El presidente y consejero delegado de Sacyr, Manuel Manrique, ha dado por superado el potencial impacto que ha podido tener sobre la compañía la crisis económica derivada de la pandemia, tras haber puesto en marcha planes de contingencia en todos los países y mercados en los que está presente para mantener sin cambios tanto la actividad como el empleo, que supera actualmente los 45.000 trabajadores.

"Hemos superado esta dura prueba eficazmente, demostrando una vez más que Sacyr es la compañía de los desafíos cumplidos. Sacyr está listo para dar un gran salto, ser referente, tomar iniciativas y puedo asegurar que los vamos a hacer durante los próximos años", ha señalado Manrique durante la junta general de accionistas.

A pesar de la pandemia, el presidente del grupo se ha referido al último ejercicio como uno de "éxito" en el plano financiero, con unos resultados "dignos de mención", destacando los más de 300 kilómetros nuevos en autopistas adjudicados en Colombia y la consecución de los objetivos de sostenibilidad, como el aumento del 30% en la inversión medioambiental o la reducción del 16% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a pesar del incremento de la actividad.

Manrique ha asegurado que la compañía ha cumplido con la estrategia iniciada en 2015, cuando el sector comenzaba a recuperarse de la crisis financiera, estableciendo como objetivos mejorar la rentabilidad, aumentar la escala, alcanzar una apropiada sostenibilidad financiera --que ha supuesto reducir la deuda con recurso un 83%-- e invertir en talento.

Objetivos

Respecto al nuevo plan estratégico para los años 2021-2025, la compañía pondrá el foco en las infraestructuras de transporte, sociales y renovables, con contratos a largo plazo que tengan un riesgo de demanda reducido.

Los objetivos, como ya informó en una reunión con analistas, pasan por alcanzar una facturación de 5.500 millones de euros al final del periodo, es decir, en 2025; un resultado operativo de 1.200 millones, frente a los 724 millones actuales y el 85% procedente de activos concesionales; un crecimiento de la caja operativa del 80%, hasta 1.000 millones de euros, y un beneficio neto de 200 millones, frente a los 35 millones que ganó el año pasado.

Manrique ha cifrado en 5.000 millones de euros la inversión necesaria para lograr todas estas metas, de los que 200 millones anuales procederán de los dividendos de sus actuales activos concesionaes, importe suficiente, ha explicado, para autofinanciar los recursos propios necesarios para acometer este plan de inversión.

Dividendos

El presidente de Sacyr no ha detallado los próximos dividendos a repartir, limitándose a decir que el retorno para el accionista se mantendrá estable en el 5%. No obstante, la junta ha aprobado un punto del día que incluye dos ampliaciones de capital de 18 millones de euros cada una destinadas al 'scrip dividend'.

Esta propuesta está en línea con la aprobada el año pasado, cuando repartió en noviembre 0,026 euros por título y, en enero de este año, con otros 0,042 euros por acción, ambos pagos efectuados con cargo a los resultados del ejercicio 2019.

La junta de accionistas también ha aprobado la reelección de Ernst & Young (EY) como auditor de las cuentas, la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección de Raimundo Baroja como consejero, con la calificación de dominical, y un plan de incentivos a largo plazo hasta 2025.

Este último programa plantea que el consejero ejecutivo reciba el 50% del importe inicial de este plan en acciones, hasta un máximo de 468.314 títulos para este ejercicio, lo que supone, según los precios actuales de mercado, en torno a un millón de euros.