Todavía les queda lejos, pero un tercio de los milenials ya asegura que le gustaría jubilarse “tan pronto como pueda”. Sólo un 5% querría alargar su vida laboral todo lo posible. En concreto, la edad media deseada para jubilarse se sitúa en los 63,1 años, casi cuatro años por delante de la edad legal de jubilación que se alcanzará en 2027.

Los datos pertenecen a la encuesta del Instituto BBVA de pensiones sobre Los millennials ante la jubilación. En ella, queda reflejado que el 75% de los españoles nacidos entre 1978 y 1999 ven necesaria una reforma del sistema de pensiones que garantice su sostenibilidad cuando el número de pensionistas aumente y también lo haga la esperanza de vida.

Con todo, es llamativo que esta generación no respalde una de las medidas que quiere priorizar el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, extender la edad de jubilación si se tienen en cuenta varios factores. El primero es que se trata de una generación que ha tenido mayor acceso a estudios universitarios, de lo que se desprende que han entrado de forma más tardía al mercado laboral. Por otra parte, se presupone que han podido elegir, en mayor medida, a qué dedicarse.

Sin embargo, según explica Elisa Chuliá, socióloga y experta del Foro de Pensiones de BBVA, “muchos de los miembros de esas generaciones están desempeñando trabajos que no son los que ellos inicialmente habían querido tener”. Es decir, que el ajuste entre “los deseos o los objetivos profesionales y la realidad del mercado de trabajo no es el mejor”, precisa.

Inestabilidad y crisis

Según la experta, al desajuste entre las aspiraciones profesionales y la realidad del mercado laboral hay que añadir el factor de las crisis económicas que ha vivido de forma más intensa la generación milenial. La primera hace una década y la segunda ahora. “A la hora de expulsar a trabajadores del mercado de trabajo, pues lógicamente se expulsa a aquellos que tienen un contrato más frágil”. En este sentido, disponer de una menor estabilidad también lleva a afrontar las decisiones de forma más cortoplacista.

Se trata de un aspecto que se observa, no solo en la voluntad de la jubilación, sino también si se tienen en cuenta los resultados de la encuesta relativos al ahorro. Sólo uno de cada seis encuestados ha comenzado a ahorrar para la jubilación aunque solo la mitad confía en recibir una pensión pública cuando llegue a ese periodo.

Sólo uno de cada seis encuestados ha comenzado a ahorrar para la jubilación

Cambio en los valores

Por otra parte, se trata de una generación en la que han cambiado “los valores”. Los milenials valoran más el tiempo libre y sus aficiones de lo que lo hacen los baby boomers, por ejemplo. En este sentido, “puede que consideren que dedicarle 35 años a su trabajo es suficiente”, señala. “La idea de que los momentos de la vida hay que disfrutarla es algo más propio de la generación milenial que de la anterior”, justifica.

No es solo eso, si se observan los datos de la encuesta, la maternidad y la paternidad cada vez tienen menos relevancia en los planes de futuro de esta generación. De hecho, un 73% de los encuestados no tiene hijos y una cuarta parte ni tiene descendencia ni la desea. 

“En las generaciones anteriores era muy extraño que alguien eligiese no tener hijos. Las parejas que no tenían hijos era porque no podían”, explica Chuliá. “Muchos ahora se plantean que los hijos tienen un coste de oportunidad muy alto y se ha ampliado mucho el margen de libertad de la gente”, resume.

A favor de los planes de empresa

Si bien es cierto que los milenials no están por la labor de extender su edad de jubilación, si se muestran más partidarios de otra de las medidas que el departamento que dirige José Luis Escrivá ha puesto sobre la mesa, la de potenciar los planes de empresa. El 60% de los encuestados cree que el Gobierno debería aumentar los incentivos fiscales a las empresas que ofrecen planes de pensiones para sus empleados.