El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado hoy que el ajuste de la plantilla de la nueva entidad es imprescindible para el futuro del banco. Ha señalado que el bancario es un ámbito en reconversión en el que se deben adoptar "medidas estratégicas con anticipación": "La inacción es nociva en un entorno cambiante y retador".

Durante su intervención en un foro organizado por Deusto Business School, el presidente de CaixaBank ha reconocido que el capítulo más "doloroso" de la fusión es el ajuste de las plantillas, "pero hay que hacer sacrificios a corto plazo para asegurar puestos de trabajo a largo plazo".

El proceso de negociación entre la dirección de la entidad financiera y los sindicatos comenzó el pasado mes de abril. Inicialmente CaixaBank planteó un ERE que afectaría a 8.291 trabajadores y supondría el cierre de 1.534 oficinas. En la última oferta puesta sobre la mesa se ha reducido las salidas a 7.791 y se ha ampliado del 50% al 60% el porcetaje de mayores de 52 años que se incluirían. Las centrales sindicales proponen que las salidas sean voluntarias y en procesos de prejubilación.

Goirigolzarri ha asegurado que por el momento la negociación aborda "los primeros pasos" y que confía en que se logre un acuerdo, "estoy convencido de que lo alcanzaremos, nosotros tenemos una enorme voluntad de acuerdo, no hay nada más que desee que eso", ha apuntado. Reconoce que el impacto que una fusión tiene "sobre las personas" es la parte más delicada y dolorosa de una fusión pero que es necesaria. Recuerda que pese a un entorno "enormemente digitalizado y tecnologizado, en el futuro el sector financiero seguirá teniendo como un elemento clave a las personas.

Proceso de transformación

Para Goirigolzarri la fusión es un proceso necesario para afrontar la transformacion que vive el sector. "No nos hemos fusionado para ser más grandes sino para liderar el proceso de transformación en Europa". Ha repasado cómo fue el proceso de seis meses en el que se negoció y acordó la fusión de ambas entidades, desde los primeros pasos entre la cúpula hasta su implicación al conjunto de la organización. Defiende que para ser exitoso en cualquier fusión "el procedimiento debe basarse en la sencillez y la rapidez". "Es importante que en un proceso de este tipo el mensaje de integración llegue sin fisuras desde el órgano de gobierno".

Ha apuntado que tanto la Caixa como Bankia procedían de "valores y principios" similares y con una historia que "concentra a 140 cajas de ahorro", lo que ha facilitado la operación. Se ha comprometido a mantener esos principios "nosotros debemos ser los primeros en dar ejemplo". También ha reiterado que el cliente seguirá siendo el centro de la actividad, "sin clientes no hay sueldos ni beneficios, no hay nada y no se deben olvidar en un proceso de fusión".

Goirigolzarri defiende la integración en una sola entidad por razones como el "músculo financiero" del que dota al nuevo banco, "600.000 millones en activos" para hacer frente al nuevo entorno cambiante. Sostiene que se deben abrir nuevas puertas para explorar nuevas fuentes de ingresos. Ha advertido de los cambios en el sector, con la cada vez mayor presencia de "intermediarios no bancarios" que representan ya el 40% de actividad en Europa, y contra los que también deben competir.

Señala que otros elementos como la rentabilidad están sufriendo cambios relevantes. Ha recordado que tras cinco años con tipos de intereses negativos, "este elemento ya no es coyuntural sino estructural y con eso tenemos que trabajar": "Esto te obliga a repensar el modelo de negocio, a buscar nuevas fuentes de ingreso y a hacer un esfuerzo de eficiencia para compensar esa caída".