El Banco de España ha pedido al Gobierno que dirige Pedro Sánchez un plan "creíble" para reducir el déficit tras la pandemia, así como una "agenda ambiciosa de reformas estructurales" que tenga por objetivo el crecimiento económico, "que ya era reducido antes de esta crisis".

El gobernador, Pablo Hernández de Cos, se ha dirigido en estos términos a la Cámara Baja durante una comparecencia en la Comisión de Asuntos Económicos, en la que ha pedido a los diputados que lleguen a "consensos amplios".

"Se hace necesario diseñar una estrategia creíble de reducción gradual, pero sostenida, de los desequilibrios fiscales, para su implementación una vez que se haya superado la pandemia y la recuperación económica esté sólidamente asentada", ha señalado el máximo responsable del Banco de España en el Congreso.

En su opinión, contar con un plan "creíble" es especialmente importante para España, que llegó a la pandemia ya con una posición fiscal "más vulnerable" que la de otras economías. El Banco de España prevé que el déficit se situará entre el 10,8% y el 12,1% este año.

Esta petición llega, precisamente, después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicara el lunes tras el Consejo de Política Fiscal y Financiera que la Comisión Europea no está pidiendo un plan de reequilibrio y que no es el momento de pedir a las Comunidades Autónomas un plan a medio plazo en la situación actual, pese a que la Ley de Estabilidad Presupuestaria exija una estrategia en relación con el déficit.

El Gobierno, de hecho, decidió hace unos días suspender la regla fiscal para el conjunto de las Administraciones en 2020 y 2021, para que puedan afrontar las necesidades sanitarias, económicas y sociales derivadas de la pandemia del coronavirus.

El Banco de España no ha sido el único en pronunciarse en este sentido. Durante los últimos días, organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han recordado al Gobierno de Sánchez que suspender la regla de gasto exige un plan para que no se dispare el endeudamiento.

84.000 empresas menos

El gobernador ha explicado durante su comparecencia que el número de empresas dadas de alta en la Seguridad Social ha caído en 84.000 entre finales de febrero y las mismas fechas de septiembre, lo que implica un desplome del 6,1% en comparación con el año pasado.

Esta es, precisamente, una de las consecuencias más claras de la crisis económica que ha traído la pandemia, de acuerdo con Hernández de Cos, como lo es también el aumento del paro de larga duración. "La crisis está afectando en mayor medida a trabajadores con salarios bajos y situación patrimonial más frágil, lo que puede llevar a un incremento de la desigualdad", ha destacado el gobernador, que también ha subrayado que esta crisis traerá un mayor endeudamiento del sector privado.

Es por eso que, aunque ha valorado el programa de avales del Estado a los créditos bancarios para empresas en situación de vulnerabilidad por esta crisis y cree que es posible que sea necesario ampliar estas líneas en el futuro, ha señalado que una prolongación en el tiempo de estas ayudas "supone una acumulación de deuda que podría llegar a traducirse en algunos casos en un deterioro de la solvencia, especialmente en el caso de aquellas empresas que operan en los sectores más afectados por la perturbación".

En este sentido, cree que es pertinente valorar la puesta en marcha de actuaciones adicionales de apoyo a las empresas que no impliquen un aumento de la deuda, como las ayudas directas, como el fondo de rescate de la SEPI, o las inyecciones temporales de capital.

Eso sí, el gobernador ha explicado que es necesario agilizar los procedimientos de reestructuración de deudas para evitar la desaparición de empresas muy endeudadas pero con un negocio viable. Sin embargo, en el caso de las empresas no viables, "debería facilitarse su salida ordenada del mercado", para lo cual es necesario introducir mejoras en el funcionamiento de los procesos judiciales y extrajudiciales de insolvencias para que sean más eficaces y ágiles.

"Prudencia" con el dividendo

Por otra parte, Hernández de Cos se ha dirigido a los bancos españoles, a los que ha pedido "prudencia" a la hora de repartir dividendo. Por el momento, solo uno de ellos tiene planes para retribuir próximamente al accionista, Santander, que repartirá en forma de acciones lo correspondiente a un dividendo de 0,1 euros por acción. El resto de las entidades, aunque no pagará próximamente, sí ha manifestado su interés en hacerlo el año que viene, siempre que el Banco Central Europeo (BCE) levante su recomendación de no hacerlo.

"Estas medidas se revisarán antes de finalizar el año, pero, en cualquier caso, la política de distribución de dividendos y de remuneraciones de las entidades deberá seguir siendo muy prudente hasta que no se disipe la incertidumbre actual y se consolide una recuperación económica sólida", ha apuntado.