Acciona Energía va a debutar el próximo 1 de julio en el parqué, una vez que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio el visto bueno este lunes al folleto de salida a bolsa.
La compañía se estrenará con un valor de mercado de 8.900 y 9.800 millones de euros después de haber fijado una horquilla de precios entre los 26,73 y 29,76 euros por acción. Además, la política de dividendos estables y flexibles, en función de sus resultados y necesidades financieras futuras, de entre el 25% y el 50% de su beneficio neto anual consolidado".
A pesar de la expectación que ha creado este debut, Acciona asume que hay diversos factores que podrían ocasionar una merma en su plan de negocios, llegando incluso a no poder desarrollar diversos proyectos renovables que se dibujan en su hoja de ruta y que aparecen en el folleto remitido a la CNMV.
La filial energética recalca que “la competencia en los mercados de energías renovables es cada vez más intensa”, lo que podría afectar a la empresa de manera “desfavorable”. Acciona alerta de que el sector está en “continua evolución” por lo que se enfrenta a una competencia significativa en todos los sectores en los que opera. “El aumento de la competencia puede afectar adversamente nuestro negocio, la situación financiera y las perspectivas”, recoge el folleto.
Cataluña, posible hándicap
Los aspectos políticos también podrían influir en el plan de negocios que tiene trazado Acciona. Según la energética la economía española también puede verse afectada por un aumento de incertidumbre política en España, incluido cualquier resurgimiento de tensiones políticas y sociales en Cataluña, que podrían resultar en mercados de capitales volátiles o que afecten negativamente a las condiciones de financiación en España o al entorno en el que opera.
Por otra parte, la compañía da un tirón de orejas al Gobierno, en pleno debate de impuestos a las energéticas. En concreto, en el folleto se indica que las empresas de energías renovables “dependen en gran medida del apoyo continuo de las autoridades gubernamentales y locales”. Por eso, Acciona pide "procesos de licitación, reglas de precios para la electricidad producida a partir de recursos renovables y cuotas de suministro de energía renovable impuesto a los consumidores profesionales no estatales" acordes para tener un marco jurídico estable.
La sociedad también incide en que los incentivos fiscales y los impuestos específicos, respectivamente, “pueden evolucionar como resultado de cambios en la sensibilidad política y social a preocupaciones medioambientales y mayor madurez y rentabilidad de los mercados de energías renovables en su conjunto”. Por eso, Acciona advierte que cualquier disminución de los incentivos, o cualquier aumento en impuestos específicos e impuestos locales, podría afectar “adversamente y resultar en un potencial disminución de la competitividad relativa de las empresas de energías renovables”.
Falta de liquidez
En términos financieros, la compañía, que estará liderada por los Entrecanales, también advierte de ciertos riesgos a los inversores puesto que Acciona posee unos términos de endeudamiento altos y en caso de que la compañía se vea en la obligación de destinar los flujos de efectivo para pagar la deuda, entrarían en unas “condiciones económicas y de mercado adversas”.
A su vez, la compañía renovable reconoce que los mercados financieros están sujetos a períodos de volatilidad y de escasa liquidez, algo que puede agravarse si se prolonga la crisis del coronavirus. De continuar esta tendencia, el coste de financiación puede aumentar y verse afectada “la capacidad de encontrar capital” para acometer nuevos proyectos e inversiones.
Cabe recordar que Acciona llegó a un acuerdo con 23 bancos internacionales para conseguir la financiación de 3.300 millones para acometer la salida a bolsa que va a consumarse el próximo julio. En concreto, la filial de renovables pidió un crédito por valor de 2.500 millones de euros, divididos en tres tramos. Los dos primeros son préstamos por un importe de 1.000 millones a tres años cada uno; el tercer tramo es una línea de crédito revolving con un valor máximo de 500 millones a cinco años.
El cambio climático tampoco se le escapa a Acciona y prevé que, de agravarse la situación actual, podría acarrear graves consecuencias para sus intereses. En concreto, especifica que de se produzcan episodios de falta de agua o viento podría “producirse un efecto adverso en nuestros proyectos y negocios”.
En este contexto, y con la burbuja de las renovables pinchada tras el paso atrás de Opedenergy y Greenergy para cotizar, ha hecho que la propia empresa rebajase sus expectativas en dicha salida puesto que los analistas llegaron a valorar a Acciona en unos 12.000 millones de euros
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