El "Black Friday" de 2020 será el más online de los vividos hasta ahora por la COVID, pero también será una fecha, según las organizaciones de consumidores consultadas por EFE, en la que habrá que mirar más con lupa los precios para evitar posibles abusos porque no siempre se aplican grandes descuentos.

Así lo ha constatado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que lleva cinco años controlando los precios de los establecimientos que más destacan por sus ofertas de "Black Friday".

En 2019 solo bajaron de precio el 17 % de los productos frente al 29 % que lo subió, según el portavoz de la OCU Enrique García, que prevé el "viernes negro" con mayor incertidumbre, dada la situación de la economía por la pandemia, y con un resultado que dependerá más que nunca de si se realizan grandes descuentos o no.

"La intención de compra puede ser menor que la de 2019. La incertidumbre -argumenta García- va a pesar en la demanda y va a contrarrestar cualquier efecto del ahorro que han podido adquirir en estos meses algunas familias. Hoy prima la incertidumbre en los consumidores y eso se traslada a sus decisiones de compra, que se retrasan y que van a depender de las buenas ofertas".

Este pistoletazo de salida a las compras de Navidad guarda este año por su peculiaridad más incógnitas sobre cómo se comportarán los consumidores, que no obstante ya están respondiendo a las ofertas que se han anticipado varios días.

Unos descuentos que no hay que despreciar porque, según García, algunas empresas concentran los precios más apetecibles dos o tres días antes del "Black Friday".

Un 70 % de los consumidores no comprará en el "Black Friday" y el que lo haga se gastará una media de 174 euros, según los resultados de una encuesta hecha pública este lunes por la OCU, que apunta también que los consumidores de más de 60 años son los que menos piensan gastar.

Un 65 % de los consumidores piensa que gastará igual que el año pasado, el 28 % dice que gastará menos y solo un 7 % tiene pensado gastar más, y la mayoría, un 51 %, tiene pensado comprar exclusivamente online y solo el 15 % acudirá a una tienda física en exclusiva.

Facua también ha preguntado a los consumidores sobre otra cuestión, si creen que los comercios que se suman al "Black Friday" ofertan falsos descuentos en una parte de sus productos, y la respuesta ha sido similar a la de años anteriores: ocho de cada diez creen que la gran mayoría de comercios lo hace.

Por eso, el secretario general de la organización, Rubén Sánchez, pide a los consumidores que verifiquen si lo que se les ofrece es realmente una oferta, especialmente en relación a los productos tecnológicos, como los ordenadores, que este año pueden incrementar sus ventas por la necesidad que implica el teletrabajo o las clases online; una demanda, que ha hecho que en los últimos meses suban sus precios.

"Hay que monitorizar los precios y comprar en los comercios que te dan confianza", según Sánchez, quien reclama a las autoridades de consumo de las comunidades, las que tienen la competencia de sancionar, que desarrollen protocolos para rastrear el mercado y poder detectar los casos en los que se engaña al consumidor con falsos descuentos.

El presidente de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Fernando Moner, también considera fundamental que el consumidor minimice riesgos y acuda a comercios y webs de confianza, y le advierte ante un "Black Friday" -dice- con una "alarmante" proliferación de falsificaciones en internet.

El consumidor tiene que evitar dejarse llevar por precios demasiado bajos y prestar atención a los detalles, como que las instrucciones y descripción del artículo estén en español o, si es una web desconocida, que venga clara la información de la empresa que lo vende y facilite varias formas de pago.

Gustavo Samayoa, presidente de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI), piensa que la pandemia ha hecho reflexionar a los consumidores medios, que siguen manteniendo su empleo y su poder adquisitivo, y cree que van a racionalizar más su gasto y aprovechar los descuentos para comprar productos que realmente necesitan. "Lo superfluo ya queda para otras épocas", asegura.