La pandemia del coronavirus no ha afectado por igual a todos los países y tampoco lo ha hecho la crisis económica provocada por el confinamiento y el parón de la actividad empresarial. Si bien es cierto que el virus ha tenido consecuencias comunes en muchos territorios, las características propias de cada economía también influyen en cómo los países se repondrán de este impacto.
En el caso de España, hay varios elementos que han provocado que nuestras cifras económicas sean de las peores de la zona euro. Un tejido productivo muy dependiente de los servicios, un peso muy importante de las pequeñas y medianas empresas frente a las grandes corporaciones y la tasa de temporalidad de los contratos son las principales.
Así lo ha identificado el Banco de España en su informe sobre las proyecciones macroeconómicas de la economía española. “España se encuentra entre los países del área del euro que presumiblemente se verán más afectados, como resultado tanto de las medidas de confinamiento más estrictas desplegadas hasta el momento como también a consecuencia de algunas características estructurales de su economía”, señala el documento.
La entidad pone de relieve el peso que el sector de los servicios que “lleva aparejada una interacción social elevada” tiene en la economía nacional. De hecho, más de la mitad de los empleos que se destruyeron en marzo, cuando se decretó el estado de alarma, correspondía a este sector. Además, destaca que la participación del gasto turístico realizado por los visitantes extranjeros en el PIB es “notablemente” superior a la del área del euro.
El Foro Económico Mundial sitúa a España como el segundo país del mundo que más turistas extranjeros recibió en 2018, sólo por detrás de Francia y por delante de China o Estados Unidos. El turismo representa el 12% del PIB español, por lo que su desaparición casi completa durante tres meses ha perjudicado en gran medida a las cifras que manejan desde el Banco de España, que prevé una caída de la economía de hasta el 21,8% para el segundo trimestre del año.
El peso de las pymes
Otra de las características que ha perjudicado a la economía española en esta crisis es el peso que tienen las pequeñas y medianas empresas (pymes). Este tipo de compañías “tienen más dificultades para acceder a herramientas efectivas con las que mitigar la disminución de liquidez originada por la caída de ingresos asociada a la pandemia y a las medidas para contenerla”, señala el Banco de España. Además, las empresas de menor tamaño “parten de niveles de músculo financiero que normalmente son más favorables que las empresas grandes”, apunta Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España.
España es el país de la Unión Europea con más empleados en empresas pequeñas (58,3%), el 71,8% trabaja en pymes
Según datos de Eurostat, España es el país de la Unión Europea con más empleados en empresas pequeñas (58,3%), el 71,8% trabaja en pymes. Por número de empresas según su tamaño, nuestro país es el segundo por detrás de Eslovaquia donde las compañías de menor tamaño tienen más peso. Eurostat clasifica como pequeñas a las empresas con hasta 49 trabajadores, de medianas las que tienen hasta 249 empleados y a partir de 250 son consideradas grandes.
Esta distribución del peso empresarial explica también que el Gobierno haya dedicado una parte de los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a pymes y a autónomos. El aporte de este tipo de empresas en la economía española es indiscutible, pero en este caso, es una piedra en el zapato para la recuperación económica.
La temporalidad
Por último, la alta temporalidad del mercado laboral también perjudica a España. Según los últimos datos disponibles, la temporalidad se sitúa en el 26,4% en nuestro país, mientras que la media europea está en el 14%. Francia tiene una tasa del 15,1% e Italia en el 13,8%. Cabe destacar que la destrucción de empleo se ha producido en mayor medida en este tipo de contratos. En concreto, el 73% de los puestos de trabajo destruidos en marzo y abril estaban sujetos a contratos temporales.
Este tipo de contratos es más inestable que los de carácter indefinido, como es lógico, y convierte en perjudicados a los trabajadores más vulnerables.
Estas tres características de la economía española junto con un confinamiento más prolongado e intenso que otros países de la Unión Europea y una “respuesta fiscal” por debajo del promedio, convierten a nuestro país en uno de los más afectados por la crisis económica derivada del coronavirus.
“En consecuencia”, concluye el Banco de España, “la reducción del PIB en nuestro país en 2020 superaría, en ambos escenarios, a la del área del euro en unos 3 pp (puntos porcentuales)”. La entidad prevé una caída de entre el 9 y el 11,6% del PIB español en los dos escenarios de recuperación, mientras que si valora los riesgos a la baja, la economía podría ceder hasta un 15,1%.
El Banco de España ha actualizado sus proyecciones macroeconómicas para la economía española. Ante la incertidumbre causada por la crisis […]La pandemia del coronavirus no ha afectado por igual a todos los países y tampoco lo ha hecho la crisis económica provocada por el confinamiento y el parón de la actividad empresarial. Si bien es cierto que el virus ha tenido consecuencias comunes en muchos territorios, las características propias de cada economía también influyen en cómo los países se repondrán de este impacto.