A caballo entre el turismo y la educación, el de 2020 va a ser un verano diferente también para las empresas que ofrecen cursos de idiomas en el extranjero. En España, suponen un volumen de negocio de unos 650 millones de euros, según la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce). Sólo en verano, las 70 empresas que forman parte de la asociación mueven a unos 130.000 alumnos al extranjero.
Pero el coronavirus lo ha cambiado todo también para ellos. Desde Aseproce explican a este periódico que la mayoría de los cursos en el extranjero que organizan administraciones públicas se han cancelado. Otros, en territorio nacional se mantienen. Sin embargo, el cierre de fronteras, el riesgo de contagio y la incertidumbre han provocado que la mayoría de padres y alumnos hayan pospuesto hasta el año que viene esta experiencia internacional.
Las empresas diferencian su oferta en dos opciones: cursos de varias semanas en Irlanda, Reino Unido, Canadá o Estados Unidos durante las vacaciones escolares de verano; o cursos escolares de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o Bachillerato. Aunque los primeros son los más habituales, los segundos los eligen entre 15.000 y 17.000 alumnos al año.
“Este tipo de programas son proyectos que la familia lleva pensando varios años, es una experiencia que te cambia la vida, y si pueden, lo aplazan un año”, explica Rafael Rivas, director comercial y socio de Interway, una empresa especializada en este tipo de formación. Coincide Óscar Porras, presidente de Aseproce, que explica que “cuando las empresas han visto que los padres estaban temerosos o indecisos les han ofrecido la posibilidad de mantener las condiciones de cara al año que viene”.
Menos optimista es Garry John Costello, director y fundador de Home to Home. “La probabilidad de rebrotes, el miedo de la gente, la situación en otros países… de forma general la gente está cancelando los cursos escolares. Planear un curso para septiembre, octubre o noviembre… lo veo muy justo, de momento”, explica.
Las empresas del sector siguen pendientes de Estados Unidos ya que los alumnos que planean estudiar allí el próximo curso no han podido, de momento, pedir cita previa para solicitar el visado.
La gente prefiere la formación presencial en el caso del inglés
Cursos online
Una opción para este tipo de empresas son los cursos online. Sin embargo, el fundador de Home to Home asegura que no son una buena opción. “Primero, hay mucha oferta, de repente hay muchos cursos online. Además, la gente prefiere la formación presencial en el caso del inglés, y por último, hay muchos profesores ingleses ofreciendo clases”, describe.
El presidente de Aseproce explica que los cursos online para los programas de año académico únicamente se plantean en un método combinado, en el que el alumno, tiene algunas clases virtuales pero ya viviendo en el país de destino. “Es un mal menor, porque al fin y al cabo, los estudiantes están en destino, con una familia anfitriona y (las clases online) no afectan a las características generales del programa”, asegura.
Situación empresarial
En cuanto a la situación económica de las empresas, Costello señala que Home to Home ha tenido que aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta septiembre. “Llevamos prácticamente sin ingresos desde febrero”, justifica. Con todo, pese a la imposibilidad de seguir trabajando de forma habitual la compañía está ayudando a las familias con las gestiones de las devoluciones de billetes. “Estamos ayudando a los clientes con las devoluciones de las líneas aéreas, creo que apoyar a la gente es algo bueno que podemos hacer en este momento”, añade.
Desde Aseproce no tienen todavía un cálculo del impacto que van a suponer las cancelaciones de verano en la cuenta de resultados, pero subrayan que se trata de un sector “muy resiliente”. “Estuvimos con gripe A, tuvimos el volcán islandés que no dejaba aterrizar a los aviones, los atentados del 11 de septiembre con estudiantes llegando a Estados Unidos… en definitiva, el sector se acaba adaptando para que los alumnos puedan volar y cambiar de fechas”, señala.
Rivas, por su parte, reconoce que la gestión prudente de Interway, “con financiación propia y no con deuda” hace que la situación de la compañía sea algo mejor que la de sus competidores.
Todos esperan que con el próximo curso llegue la normalidad, junto con una vacuna o un tratamiento para el virus, y los estudiantes puedan disfrutar y aprender el idioma en un país de habla inglesa.
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