El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado su previsión de crecimiento para este año para España hasta el 6,4%, mientras que en enero esperaba que creciese un 5,9%, según ha recogido en su informe Perspectiva Económica Mundial, que ha publicado este martes.

El dato sitúa a España como la economía que más rebotará de todo el mundo este 2021 junto con Estados Unidos, un concepto en el que el Gobierno viene insistiendo, aunque es fruto de la fuerte caída que el país experimentó el año pasado por la pandemia, por encima de otros del entorno.

En contraposición, por ahora Moncloa prevé que el PIB de España crezca en 2021 un 9,8%, si se ejecuta el Plan de Recuperación, el Banco de España cree que lo hará un 6% y la OCDE, un 5,7%, grandes diferencias que se acentúan si se tiene en cuenta los números de los servicios de análisis: BBVA Research apunta a un 5,5%, Funcas a un 5,8% y Caixabank Research, a un 6%.

El FMI tiene en cuenta el efecto que tendrán las ayudas económicas entre 2021 y 2024 en la recuperación. A nivel europeo, el FMI cree que la zona euro crecerá un 4,4% en 2021. En enero la previsión era de un 4,2%.

En 2022, el organismo piensa que la zona euro mejorará un 3,8% y que España crecerá un 4,7%, lo mismo que apuntaba en enero, tasa que sitúa al país como el tercero que más crecerá ese año, solo después de Reino Unido e igualado con Canadá. El dato es importante porque en 2020, el país registró un descenso histórico del 11% por la crisis del Covid.

"Incluso con una elevada incertidumbre sobre la senda de la pandemia, una salida de esta crisis económica y sanitaria es cada vez más visible", ha afirmado el FMI con respecto a la economía global.

ERTE

Además, en su informe destaca cómo los ERTE han sido un ejemplo de medidas para proteger el empleo, subrayando que pueden ser "poderosas para mitigar el daño de un shock en el mercado laboral como el de la pandemia del Covid".

"El despliegue de medidas así mientras el shock continuaba ha sido esencial para limitar una subida en el desempleo aún mayor y para ayudar a los grupos de trabajadores más afectados", ha remarcado.

"En general, las políticas de retención de empleo son la mejor opción para hacer frente a la disrupción temporal (pero a veces larga) provocada por una fuerte pandemia, ayudando a mantener los trabajos y para prevenir subidas más fuertes en el desempleo mientras tiene lugar la crisis", ha profundizado.