 850.000 beneficiarios, la Seguridad Social concederá "horas extra para la resolución de estos expedientes y se derivará a Tragsa el grabado de las solicitudes que lleguen desde Ayuntamientos y CCAA"", señalan desde Csif.
Fuentes cercanas a la administración reconocen que existe cierta preocupación por si los beneficiarios deciden solicitar el ingreso todos a la vez. Por eso, insisten en que se está enfatizando el uso de medios electrónicos. Además, aquellas personas que tengan derecho al Ingreso Mínimo Vital y que lo soliciten entre el 15 de junio y el 30 de septiembre lo cobrarán de forma retroactiva.
El objetivo, apuntan las mismas fuentes, es que haya margen para digerir el volumen de solicitudes. También reconocen que existen planes de contingencia como la posibilidad de ayuda externa para tramitar el reconocimiento de las prestaciones. La planificación extraordinaria que incluiría la incorporación de personal externo desde Tragsa estaría en vigor entre junio y septiembre.
Plantilla mermada
Si el Servicio Público de Empleo (SEPE) ha sufrido una carga de trabajo brutal a causa de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), los sindicatos creen que lo mismo va a suceder con las oficinas de la Seguridad Social. El Ingreso Mínimo Vital "es una prestación que ha venido para quedarse, no se trata de algo temporal como ha ocurrido en el SEPE", indican fuentes sindicales.
Desde CC.OO. señalan que más del 76% de la plantilla de la Seguridad Social tiene más de 50 años y destacan que un 26% de los puestos no están ocupados. Es decir, que más allá de la carga de trabajo que pueda suponer el Ingreso Mínimo Vital, la gestión de este pasa por una plantilla mermada. "Es algo que estaba en el programa de Gobierno y no se ha planificado", explican.
La medida aprobada este viernes busca reducir la pobreza extrema en España en un 80%. El Ingreso Mínimo Vital supondrá 3.000 millones de euros anuales y garantizará unos ingresos de 462 euros en el umbral más bajo de las distintas realidades contempladas por la norma.
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